Los días pasaban y mis rutinas cada vez estaban más consolidadas. Me gustaba vivir en mi casa de nuevo, el campo, la frescura del ambiente, era todo lo que echaba de menos. Todo era idílico hasta que mi padre aparecía en escena, en ese momento sabía que una discusión se avecinada. Aquella mañana me sentía especialmente bien, estaba muy contenta.
- Acuérdate de que hoy tienes que firmar el contrato. A las 2 paso a por ti.
- Si Lena.- Le di un beso y me fui.
El día iba a ser largo y probablemente empeorase con el paso de las horas. Pero aquella mañana me sentía especial, podía haber caído chuzos de punta del cielo que mi alegría en aquel momento era impenetrable.
- Buenos días.- Dije cuando entré en la escuela con una amplia sonrisa.
- Buenos días.- Me respondió Rosa.
Me metí en el vestuario y me cambié. Luego me dirigí hacía el aula. Antes de entrar me asomé, allí estaba mi cita de esta noche, entonces recordé el vestido precioso que me había regalado mi hermana. Para acompañarlo cogí unos zapatos de tacón dorados preciosos, era una de las pocas cosas que me había comprado en NY. Entonces me decidí a entrar en la clase.
- Vale chicos ya es la hora. Hasta mañana.
- ¿Álvaro, te vienes a tomar algo?
- Si ahora voy.
Entonces noté como alguien se acercaba por mi espalda. Puso las manos en mi cintura y entonces deduje enseguida que era él.
- Buenos días. - Me susurro al oído.
- Buenos días.- Me giré entonces el me besó en la mejilla.
- Acuérdate que esta noche tenemos una cita.
- Solo porque te debo un favor.
- Cierto. Espero que te pongas muy guapa.
- ¿Es qué no estoy guapa siempre?- Dije coqueteando.
- Me has pillado.
- Solo te diré que voy de blanco.
- Mmmm... blanco. El blanco se ensucia muy rápido, no se si lo sabes.- Se acercó a mí boca.
- Pues yo espero que no se ensucie.- Cada vez estábamos mas cerca.
De repente empezaron a entrar mis alumnos. Yo me aparté de él. Me puse a dar mi clase y la mañana paso volando. Cuando me di cuenta me tenía que ir a comer con mi hermana para firmar el contrato de alquiler.
- Esta tarde tendrá las llaves del piso.
- Gracias por dejarme el dinero, de verdad te lo devolveré en cuanto pueda.
- Si lo que tu digas.- Se hizo la loca y pedimos la comida.
Cuando la comida llegó Lena empezó a preguntarme por mi cita con David. Sé que en ele fondo aquello le hacía ilusión, y bueno, David era muy buena persona y si hubiese aparecido en otro momento probablemente todo sería diferente.
- ¿Cómo os lo pasasteis?
- Pues bien, me llevó a un japones y luego me llevó a casa.
- ¿Y nada más?
- No.
- ¿Seguro?- Parecía un detective.
- Bueno, si nos besamos.- Mi hermana sonrió.- Pero eso no significa nada.
- ¿Cómo que no significa nada?
- Lena hay otro chico, trabaja conmigo y no se, me gusta. Estoy echa un lío, David es muy guapo muy buena persona pero también es tu cuñado. Si no tuvieseis nada que ver probablemente la cosa cambiaría, pero mezclar todo. ¿Y si sale mal? Es el hermano de Gabi, las cosas se podrían complicar.
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Mirame, ¿por qué no me quieres?
Teen FictionMi nombre es Giselle, pero todo el mundo me llama Gis. Estoy a punto de volver a mi casa y espero que todo siga igual a como lo deje hace 5 años.