Estaba perdida, mis pensamientos estaban en otro sitio, exactamente en el sitio que menos quería recordar, el lugar que siempre pensé que estaba enterrado y que nunca sacaría a relucir a menos que sea completamente necesario, pero ahora lo era.
-Si no quieres decirme nada, no hay problema.
La voz ronca y afligida de Drew me hizo reaccionar y mirarle de la forma mas tranquila que podía. No quería volver a largarme a llorar otra vez, considerando que solo termine sollozando sin poder pronunciar palabra alguna, ahogándome con mis propias lágrimas.
-Quiero.
El murmullo inaudible que salió de mis labios me hizo impulsarme a decirle todo lo que llevaba guardado desde hace bastante tiempo, el único dolor que pude confiarle a mi madre.
-Kyle, era su nombre. Fue mi ex novio cuando tenia diecisiete, él era nuevo en la escuela y era un chico increíble, verdaderamente nunca había conocido a alguien como él, me inspiraba la confianza que ningún otro había podido-el tono melancólico de mi voz hizo que Drew aprisionara mi mano entre la suya y agradecí por ello-. Era todo perfecto entre él y yo, mis padres estaban maravillados con mi noviazgo. Estuve seis meses con Kyle, en los cuales ni siquiera tuvimos una pelea, era atento y amable, siempre fue muy cariñoso conmigo y eso me gustaba mucho de él.
Me detuve mirando la reacción de Drew pero éste solo se mantuvo en silencio escuchando el resto de lo que yo tenía que decir.
-Entregué todo a la persona que yo creí amar, pero fui tan tonta al no darme cuenta que solo me quería usarme como su juguete, él simplemente se fue y me hizo ver que nunca tuvimos nada importante, me dio a entender que yo nunca había significado nada. ¿Sabes lo mierda que me sentí? ¿Sabes lo tonta que fui?, creí, imaginé y sentí tantas cosas que fueron mentiras.
El quiebre irrevocable de mi voz me tenía con la sensación de escapar una vez más a toda la mierda en la cual me vi hundida. Vi como se levanto de un salto del sofá, su esbelta y atlética figura se paseó por mi silencioso salón en donde yo solamente me encontraba hecha un ovillo y un completo desastre de lágrimas y maquillaje esparcido por mis mejillas rosadas.
Su blanco puño se vio envuelto por los duros ladrillos rojos de la habitación, estaba furioso, lo estaba y quizás también lo estaba conmigo por no haberle dicho nada antes pero el miedo me tenía bloqueada. Estaba aterrada por su reacción y no pude dejar escapar un chillido al ver la fuerza descomunal con la cual golpeaba el muro sin parar, su mano sangrante me hizo darme cuenta de la fuerza que había utilizado, pero él ni se inmuto al ver su mano herida, volteó a verme y su pecho agitado subía y bajaba descontrolado, su mirada enrabiada me atemorizaba.
Me levanté de mi cómodo asiento cuando escuché como una pequeña figurilla se hacia trizas en la pared, corrí hasta su lado para intentar detener que destrozara mi apartamento, pero me vi arrastrada fuera de su campo de visión cuando arrasó con todas las cosas que estaban encima de la mesa de esquina. Mis piernas se movieron temblorosas hasta el pelinegro y le tomé del brazo para que me mirara.
-¡Basta! ¡Parad ya!-grité para llamar su atención o intentar hacerlo.
-¡No!
-¡¿Pero que vas a conseguir destruyendo mi apartamento?! Drew.
Le vi soltar el aire acumulado de sus pulmones y me arrastró a su agitado cuerpo, me abrazo asustado pero al mismo tiempo con una necesidad que me tranquilizaba y me daba a entender que no estaba molesto conmigo, que era uno de mis mayores miedo ahora.
-Perdón, lo sé, reaccione mal pero no puedo evitar estar así. Te quiero Halle, y me deja de la puta mierda saber que alguien te ha dañado, no me importa si ha sido hace diez o veinte años atrás, eso no cambia las cosas.
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Hit Me © | Terminada |
Teen FictionBorde, controlador, impulsivo, arrogante y burlesco, aquel era Drew Hopkins, ese tipo de persona de la cual no quisieras enamorarte pero ¿Por qué?, porque es un grandísimo idiota, sin embargo, Halle vio algo mucho más allá de esa personalidad frívol...