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Deslice la palma de mi mano contra mi boca para intentar controlar los bostezos que salían de mis labios. Moví mis piernas inquietas mientras me disponía a tomar el celular entre mis manos, tenía un mensaje de Caroline pero sólo me estaba hablando de la horrible salida que tuvo con su pequeño hermano, reí a mis adentros mientras leía las barbaridades de cosas y quejas que tenía.

Levanté mi vista al escuchar el metal chocar, Drew llevaba un par de minutos levantando unas pesas y practicando en el gimnasio, la verdad nunca iba a comprender porqué siempre me quería aquí con él, porque siendo muy sincera ni siquiera le prestaba la suficiente atención y aún así él lo sabía.

-Cariño, ¿Podrías traerme la botella de agua?-así había sido todo el día mientras yo me sentaba sobre el estante de metal.

-Vale.

Tomé la botella dejando el celular a un lado después de haberle contestado el mensaje a Caroline y entonces baje caminado hasta las pesas, estire mi brazo dándole la botella pero no sin antes recibir un fugaz beso de su parte.

-Gracias, nena-Murmuró acercando la botella a sus labios y entonces podía ver las gotas de agua deslizarse por su cuello.

Sentía como mis ojos se cerraban y es que tan solo había salido de clases y Drew me había traído hasta aquí, quería una cama y dormir por horas, pero lo peor es que los bostezos eran incontrolables puesto que Drew los notó mientras soltaba una pequeña risa.

-Estas cansada. Lo siento, iremos a casa ahora-afirmó levantándose de la maquina de ejercicios y se acerco lo suficiente como para tomar mi cintura-. Sabes que las horas se me pasan realmente rápido cuando estoy acá.

-Lo sé, no te preocupes por ello, yo...

Iba continuar hablando pero Trevor entró a la sala de entrenamientos con intenciones de acercarse a nosotros.

-Lamento interrumpirlos pero, Drew te buscan.

Miré al pelinegro sintiéndose completamente ajeno a lo que escuchaba, comúnmente sólo yo venía acá sin avisar pero él nunca tuvo problemas con ello.

-¿Quién?

-No lo sé, sólo pidió verte.

Se encogió de hombros y entonces se retiró de la sala de entrenamientos. Drew me miró por un momento y entonces habló.

-Espérame un momento ¿De acuerdo?-besó mi frente con suavidad y desapareció por la puerta.

Me quede estática al medio del gran salón y entonces por mi cabeza se cruzaron un montón de opciones una de ellas era Megan, pero Trevor lo habría dicho ya que le conoce aunque quizás no quiso decirlo porque yo me encontraba. No, no creo que se trate de ella pero aún así no descartaba la opción de que fuera la pelinegra, después de la escena que había hecho en el apartamento la vez pasada.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuchaba la alzada voz de Drew venir desde afuera y entonces quise salir para ver la razón de sus gritos. Caminé insegura hasta la puerta y la abrí sin titubear.

-¡No iré a verle!-miré como Drew jalaba sus oscuros cabellos mientras caminaba en círculos como si se tratara de un león enjaulado.

-¡Drew ,es tu padre!-la voz de la mujer se escuchaba temblorosa y los ojos azules estaban inundados en lágrimas.

-¡No! ¡Ése hijo de puta no es mi padre!

Se detuvo a mirarla y entonces su cuerpo se veía encorvado por cada inhalación y exhalación agitada que daba.

-Se está muriendo, hijo.

Y fue entonces cuando mi cabeza hizo click, ella era su madre, la mujer que le había abandonado cuando sólo era un niño, se encontraba aquí, frente a Drew y entonces apareció aquel sentimiento de recelo hacía aquella persona.

Hit Me © | Terminada |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora