DrewUna molesta y destellante luz consiguió despertarme por completo haciendo que mi ceño se frunciera por lo molesto que me resultaba, gruñí bajo y cuando mi cuerpo se movió, dispuesto a levantarme, vi una cabellera castaña a mi lado con sus hebras esparcidas por la almohada blanca. Me levanté despacio, enredándome con un par de prendas que yacían en el suelo.
Sentí el frío matutino recorrer cada centímetro de mi piel descubierta y tome los bóxer que estaban a un lado de mis botas. Miré a la castaña que aún seguía durmiendo tranquilamente pero se vio interrumpida por mi mano que movía su cuerpo insistentemente.
Sus ojos azules hicieron contacto con los míos y me miró molesta.—Vete.
Dije sin remordimiento, fastidiandome su presencia.
—¿Qué?—Me preguntó descolocada por mi petición y se levantó dejando a la vista su curvilíneo cuerpo que ya había conocido la noche anterior, pero me resultaba aburrido.
—¿No me oyes? Quiero que te vayas.
Repetí mientras tomaba un par de billetes de mi billetera, los cuales lance a sus manos, los tomó enojada y se dispuso a vestirse en silencio, lo cual agradecía.
—Eres un jodido idiota.
—Lo se, lindura. No es necesario que lo repitas—Le sonreí cínico, sin una pizca de remordimiento y vi como tomó su bolso con cierta molestia que no me preocupaba en lo mínimo.
Escuché como cerró de un solo golpe la puerta, que resultó fastidioso para mis oídos.
Jodida puta, maldije mentalmente.
Luego de casi demorar menos de quince minutos en la ducha y de disponer a vestirme, escuché unos estruendosos golpes en la puerta principal, tense mi mandíbula y abrí la puerta, fulminando a Parker que me miraba con su alegre y fastidiosa sonrisa.
—Hey, tío. Necesito que me acompañes a revisar mi coche—Me vio con cierta esperanza en sus ojos.
—No.
Murmure borde dispuesto a cerrar la puerta del apartamento, pero mi acto se vio interrumpido por su pie, que me impedía cerrarla y sin mi consentimiento entro como si nada a mi hogar.
—Oh vamos Drew, no seas tan amargado.
—No iré contigo, puedes ir solo—Le miré con el poco humor que podía expresar.
—Eres un quejica.
—Tú lo eres, idiota. Ahora largarte.
—¿Qué te pasa? ¿No has follado en días?—Me preguntó, tomándose la libertad de sentarse en mi sofá de cuero negro.
—Si te interesa mi vida sexual, déjame decirte que va perfectamente, ahora lárgate.
—Eh... calma hermano—Levantó sus manos en modo se rendición.
Rodé los ojos bufando, queriendo solamente largarme a mi habitación y seguir durmiendo.
—¿Irás conmigo?
—No.
—¿Por qué no?
—Porque es mi día de descanso. No pienso salir de aquí, joder.
Reclamé fastidiado por lo insistente que podía llegar a ser el rubio.
—Pero que amargado tío, no seas aburrido.
—¿Si voy contigo, dejarás de joderme?
—Si —Sonrió amplio, levantándose automáticamente del sofá.

ESTÁS LEYENDO
Hit Me © | Terminada |
Teen FictionBorde, controlador, impulsivo, arrogante y burlesco, aquel era Drew Hopkins, ese tipo de persona de la cual no quisieras enamorarte pero ¿Por qué?, porque es un grandísimo idiota, sin embargo, Halle vio algo mucho más allá de esa personalidad frívol...