Capítulo 36

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MIZUKI


Apagué las luces de la pieza, y volví a acercarme a la ventana.

Realmente estaba sucediendo. Ahí estaban ellos dos, sentados en aquel banco.

Esa chica especial. La que todos ellos aman con locura. Lo había elegido a él.

Estará feliz. La ama desde siempre. Sufrió mucho por no tener su amor. Y ahora lo estaba consiguiendo.

Qué sucede conmigo? No tendría que ser tan egoísta. No debería sentirme tan mal. Es lo mejor que le podría pasar. Yo voy a casarme con otro, no tengo nada para ofrecerle.

Pero es que duele tanto.... 

Unas lágrimas cayeron por mis mejillas. Cerré los ojos y apoyé la cabeza contra el vidrio, intentando desatar aquel nudo de angustia en mi garganta.

Ya no debería seguir mirándolos. Ya no tendría que hacerme a la idea de que es lo mejor para él.

Despegué levemente la cabeza de aquel vidrio, y cerré las cortinas frente a mí.

Luego, caminé hasta la cama, y me colé debajo de las sábanas, tapándome con ellas hasta la cabeza, acurrucándome en el medio.

Mis lágrimas cayeron una detrás de otra, hasta que ya no pude más y me dejé caer en un profundo sueño.

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Cuando abrí los ojos, el reloj marcaba las 09.32... qué tarde.

Por la ventana se escuchaban risas. Me acerqué a ella, y corrí un poco las cortinas. 

Allí estaban Syo, Nat, Akihiko y Tomo correteando y riendo. Estarían ensayando para "El Príncipe de las Peleas". A pesar de que sólo Syo actúa, los demás lo ayudan y se aprenden los diálogos y todo. Qué sano. Qué lindo. Envidié aquello por un momento. Desde el día en que Saotome me dio a conocer el verdadero propósito de mi estadía aquí, mis días han sido grises. Tan grises como aquellos domingos nublados y fríos.

Me dirigí al comedor. En un extremo de la mesa estaba Masato bibiendo un té y, en el otro, Otoya y Cecil se sentaban uno junto al otro. Me acerqué a ellos.

- Buen día, chicos! - les sonreí.

- Buen día...Cómo amaneciste? - preguntó Otoya. Cecil le echó una mirada rara - Es que ayer se sentía mal - se justificó el colorado.

- Bien. Hoy me siento mejor. Gracias, Ittoki - le sonreí amable, mientras me sentaba junto a Cecil.

- Te sentías mal? Por qué no me mandaste a llamar? - me recriminó mi hermano de mala gana.

- Oh... No hizo falta... No quise molestarte... - sonreí e intenté cambiar de tema - Me dijeron que sonaron muy bien ayer, los felicito!!!

- No estuviste ahí? - preguntó Cecil. Por alguna razón no paro de meter la pata, pero las reacciones de él no son las habituales. Está fastidioso y malhumorado.

- No, es que tuve que salir a hacer un trámite que me pidió Shining, y... - le mentí, excusándome.

- No importa... Es sólo que... Fuiste a ver todas las grabaciones menos la mía - se ofendió.

En aquel momento entraron Tokiya y Nanamí al comedor, y fueron a sentarse al lado de Masato.

Los tres nos quedamos embobados mirándolos caminar hacia sus lugares. Luego devolví la mirada hacia Cecil, que tragaba saliva con bronca. Habrá estado en aquel árbol anoche?

"Gris"   [Tokiya - Uta No Prince Sama] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora