Protégeme ~ Sasusaku

Capitulo 40. ♡

- ¿Ah no? - Sakura le acarició la entrepierna, tan sensualmente que hasta ella misma se sorprendió. Sasuke no pudo evitar gemir - ¿y esto que es?

- Oye, no te eleves tanto, tengo a una cola de mujeres que se pelearían por una buena cardada conmigo.

Sakura se rió a carcajadas.

- ¿Tanto te crees? - le espetó - Pues venga, ve haciendo que entren... me da igual. A ver si encuentras a alguna que te sacie.

Se giró y se metió en su habitación, dejando a Sasuke con la palabra en la boca. Él bufó de nuevo. La última caricia de Sakura no había ayudado nada.

La hubiera cogido en ese mismo instante, le hubiera arrancado el albornoz y se la hubiera metido hasta el fondo... hasta que se corriera, gritando su nombre, queriendo más.

Lo había puesto muchísimo... enfadada. Aun que pareciera extraño, Sasuke había pensado que era un encanto, cuando Sakura discutía. Sonrió poniéndose el jersey. ¿Qué no conseguiré meterme en la cama con ella? Eso ya lo veremos.

Se sentó en el sofá y encendió la tele. En ese preciso instante, llamaron a la puerta.

Sakura estuvo pensativa. Creyó que se había pasado, con Sasuke. Ella lo había provocado, había dejado que la masturbara... y luego ella no había hecho nada para calmar a Sasuke. Al contrario, había dado pie a una estúpida discusión.

Sasuke hacía mucho por ella... la estaba protegiendo, le había comprado lo necesario... hasta caprichos que ni ella misma se podría permitir. Debía disculparse. Tragarse su propio orgullo, le costaría lo suyo. Pero sentirse mal... por aquel hombre, era mucho peor.

Karin entró en la casa de Sasuke. Unas botas de charol, de tacón de aguja que cubrían hasta medio muslo. Una minifalda del mismo color... y del mismo tacto: a plástico. Que se le pegaba en la carne del deslumbrante culo. Y un top, también negro. Dejaba ver el ombligo, adornado con un piercing. El pelo rojizo le caía hasta por encima del pecho y las pecas salpicaban la cara y hombros. Los ojos se clavaron en Sasuke, mientras se sentaba en una silla. Tan natural, tan tranquila. Tan cabrona.

¿Por qué se había presentado así, tan simple? Si Sasuke ya sabía que ella lo quería matar.

Sakura salió, aun enrollada en un albornoz. Se apoyó en el marco de la puerta que daba al salón. ¿Una mujer? Oh, Sasuke no ha tardado en buscarse una... ¿una puta? Eso parecía. Se los quedó mirando. Ahora si que no estaba dispuesta a disculparse... Sasuke era un ninfómano o algo por el estilo. No había pasado ni quince minutos en que ella se situaba debajo de ese -fornido y excitante - cuerpo y ya estaba con otra mujer en casa. ¿Pero qué digo? Sasuke y yo no somos nada, él puede hacer lo que le dé la gana...

- ¿Qué quieres? - dijo Sasuke sentándose frente suyo.

- Vaya recibimiento, chico... - sonrió ella, cruzando las piernas - Me esperaba al menos un hola cariño.

- No te mereces tal bienvenida. - Sasuke arqueó la boca. - Kakashi habló con mi hermano.

- Mmh... ¿Itachi? Como me pone ese espía... no olvidare la noche que pasé con él... igual a la que pasé contigo. ¿Todos los Uchiha tienen que ser igual de buenos en ese aspecto?