Cap. 44

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Bien, creo que si no me muero justo ahora sería una muy mala decisión de mi cuerpo. No quiero una maldita discusión entre estas personas. Es decir, no tengo idea del porqué ellos me ven así, de esa manera.

Por Dios, ¡No soy un trofeo o algo que lucir, imbéciles!

Creo que toda mi vida he tratado de que mi vida gire entorno a todos. Pero que también gire en torno a mí, supongo.
He vivido toda la vida creyendo ser una persona.... Por así decirlo buena. Me encanta todo lo que hago, eso sí.

Pero justamente hoy, justamente ahora, sólo quiero morirme. ¿Qué mierdas va a pasar ahora? Es decir, aquí hay tres personas, cuatro personas, me corrijo, que están buscando la manera de buscar una discusión.

¡Se supone que han venido a todo lo contrario!

Pero no, tenía que venir yo para que todo esto se fuese a la misma mierda, ¿Cierto? La vergüenza me carcome. No lo puedo creer. Christian está mirando de mala manera a Nicholas sólo porque me estaba tomando del codo.

¡Y eso qué!

Lo peor no es eso, no, sino que el idiota éste no puede mentir, o quizá decir la verdad, no lo sé pero si no habla rápido voy a morir, eso sí, estoy más que segura de ello.

Christian le sigue mirando, esperando una explicación para lo que ha visto. Yo sólo puedo respirar profundo e irme de allí, hasta la puerta del salón para que sigan con sus estupideces.

- No tengo todo el día para que pretenda hablar. Hablé ahora o tendremos serios problemas. Usted tiene que tener una muy buena explicación para estar avisando a mis empleados ¿No cree? -espeta un tanto molesto -aún estoy esperando a que decida hablar, Smith.

- No sé si no se lo ha dicho, o es que no ha visto en historial de la señorita Sullivan, pero ella ha trabajado antes conmigo, en mi empresa, como mi secretaria. También ha trabajado con Reymond, por esa razón la he tomado del brazo, me pareció sorprendente que esté trabajando para su empresa.

- ¿Qué pensaba? ¿Qué ella no era lo suficientemente buena para tener otros trabajos? Escuche bien, usted no tiene derecho a entablar una conversación que no sea profesional con mis empleados y si lo hará, que sea al fin de la jornada laboral ¿Ha entendido?

- ¿Qué? No me diga que le interesa la señorita Sullivan para estar hablando así de ella, defendiéndola -dice divertido -Bueno, como sea, vamos a lo que hemos venido -dice para luego suspirar. Camina hasta su asiento y me mira de manera de sorna antes de dirigirse a Reymond -siéntate Reymond, que necesito terminar con esto de una vez por todas.

Observo a Christian que se mantiene en su mismo lugar con la mandíbula tensa y creo que se está conteniendo de hacer algo. Pero... ¿Qué?

Suspiro mirando cómo luego de tomar aire, deja de tensar un pico la mandíbula y trata de estar normal mientras camina hasta su lugar correspondiente en la gran mesa.

Sí, hermoso que todos estén sentados mientras yo esté parada en la puerta. Camino hasta el asiento que está al lado de Nicholas, que es único vacío si no quiero quedarme muy atrás. Pero antes de que yo pueda sentarme, Christian habla dirigiéndose a mí.

- Señorita Sullivan, como mi secretaria debe de estar al lado mío, no de otros -habla con voz dura. -.

Me dirijo a la silla donde me han puesto. No entiendo a mi jefe, sinceramente. Agh. Pero, en realidad, ¿Quién entiende a sus jefes? Creo que deberían como que hacer un libro "¿Cómo entender la bipolaridad de los jefe?" o algo así...

La Junta se basa en hacer que las dos compañías lleguen a un acuerdo, pero no que lleguen a ser socios en sí. Realmente no lo estoy entendiendo muy bien. Eso de la publicidad no es como si vayas a ser un buen socio o algo así. Aún así luego se separan. Pero es que nunca había visto esto de no tener problemas pero no ser socios.

¡O es una o es la otra!

Pero nada podemos hacer para que ellos lo vean de esa forma. Todos de vez en cuando me miraban. Creo que todos me están acorralando.

El Sr. Foster me ve como si no aguantará más hablar conmigo acerca de Marlie. Y es que hemos hablado un par de veces. Pero aún no tenía idea que era socio mayoritario de ésta maldita empresa. Sé que desea que esto acabe para hablar conmigo.

Luego está Nicholas que no deja de mirarme a mí porque al parecer tengo muchas diferencias esta vez que me ha visto. Parece que mis pechos también porque es lo que más ve. Pensar que me los ha visto.

Luego está Reymond. Sinceramente, no sé qué tanto me mira si al final tampoco hice tanto con él. Quizá porque era real lo que decían en la empresa cuando chismeaban en los baños. Él intenta verme a los ojos, igual que el señor Foster.

Luego está Christian que trata de que no parezca pero sé que me está mirando de reojo algunas veces. A él no le entiendo por qué me está mirando. Supongo que para cerciorar que no estoy mirando a ninguno de los demás. Pero no lo sé, no lo creo.

~*~

Un par de horas después, hemos terminado y Christian me llama antes que siquiera alguien pueda llamarme. En silencio le agradezco. No estoy lista para hablar con ninguno de ellos. Pero necesito hablar rápido c y n Lee para decirle que he visto a ese hombre aquí.

Aunque algo me dice que ella ya sabía que él era socio en esta empresa.

Cuando ya estoy en mi puesto, trato de no mirar a los lados, aunque es lo más que quiero. En cualquier momento alguien puede salir y tengo algo de... Miedo.

Cuando siento que es el momento, me levanto de mi asiento y rápidamente voy al tocador de mujeres. Que es sencillamente mío ya que es obvio que nadie más lo usa. Soy la única mujer aquí arriba. Por tanto es un poco más pequeño que los demás del edificio.

Cuando estoy dentro, abro cada cubículo para saber qué nadie está aquí dentro y no puede haber un cotilla o chismoso que hable de esto en el edificio entero. Busco mi móvil y rápidamente voy hasta la puerta para revisar que no haya nadie. Cuando estoy más que segura, llamo. Al quinto timbrazo lo toma.

- Hola, Lexie.

- ¿Sabes que tu maldito ex es uno de los socios de esta empresa, no?

- Bueno, algo sé de eso pero no sabía que era taaan socio. ¿Por qué, lo viste?

- ¿Que si lo vi? ¿Que si lo vi? -río sin gracia y sacó la cabeza para estar muchos más segura de que no hay nadie que me oiga-.

Es estúpido, es como si estuviera haciendo algo ilegal... Ugh.

- Pues eso mismo es lo que te he preguntado. Pero por la risa sarcástica, creo que sí. -ya me la imagino comiéndose las uñas para luego dejar de hacerlo porque la manicura se le va a dañar y luego se ve las uñas a ver si se hizo mucho daño. Ruedo los ojos ante mis pensamientos -.

- ¿Crees? Estuve con él en la misma sala, en el mismo salón. No me dejaban de mirar, él junto con los demás. Gracias a Dios que mi jefe me ha llamado antes que alguno de ellos se les ocurra...

- Espera, estás hablando en plural ¿Quiénes más estaban ahí, niña?

- Eso no te incumbe. No por ahora -me corrijo cuando ella ta un respiro donde sé que comenzará a hablar -cuando estemos todas juntas hoy, lo voy a decir, mientras tanto, te esperas igual que todas. Te dejo que tengo trabajo.

Antes que ella diga algo ya había colgado. Me miró en el espejo y respiro profundo. Maldita vida.

Esa es Lexie cuando está toda avergonzada. Ufff. Hasta yo lo estaría. Voten y comenten.

Las amo. ♥♥♥♥♥♥♥♥

Besos psicológicos

Maldito Jefe © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora