Una baja muy larga.

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Me levanté, estaba de baja no tenía nada que hacer en todo el día, Richy vino y desayunamos juntos y yo pase el resto del día dando vueltas por mi casa, comí sola y me tiré en el sofá a ver la televisión, me quedé dormida. El timbre me levantó con un sobresalto. Me levanté y abrí.

- Hola.- Era Álvaro.

- ¿Qué haces aquí?- Dije sorprendida.- Tu pitbull sabe que te has escapado.-  Me dirigí hacía el sofá y me senté.

- Anna no sabe nada y me da igual lo que ella opine.-Se sentó a mi lado.- Tenemos que hablar.

- No creo que tu y yo tengamos nada de que hablar.

- Necesito saber, ¿como estas?.

- Pues bien, no me ves.

- Gis, ¿qué te paso? ¿por qué estuviste en el hospital? No me creo que fuese una simple anemia y vi la sangre en el aseo.- Mi cara cambió radicalmente.

- Pues siento decepcionarte, pero simplemente es una simple anemia y la sangre sería por el golpe que me dio tu pitbull.

- Por favor deja de hablar de Anna ya, yo he venido a hablar de ti y de mi.

- Pero es que no existe un tu y yo, Álvaro. Tu sólito te encargaste de romperlo.

- Gis, no me hagas esto mas difícil, por favor.- Se giró y me cogió de la mano.- Te quiero.

De repente sonó el timbre, salvada por la campana. Me solté de la mano y me levanté a abrir. cuando abrí al puerta y vi quien era no me lo podía creer.

- Parece que tu pitbull te ha encontrado.- Álvaro pegó un salto del sofá.

- Solo he venido a advertirte no te vuelvas a acercar a Álvaro.

- Entonces dile a tu queridísimo novio que no me acose.- Abrí mas la puerta y Anna vio a Álvaro allí de pie.

- Álvaro.

- ¿Qué haces aquí, Anna?

- Ahora si no os importa estoy cansada y no tengo nada que hablar con ninguno de los dos.

- Gis, por favor.

- No no tengo porque escuchar tus mentiras y mucho menos las amenazas de esta. Fuera de mi casa.

- Anna, largate. Te dije que no quiero volver a verte.

- Tampoco tengo que aguantar vuestras peleas de enamorados, así que adiós.- Les cerré la puerta en las narices.

Entonces me resbalé por la puerta y  rompí a llorar, siempre que hablaba con Álvaro acababa llorando y no lo entendía porque era la persona de la cual estaba enamorada.

***

Álvaro no volvió a aparecer por mi casa, mi baja paso inadvertida, prácticamente no salía de casa, solo para ir a la revisión, no volví a ver a Álvaro. Ya estaba embarazada de dos meses y medio, no se me notaba y el médico me dijo que saliera a tomar el aire que no estuviera en casa encerrada todo el día.

Así que Richy y David vinieron a por mi y nos fuimos a tomar algo a un terraza de Barcelona. David ya sabía que estaba embarazada y la verdad no se lo tomó a mal. Estaba bastante ilusionada, él sabía todo lo que había pasado con Álvaro y lo de la cabaña, ni si quiera me preguntó si el hijo era suyo porque enseguida supo de era de Álvaro. David era increíble todas las noches me traía la cena a casa y traía un película, me estaba mimando muchísimo y yo le estaba agradecida.

 Estuvimos en la terraza tomándonos algo, y en un momento dado se nos acercó un chico que nos pidió fuego pero allí no fumábamos ninguno, el único que fumada era Héctor que estaba en París, otra vez.

Mirame, ¿por qué no me quieres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora