"Gris" [Tokiya - Uta No Prince Sama] TERMINADA

Capítulo 25

TOKIYA

Su prometido.

Aquella palabra me volvería loco. Tapé mis ojos con una mano intentando concentrarme.

Tal vez ella no lo sabía.

Tal vez ahora mismo se esté enterando.

O, tal vez, no.

Una sombra me envolvió y miré mi reflejo en el lago, otra vez. La oscuridad de la noche hacía visible sólo mi pálida piel.

No quiero ser injusto. Tengo que hablar con ella.

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MIZUKI

Me quedé un momento en el sillón, tomando té.

Frente a mí, Syo y Natsuki se disponían a salir al jardín, sin percatarse de mi presencia.

- Hey, Tokiya – dijo Syo hablando desde la puerta – Mañana voy a grabar mi tema con Ren y Masato, vendrás a escucharnos?

Mi corazón empezó a acelerarse. Tokiya estaría justo parado frente a aquella puerta. Miré hacia atrás, donde estaba el pasillo, nerviosa, rogando que no se aparezca Akihiko. Volví a mirar a la puerta, y todavía hablaban.

Aguardé otro momento, y miré el celular. Cecil me avisaría si conseguía que Akihiko no diga nada de nuestro compromiso.

- Buenísimo! – decía Syo – ahora Nat me va a ayudar a ensayar una escena para "El príncipe de las peleas"..

- Siii... si quieres puedes participar – dijo Nat.

Los saludos hicieron posar mis ojos nuevamente en la puerta de entrada. Los chicos desaparecieron de mi vista cuando salieron a través de ella, y Tokiya entró mirando al suelo. Demoró un momento en percatarse de mi presencia.

Nos miramos un instante. Podía notar que estaba diferente.

Se acercó y se sentó frente a mí, en el otro sillón.

Mi corazón se aceleró. Su mirada. Su silencio. Él ya lo sabía. Tragué saliva.

- Mizuki – dijo al fin e hizo una pausa – Tienes algo que contarme..?

- Y-Yo... - balbuceé - ..Juro que iba a contártelo – le dije con lágrimas en los ojos.

Su mirada se endureció y cerró un puño.

En silencio, se levantó y dejó la habitación.

Mis lágrimas no paraban de brotar de mis ojos. Ahora sí que lo perdí.

Mi celular sonó.

Cecil: "Aceptó! :)"

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TOKIYA

Ella ya lo sabía.

De pronto, recordé aquellas situaciones en las que estaba triste.

Siempre lo supo, y no me dijo nada.

Entré a la habitación y me senté en mi cama, apoyando mi cabeza sobre mis manos.

Soy tan estúpido, cómo vine a caer en esto.

Mi mente comenzó a torturarme con imágenes de ellos riendo, besándose.

Apreté los dientes, y la puerta se abrió

- Tokiya!! – decía Otoya – Hay un nuevo huésped en la Academia!!! Vayamos a conocerlo!!!! – hice silencio y se acercó a mí – Estás bien??