It's So Izzy |Guns N' Roses|

CAPÍTULO 8 -DESDE QUE NO TE TENGO

El tan ansiado viernes llegó y con él todo el estrés previo a mis vacaciones en España. Por la mañana estuve en el instituto, pues era mi graduación. Fue un acto muy sencillo, nos dieron nuestro título y después toda la clase nos hicimos una foto grupal con nuestro tutor. Después, ya por la tarde, estuve arreglando el equipaje que llevaría para pasar todo el verano en España y mi traje para el baile de la noche. Por haber pasado casi toda la tarde con los preparativos para mi viaje, llegaron las seis y no me quedaba casi tiempo para arreglarme para la fiesta.

—Vamos Mandy, date prisa o llegarás tarde a la fiesta —me llamó tía Molly desde su habitación.

—No puedo, no sé qué hacerme en el pelo.

—Ven a mi habitación, anda. Te ayudaré.

Corrí a su habitación ya con el vestido puesto, teniendo cuidado con no romperlo o tropezar. Llevaba los zapatos de tacón en la mano para poder moverme con mayor libertad. Me senté en su tocador y ella comenzó a peinar mi ondulado cabello, algo que me relajó. Aún quedaba media hora para que Billy y Jeff vengan a recogerme para ir a la fiesta.

—¿Estás nerviosa? —preguntó tía Molly mientras me recogía el cabello en un moño.

—Sí, bueno, un poco —sonreí.

—Vamos tranquila, seguro que te lo pasas muy bien. Además, Billy y Jeff van a estar contigo toda la noche.

—Lo sé, mientras esté con ellos estaré bien.

—Por cierto Mandy, ¿les has contado lo de la beca? —me indicó que girara la silla para maquillarme.

—No, todavía no.

—Se lo contarás hoy, ¿no? —insistió.

—Sí, pero no sé cómo lo tomarán. En cuanto venga de España empiezo las clases —murmuré.

—Oh, vamos Mandy, te vas a ir a Salt Lake City. Utah no está tan lejos, puedes ir en autobús o en coche si te sacas el carnet de conducir. Te pueden visitar y quién sabe, a lo mejor se quieren ir a vivir allí —contestó sonriendo.

—Sería una buena idea —me miré en el espejo—. Vaya, me encanta el peinado. ¿Alguna vez has considerado ser peluquera?

—No, me conformo con ser abogada. El olor de la laca me marea —admitió riendo.

Tía Molly bajó la escalera cuando escuchó que alguien tocó el timbre. Abrió la puerta y eran Jeff y Billy, los dos iban de punta en blanco. Tía Molly les dejó pasar mientras que yo cogía mi cartera y me aseguraba que iba bien para la fiesta. Bajé la escalera y los dos se me quedaron mirando sonriendo.

—Mandy, estás... muy guapa —dijo Billy sonriendo algo ruborizado.

—Cuidad bien de ella, ya sabe que no puede llegar muy tarde, su vuelo sale a las ocho y no puedo cargar con ella a cuestas hasta el aeropuerto —Billy y Jeff rieron.

—No te preocupes, nosotros somos unos caballeros y no vamos a dejar a esta dama sola —contestó Jeff galante.

—Vamos señor Isbell, se nos hace tarde —me agarré a su brazo y al de Billy.

—Esperad un momento que os hago una foto —tía Molly fue a por su cámara a la sala de estar.

Tras tomarnos una foto nos fuimos hacia la casa de uno de los chicos más populares del instituto donde se celebraba la fiesta. Era extraño ver a aquellos dos chicos tan elegantes. Billy llevaba un traje blanco con una camisa rosada, corbata y zapatos negros y una rosa roja en la solapa de su chaqueta. Jeff llevaba un traje negro con camisa blanca, corbata negra y zapatos de charol negros.