Cuando salí a la parte posterior de la casa me olvidé del enfado y de todo lo ocurrido, solo el simple hecho de ver a Álvaro allí, la mesa, las velas, las flores todo era tan, tan... Y pensar que hace dos minutos estaba indignada por lo que acababa de hacer. Ahora entendía todo, seguramente estaba compinchado con Laura, cuando la vea la voy a matar. Al final reaccioné y me moví de la puerta. Llegué hasta él.
- ¿Qué es todo esto?
- Bueno es que creo que debo recompensarte por haberte dejado plantada esta noche. ¿Tienes hambre?
- Si.- Se comportó como un caballero me retiró la silla de la mesa.- ¿Estamos solo?
- Si, solos y con toda la casa para nosotros durante esta noche.
- ¿Pero, esta casa...?
- No te preocupes por nada tu solo disfruta de la cena.
- También disfrutaré de la compañía.
Cenamos y mientras comimos me contó lo difícil que había sido librarse de mi y lo loca que estaba Laura. La cena fue increíble.
- Se nota que no has cocinado tu.- Me reí.
- Que graciosa. ¿Postre?
- Bromeas, no puedo mas.
Se levantó y cogió un plato.
- Entonces, ¿qué hago con esto?- Cogió un plato que tenía un soufle con una pinta.
- Esta bien pero solo un poco. Acercó el soufle y yo cogí una cucharada.- Por cierto, no me has dicho a que se debe todo esto, porque que yo sepa no es mi cumpleaños, ni mi santo, ni nada.
- Ya te lo he dicho, necesitaba compensarte por dejarte allí plantada.- Lo miré con cara seria.- Además es, casi, nuestra última noche aquí, porque la de mañana no cuenta y quería que fuese especial antes de volver al trabajo, con la familia, quería un momento para ti, para mi, para nosotros solos.
No lo pude evitar me levanté de la mesa, me acerqué a él y lo besé intensamente.
-Te quiero.- Le volví a besar.- ¿Vamos a dar un paseo? Me apetece mojarme los pies en el mar.- Él intentó que no me fuese de allí, pero yo salí corriendo.- Venga, ¿a qué tienes miedo?.- Grité.
Salió corriendo detrás mio y al final me alcanzó, yo ya estaba en el agua y él me levanto del suelo. Me besó.
- Estas preciosa hoy.- Yo le sonreí. Me bajo al suelo.- Cariño, verás, esta cena...- Yo lo miraba con cara de no entender nada.- Verás, si que hay una razón para todo esto...
- Cariño, mírame, ¿qué ocurre?- Respiró profundamente.
- Amor, tengo un pregunta que acerté.- Asentí con la cabeza, él se acercó mas a mi.- Cariño, ¿quieres casarte conmigo?
Me quedé en blanco, nunca pensé que él fuera de los que se casan es que no tenía pinta de eso. Pero rápidamente reaccione y me abalancé sobre él. Nos caímos al agua y empecé a besarlo.
- ¿Eso es un si?- Me pregunto.
- Por, supuesto.
Nos fundimos en un beso.
- Estas empapada.
- Tu también.- Nos reíamos.
Él me levantó, me llevó en brazos hasta la habitación. Con la emoción ni si quiera me había puesto el anillo.
- ¿Puedo?
- Si.- Me puso el anillo y me besó.
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Mirame, ¿por qué no me quieres?
Teen FictionMi nombre es Giselle, pero todo el mundo me llama Gis. Estoy a punto de volver a mi casa y espero que todo siga igual a como lo deje hace 5 años.