"Gris" [Tokiya - Uta No Prince Sama] TERMINADA

Capítulo 10

TOKIYA

Hace días que me ignora.

Desde aquel suceso en mi habitación, evita cruzarse conmigo. Y ahora, que estamos sentados a la mesa, puedo notar el esfuerzo que hace para evitar mirarme.

- Por qué no te acercas y le hablas? – volteo a mi izquierda, donde estaba Masato.

- No entiendo de qué hablas... - me hice el distraído, devolviendo mi mirada al plato, revolviendo la ensalada con el tenedor.

- Vamos – hizo un pausa – llevas rato mirándola...

Tragué saliva. No creí ser tan evidente.

- Cuando necesite un consejo, lo pediré – le dije orgulloso, y él sonrió.

Ahora era yo quien intentaba no mirarla, y me quedé observando la ensalada, que todavía estaba casi completa.

- No te entiendo... – insistió Masato. Seguí observando el plato sin emitir sonido - ...Es evidente que ella siente algo por ti – agregó, y lo miré extrañado.

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MIZUKI

Podía sentir su mirada sobre mí. Moría de ganas de verlo, de ver esos ojos color noche mirándome, pero no podía quedar otra vez en evidencia de esa forma. No puedo ser tan tonta.

Terminé la cena, y me dirigí a mi habitación.

En medio del pasillo, me crucé a Ren, que se puso justo frente a mí, cerrándome el paso.

- Ya te vas a dormir, milady..? – dijo sonriéndome. Asentí. – La noche está hermosa... No te gustaría salir al jardín conmigo..? En la oscuridad, nadie nos ve – susurró cerca de mi oído. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y erizó mi piel.

- N-No, gracias – le sonreí nerviosa, y pretendí abrirme paso, pero lo impidió posando su mano contra la pared. Con la otra mano, me ofreció una rosa roja. Y volvió a sonreír.

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TOKIYA

La vi levantarse de su asiento, y salir del comedor.

Hice fuerzas para resistirme, pero acabé saliendo tras ella.

No sabía para dónde había ido, y me dirigía hacia el jardín, cuando oí unas voces a la vuelta del corredor. Pude distinguir que una de ellas pertenecía a Mizuki. Me acerqué silenciosamente hasta la esquina, y me asomé para ver lo que ocurría en aquel pasillo.

Efectivamente era ella quien estaba acorralada entre Ren y la pared. Aquel apoyaba una mano sobre el muro, y tenía su rostro muy cerca del de ella. En la otra mano, con una rosa, comenzaba a acariciar su mejilla. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, y sentí una nube negra posarse sobre mi pecho. Tragué saliva, y seguí mirando a pesar de aquello. Si quería sacar a esta chica de mi mente, necesitaba seguir mirando.

En el momento en que parecía acercársele para darle un beso, ella lo empujó y le asestó un cachetazo.

Volví a girar en mí mismo, y me apoyé contra la pared, con mi cabeza pegada al muro. Cerré los ojos y sonreí. Una sensación de alivio recorrió mi cuerpo, despojándolo de todas aquellas sensaciones negativas.

La vi pasar corriendo frente a mí. Estaba angustiada.

Me asomé nuevamente al pasillo, y pude ver a Ren caminando para el lado opuesto.

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MIZUKI

Mis manos todavía temblaban por aquel horrible momento que Ren me hizo pasar. Le gusta coquetear con las mujeres, es parte de su esencia, pero esta vez había cruzado una línea. Miré mi mano. Sentía un ardor en ella por el golpe que le había dado.

Me quedé un momento contra aquel muro, esperando a que se detengan un poco mis pulsaciones. Tomé aire y emprendí camino hacia mi cuarto.

Al llegar a la esquina, una mano tomó la mía, y me acercó a un cuerpo. Levanté la vista y ahí estaba Tokiya, mirándome.