Empezamos pintando el comedor, ya que, íbamos a tener que dormir en la habitación y si empezábamos por allí no se secaría. No caí en la cuenta, hasta que nos pusimos a pintar, de qué no tenía ropa que vieja para mancharla allí, mierda. Me quedé pensando que ponerme.
- ¿Qué pasa?- Se quedó mirándome con cara de no entender nada.
- Pues que no tengo ropa aquí y no se que me voy a poner para pintar.
- Pero eso se soluciona rápido.- Se quitó su camiseta y me la dio.- Ten.
- Gracias.- Dije algo confundida.- Pero te mancharás.
- Mejor, así tendré excusa para meterme en la ducha contigo.- Se acercó y me besó, cuando se separó de mi me mancho la cara con pintura.
-¡Oye!.- Cogí pintura y lo manché. Empecé a reírme. Él se agachó y cogió más pintura, entonces yo salí corriendo, pero fue inútil me pilló y me manchó.- Vale, está bien, me rindo.- Sonreí.- ¡A trabajar!
Empezamos a pintar, aunque en realidad más que pintar nos poníamos a jugar. Cada dos por tres se acercaba a mi y me abrazaba o me besaba, así no hay quien se concentre. Cuando llevábamos medio comedor pintado.
- ¿Tienes hambre? - Le pregunté.
- Pues si.- Se acercó a mi insinuándose.
- ¿Qué prefieres pizza o chino?- lo aparte con la mano.
- Nosotros nos distinguimos por comer bien ¿eh?
- Bueno, es que no tengo comida aquí todavía.
- Llamo yo, ¿chino?
- Vale.
Cogió el teléfono y llamó, encargó la comida y volvimos a pintar. Justo cuando acabamos de pintar una pared sonó el timbre, era la cena. La cogí y pegué.
- Que hambre.- Dijo Álvaro se acercó y me besó.
Cenamos y volvimos al trabajo. Acabamos de pintar el comedor a las 2 de la mañana. Álvaro estaba lleno de pintura por todas partes.
- Así no te metes en mi cama.
- ¿Y qué quieres que haga?
- A la ducha.- Me puse en plan dictadora y le señalé el baño.
- ¿Ahora? son las 2 de la mañana.- Refunfuñó.
- Si quieres dormir en mi cama esa es la condición.- Me metí en el baño y al ver que yo me metía el me siguió rápidamente.- Pero tu no decías que era muy tarde.
- Ya pero es que lo he pensado mejor y no quiero dormir en el suelo.- Me quitó la camiseta y me metió en la ducha.
- Eso sera.- Sonreí y me tire sobre él.
A la mañana siguiente, me desperté y Álvaro seguía durmiendo. Intenté no despertarlo y me fui a hacer el desayuno, no había mucho, solo los cereales que había comprado y el café. Así que lo hice. Eran las 8 de la mañana, cogí mi café y me asomé a la ventana. El sol ya estaba fuera y hacía un día precioso. Me giré y Álvaro estaba detrás de mi.
-Buenos días.- Me besó en la mejilla.
- Buenos días. ¿Café?
-¿Hoy no vas a salir corriendo? ¿no?
- No, hoy me tienes durante todo el día.
- Bien.
Desayunamos y nos metimos en la habitación a pintar, era lo único que nos quedaba. A medio día acabábamos de pintarla.
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Mirame, ¿por qué no me quieres?
Teen FictionMi nombre es Giselle, pero todo el mundo me llama Gis. Estoy a punto de volver a mi casa y espero que todo siga igual a como lo deje hace 5 años.