Cap.60

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Y no fue un sueño. Fue todo menos eso. Fue una realidad.

Despierto cuando un sonido llega hasta acá. Frunzo el ceño. ¿Es eso un piano? No lo sé, pero lo voy a averiguar. Camino hasta la sala de estar, que es a donde me ha guiado el sonido. Cuando veo qué es lo que está pasando, me quedo en shock.

Christian está tocando el piano con los ojos cerrados. Sintiendo las emociones que la melodía genera. Parece estar soñando con alguien, o algo.

Los celos se apoderan de mí cuando le veo acariciar una foto. ¿Es esa la foto de la mujer que él ama? ¿Quién es ella? Una lágrima estúpida se resbala por mi mejilla y no sé porqué. Yo no tengo idea de quién sea ella. Y la verdad, no creo que quisiera.

Quizá por la melodía que me llegó al corazón. El piano y el violín son los instrumentos que más sensaciones te dejan sin ser tú quien los toque.

Camino de regreso a la habitación y me baño para luego salir a por un poco de ropa. Cuando me visto, salgo nuevamente hasta donde lo había visto, pero no está ahí.

Y es cuando veo la puerta principal medio abierta. Me muerdo el labio ¿Y si me atrapa? Bueno, no importa, haré un esfuerzo.

Camino hasta allí de puntitas. Y creo que Dora la exploradora me enseñó bien cuando estaba pequeña. Me siento una ladrona o un agente del FBI. O de lo que sea, los WATS o los demás. Luchan contra el crimen y punto.

Cuando estoy a punto de cruzar la puerta, siento que me tocan el hombro y maldigo en mi mente. Me volteo y siento alivio por el hecho de que no sea mi Jefe sino, una de las personas que aparecen empleadas. Creo que está es de la cocina.

- ¿Señorita, qué pasa?

- Emm hola, ¿Cómo estás? -sonrío falsamente -Emmm, quiero ir a mi casa. Gracias por la hospitalidad, se los agradezco mucho, pero debo irme de aquí porque mi padre y hermano casi se van del estado y quiero estar con ellos. ¡Adiós!

- Pero el señor dijo que...

- No importa -la interrumpo -, yo me voy. Nos vemos luego. Gusto en conocerte -digo atropelladamente para luego irme de allí -.

Sí, esto es vida. Cualquiera con medio dedo de cabeza llegaría a saber que las personas cuando está nerviosas o apuradas hablan así. Y yo estoy de las dos maneras.

Sigo por el jardín delantero y esto es...

- Wow, esto es enorme. ¿Cómo saldré de aquí?

Camino hasta un árbol cuando veo que se acerca un auto. ¿Ese es el de mi Jefe o el de su hermano?

Pues no sé, pero es que son iguales. Cuando estoy segura de que no me verá si salgo, lo hago.

Camino unos cuantos pasos y luego de que estoy segura de que nadie me ve, comienzo a correr descontrolada-mente. Sigo hasta el puertón que hay allí donde estaban los policías y eso.

Me dirijo hasta allá y cuando llego, llamo al hombre de la cazuela esa.

- Hola -digo con voz agitada -.

El hombre me ve con desconfianza y recorre mi cuerpo de arriba a abajo. Su mirada cambia a una lujuriosa y niega con la cabeza. Por Dios, ¡ Que no ven mujeres nunca o es que soy tan impresionante!

- ¿Quién es usted?

- Tu padre -digo con voz grave. Él me mira mal y no puedo evitar soltar una risita. Es tan idiota-. Soy Alexia Sullivan y he venido ayer en el auto de Christian Evans. Hoy tengo que irme. Volveré luego -miento, pero continúo-, porque ahora mismo estoy tratando de llegar a tiempo hasta el aeropuerto para ver a mi padre y hermano que seguro me están esperando. ¿Podria darme dinero para pagar un taxi?. Luego llamo a Chris y le digo que se lo devuelva lo que me presta -¿Chris? ¡Dios, qué falsa soy!

El hombre, inseguro, saca dinero de su bolsillo y me lo entrega. Yo le sonrío inocente y camino hasta la salida. Él abre el puertón y rápidamente salgo. Tomo un taxi y me subo. Le doy la dirección y me encamino hasta mi casa.

Cuando llego, están todos mis conocidos allí. Mi padre, mi hermano con Astrid, Lee, Kourt y la innombrable. Frunzo el ceño y bajo del auto.

- ¡Hola! -corro hasta papá que me ve conmocionado y comienzo a llorar. Necesitaba un abrazo de él y no sabía cuánto hasta ahora -.

Él me abraza aún en estado de shock y yo lo sigo sin importarme quién nos ve. Las lágrimas están por mis mejillas y las aparto con las manos. Dejo de hipear y abrazo más fuerte a mi padre.

No quiero soltarlo nunca jamás.

Las lágrimas mientras más las quito, más salen y me enoja pero no puedo retenerlas. Quiero gritar y tengo impotencia retenida. Mi padre está preocupado y no me gusta eso.

Me separo poco a poco de él y me vuelvo a limpiar las lágrimas. Me vuelvo y veo a mi hermano mirándome y corro hasta él para abrazarlo de nuevo. Sí, quería un abrazo suyo también. Allí si lloro, porque sé que él estaba tratando de hacer que mi padre no se preocupe tanto por mí y él estaba igual o peor que él. Sollozos salen de mí y trago saliva.

Minutos después, estoy más calmada y volteo, allí están mis amigas. Abrazo a Astrid por un tiempo y luego camino indecisa hasta las demás. No sé si me han perdonado ya, pero no importa. Aún así las abrazo.

Cuando las he abrazado a cada una por separado, hago abrazo grupal y suspiro.

- Lo lamento mucho chicas. En serio, perdóname, Als. Sé que estuve mal, pero es que comprenderme, no creo que sea la peor reacción aunque la relación que tuvimos no fue la más formal o quizá la mejor. Si ustedes quieren estar juntos, no me importa chicos. Sólo quiero que sepas que te quiero y que si se quieren, pueden ser feliz.

Ella vuelve a abrazarme y se siente bien estar entre sus brazos. Les sonrío a todos y luego de unos minutos, entramos hasta la el edificio. Sí, todo ese drama pasó en la calle.

****

Despierto por el sonido estúpido de mi móvil. ¿Quién me llamaría a esta hora? Es de noche y estoy segura que papá aún no ha llegado. Es muy temprano.

Tomo el móvil entre mis manos y reviso que tengo. Unas treinta-y-ocho llamadas perdidas de la empresa.

Creo que alguien me extraña, pero no volveré allá. Siquiera iré a dar mi renuncia. Me quedaré aquí hasta que quiera.







Hola, este capítulo es del largo normal del que hago. Ahora mismo no estoy en disposición para hacer los dos restantes pues el móvil está en 21% y casi se descarga.

Mañana haré los que falta si puedo. Además no vi los completos aún 30 votos. Aún así soy buena persona. Nos vemos luego que tengo sueñito.

Besos psicológicos.

Maldito Jefe © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora