CAPÍTULO 33 -NO LLORES

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La tarde pasó rápida junto a mis viejos y nuevos amigos. En las escasas horas que habíamos pasado juntos ya había logrado conocer algo de cada uno de ellos. Eran muy distintos entre sí, quien no les conociese no pensaría que aquellos cinco muchachos podrían hacer algo juntos y bien, pero estaban muy equivocados. Juntos eran una explosión de ritmo, pasión y rabia, como si el mismísimo dios estuviera dando un concierto en el cielo. Y eso solo habían sido los pocos minutos en los que habían ensayado antes de salir hacia el bar.

Tras una buena ducha me arreglé para la ocasión. Unos tejanos oscuros, una blusa negra ceñida y unos tacones también negros completaban mi atuendo. No me maquillé demasiado, no había necesidad de ir muy llamativa. Me dejé el pelo suelto, una cascada de rizos caía por sendos hombros. Cuando me terminé de arreglar fui a la sala principal, donde Jeff y Slash esperaban al resto. Los dos jóvenes me miraron de arriba a abajo, aunque Slash un tanto más descarado. Le miré algo extrañada y él me miró sonrojado al ver que le había descubierto.

—Estás muy guapa, Mandy —dijo Jeff rompiendo el tenso silencio de la sala.

—Gracias, tú también —respondí casi sin pensar.

No era ninguna mentira, pues Jeff iba muy guapo, estaba realmente atractivo. Aunque tanto él como Slash llevaban maquillaje, su pelo bien peinado y su acertada combinación de ropa le hacían resaltar. Al poco rato Steven, Duff y Billy entraron en la sala. Me fijé sobretodo en los dos últimos, quienes además de llevar maquillaje, se habían cardado el pelo. Y aún peor, Billy llevaba una falda con un estampado que imitaba al tartán escocés. Menos mal que era más larga que un kilt.

—¿Qué te parece mi atuendo, Mandy? —me preguntó Billy.

—¿Peculiar? No sé Billy, no pensaba que esto era lo que se llevaba por la zona. Ahora me siento como si fuera a un concierto de Rick Astley —contesté mirando mi ropa.

—No te preocupes por eso, las mujeres de bien visten así. No querrás vestir como una junkie, ¿no? —cuestionó Billy.

—No, la verdad es que no.

—Queremos destacar y con esta imagen ya te digo que lo vamos a hacer —comentó Duff.

Los seis reímos y acto seguido salimos del apartamento. En el bar tenían instrumentos para los chicos, por lo que no era necesario llevar los suyos allí. Anduvimos hacia el bar mientras hablábamos sobre el inminente concierto. No parecían nerviosos, estaban muy tranquilos y seguros, decididos en lo que iban a hacer. Tal vez eso era parte de su esencia, el no dejar que nada turbe su atmósfera.

Al llegar al bar el guardia del local nos escoltó hasta los camerinos que habían preparado para los chicos. Les acompañé hasta allí pues Billy me iba a mostrar el sitio desde donde iba a presenciar el concierto. Estaba justo frente al escenario, era el mejor sitio de todos. A mi alrededor había muchos jóvenes que, al igual que yo, estaban esperando a que empezase el recital debut de una banda prometedora. Me quedé sentada con una copa de tequila en la mano. Los chicos ya estaban en el escenario poniendo a punto sus instrumentos. De vez en cuando Jeff me dedicaba miradas furtivas a través de su espeso flequillo negro. Se le veía muy concentrado, sabía que aquel concierto era importante.

A los pocos minutos el dueño del bar subió al escenario para presentar a los chicos. No eran famosos, pero tampoco eran la típica banda que tocaba versiones de los clásicos del rock. Ellos eran Guns N' Roses y habían subido al escenario para conquistarlo con sus canciones. Empezaron con algunas canciones propias, Billy no paraba de moverse por el escenario bailando hacia los lados. El público, en especial las chicas jóvenes que no paraban de babear con mi peculiar amigo, estaba como loco con la actuación. Con un par de canciones ya se habían metido a la audiencia en el bolsillo, y eso que aún quedaba lo mejor.

It's So Izzy |Guns N' Roses|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora