"Gris" [Tokiya - Uta No Prince Sama] TERMINADA

Capítulo 42

CECIL

Toc Toc Toc!

- Quién rayos toca la puerta tan temprano?? – me quejé y me tapé con los acolchados hasta la cabeza.

- Voy! – dijo Akihiko, que se encontraba haciendo flexiones desde vaya a saber qué hora.

Es un día terrible para salir de la cama. Todavía no supero el día que tuve ayer. Ni el anterior. Ni el anterior.

- Buenos días, mi princesa – le escuché decir a Tukusama, y me incorporé rápidamente, haciéndole señas de que yo no me encontraba allí.

- Buenos días, Tukusama – oí la voz de Mizuki – Vengo a buscar a Cecil para ir a desayunar... Se encuentra él aquí?

Akihiko giró su cabeza para mirarme haciendo las señas. Así vine a descubrir que no sabe disimular muy bien ¬¬

- Ohhh – dijo actuando muy mal – Él salió hace un rato.

Mizuki lo llevó por delante y entró a la habitación, mientras yo me tapaba nuevamente con las frazadas.

- Cecil, vamos! – me dijo Mizu – No estés enojado conmigo, por favor!

Se acercó a la cama y se subió sobre mí, comenzando a hacerme cosquillas a través de los acolchados.

- Basta! Basta! – supliqué esforzándome por no reír – No quiero hablar contigo!!

- Cecil, no seas infantil! – me recriminó, tironeando del acolchado para destaparme.

Forcejeamos un rato con él, hasta que lo solté, haciéndola caer de la cama.

- Es muy pronto para que hablemos – le dije de mala gana, dirigiéndome hacia el baño – Debes esperar más tiempo hasta que se me pase, no es como si te fuese a dejar de hablar para siempre! – di un portazo.

Se acercó hasta la puerta del baño.

- Lo siento, Cecil. De veras lo siento... - dijo apenada, y salió del cuarto.

Cuando estuve seguro de que se había ido, salí del baño hacia el cuarto, donde Akihiko me miraba ofuscado.

- Y tú qué? – le dije.

- Yo le tengo mucho respeto, mi príncipe, pero no hace bien en enojarse así con ella.

- Te agradezco las buenas intenciones, pero no tienes ni idea de por qué discutimos.

- No. Puede que yo no sepa por qué han discutido. Pero sí sé lo que ella lo aprecia, y las cosas que ha hecho por usted. Está haciendo un gran sacrificio por usted.

Un gran sacrificio? Lo miré un momento y me senté en la cama.

Quién sabe de qué rayos habla...

- Ya lo sé, Tukusama... - suspiré – Es sólo que es la única manera de que entienda que voy en serio.

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OTOYA

Entré al comedor dispuesto a desayunar, y me senté junto a Syo y Natsuki, mientras que en el otro extremo de la mesa Ren, Masato y Tokiya se hacían compañía en silencio.

- Ohayo, chicos! – los saludé – Ya pidieron para desayunar?

- Llegaste justo a tiempo, Otoya – me dijo Syo desganado – Nat hizo unas galletas para desayunar.

- Oh jaja – sonreí nervioso – Pero es que yo me estoy cuidando. Pensaba comer unas frutas – una gota de sudor cayó por mi sien.

- Otoya – me sonrió Natsuki – Son de manzana, con acelga, pescado y miel. Rica en vitaminas, proteínas, minerales y de bajas calorías ^^