Te miro, si que te quiero.

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Estuve dos semanas en el hospital. Álvaro se quedó a dormir todas las noches y solo se separó de mi lo necesario. Cuando me dieron el alta regresé a casa, a mi casa, junto al hombre al que amaba. Poco tiempo después llegó la citación de los juzgados para el juicio en contra de Anna, mi padre y mi hermana se ocuparon de todo. Asistí al juicio sola para mirar a la cara a Anna y decirle que seguía aquí y con él. En el fondo me daba lástima. Solo era un mujer demasiado enamorada del hombre equivocado. Bueno, enamorada, mejor dicho obsesionada.

- Anna de la Fuente, imputada por los cargos de intento de homicidio contra Don Álvaro Casas y de intento de asesinato contra la señorita Giselle Lara Oliver. La resolución por estos cargos es la siguiente. A la acusada  Doña Anna de la Fuente se le impone una sentencia de cinco años de cárcel por los cargos de intento de homicidio, también se le impone una condena de diez años de cárcel por intento de asesinato. Además de una indemnización por los daños morales causados a la señorita Giselle Lara Oliver de diez mil euros.- El juez leyó la sentencia, la habían condenado a quince años de cárcel, seguramente de los cuales cumpliría como mucho cinco y saldría con la condicional.

 Hacia seis meses de la pesadilla, todo había pasado. Anna estaba en la cárcel y yo seguía en casa con Álvaro. Estos seis meses habían sido de locura, comidas con la familia cenas con los amigos. Lo mejor de todo era esta de vuelta en casa, con mi gente. 

Ese día cuando me desperté vi la cara de Álvaro junto a la mía y me quedé mirándolo. Recordé todo lo que habíamos pasado. Como nos habíamos enamorado. La verdad nuestra relación había tenido muchos altibajos pero eso ahora daba igual por que estaba con él. Recordé lo que sentí cuando Lena me llamó y me digo que había tenido un accidente. Empecé a llorar, pero no era de tristeza sino de emoción de estar donde estaba, con él. De haber llegado hasta aquí juntos. Él se despertó.

- Buenos días.- Le dije nada más abrió los ojos.

- Hola, amor.-Me abrazó.- ¿Por qué lloras?- Me limpió las lágrimas.

- No es nada. Sabes una cosa...

- ¿Qué?

- Te quiero.

- Yo también.- Me besó.

 Nos levantamos de la cama y fuimos a la cocina. Mientras Álvaro preparaba el desayuno mi móvil empezó a sonar. 

- ¿Si, dígame?

- Gis soy Ella.

- Hola Ella, ¿quieres hablar con Álvaro?

- No solo llamaba para decir que ya estamos aquí y pediros un favor.

- Vale.

- Esta noche es nuestro aniversario, el de Will y mio, y Ashley se iba a quedar con mis padres pero ellos tienen una cena de negocios...

- Si, se puede quedad aquí.

- ¿Seguro?

- Si, tranquila. Traela después de comer.

- Ok, muchas gracias.

- De nada, adiós.

- ¿Quién era?- Me preguntó Álvaro.

- Tu hermana. Tu sobrina se queda a dormir.

- ¡Oh!- Sonó a decepción.

- ¿Teníamos planes?

- No, pero después de esta semana de cenas quería pasar la noche contigo asolas.- Se acercó y me abrazó.

- Pues lo siento pero otra vez será.

Mirame, ¿por qué no me quieres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora