"Gris" [Tokiya - Uta No Prince Sama] TERMINADA

Capítulo 32

MIZUKI

- Gracias por la ayuda – le dije a Tukusama, que se sentaba a mi lado en la galería.
Ahora que Cecil estaba ensayando junto a Otoya, salí a tomar un poco de aire.

- No fue nada – me dijo sonriendo, e hicimos una pausa – No se lo veía bien a Cecil, qué fue lo que le pasó?

- Eso no puedo decírtelo... Es algo... privado...

- Oh, si... - se avergonzó – Disculpa mi atrevimiento... - Noté que se puso nervioso, pero no podía contarle algo tan íntimo de Cecil... – Ehh... Voy a buscar algo para tomar, quieres un refresco? – me ofreció, y asentí.

Esta noche se le declarará Otoya, pensaba con preocupación. No hay manera de que esto sea algo bueno. Si lo rechaza quedará tan destrozado como Cecil. Pero si le corresponde, mi hermano estará todavía peor... Maldita Haruka... Tengo ganas de decirte tantas cosas...

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TOKIYA

Tomé mi anotador y una lapicera, y salí al jardín.

Al cruzar la puerta, miré a la derecha y ahí la vi, sola, sentada al pie de la galería. Bajé las escaleras y me acerqué a ella, parándome sobre el césped, justo frente a sus pies.

Levantó la vista y me miró.
Un sentimiento melancólico nos envolvió, y nos quedamos mirándonos un momento.

- Mizuki – dije al fin, desviando la vista de aquellos ojos - ...Esta mañana no te vi bien... - volví a mirarla. Estaba sonrojada, y parecía sorprendida de que le estuviese hablando – Si puedo ayudarte en algo, no dudes en acudir a mí... – continué. Ella sonrió, sin poder disimular que aquello que le dije le hizo bien. Realmente le sorprende?
Mi rostro apenas esbozó una sonrisa.

- Gracias – susurró, mientras se acercaba Akihiko con un vaso en cada una de sus manos.

Se paró justo a su lado y me lanzó una mirada cargada de tensión.

- Bueno, nos vemos – dije, y fui a sentarme al pie de aquel árbol que se ubicaba cerca del lago.

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REN

- Parece que nuevamente quedamos solos... – le dije a Masato, que permanecía sentado junto a mí en el comedor. Apenas se limitó a echarme un vistazo, y volvió al libro. Me crucé de brazos aburrido y miré a mi alrededor – En un rato te toca grabar, hm? – insistí en hacerle conversación, pero sólo recibí un movimiento de cabeza como respuesta – Bien... Parece que hoy jugamos a ser mimos... – dije mofándome de él, que me echó una mirada furiosa.

- Eres tú el que está aburrido, no yo – dijo al fin.

- Si, te noto muy divertido... – me burlé.

- No me estoy riendo, pero la estoy pasando bien – me contestó enojado – Tú sólo te diviertes alimentando tu ego y... molestando a la gente – me acusó.

- Eso no es cierto! – me ofendí – Tu comentario está cargado de envidia. Qué pasa?! – seguí provocándolo – Te molesta que las chicas se fijen en mí y no en ti? - Hizo una mueca e hicimos silencio un momento – Cuánto hace que compartimos cuarto..? – le pregunté, sabiendo la respuesta – Por qué todavía no podemos entablar una conversación normal? – me quejé.

- Porque eres un hueco superficial – me dijo hablando por lo bajo.

- Ehh...? Y tú eres un.... – me dejó con las palabras en la boca, y se puso de pie, dirigiéndose a la sala de grabación – Un placer hablar contigo, Hijirikawa – bufé.