Cada movimiento, cada palabra y cada gesto que salía de mí, mi madre lo analizaba cuidadosamente que me ponía los nervios de punta. Incómodo era la palabra adecuada para asegurar cómo me sentía en ésta estúpida cena.
Casi apoye mi cabeza contra mi mano al escuchar la detestable conversación sobre mi estadía aquí en el edificio, desea levantar mis manos y gritar: "Hey, estoy aquí", hablaban como si yo fuera un fantasma. Mi madre se empeñaba en querer comprarme uno más lujoso que estaría mucho más cerca de la universidad. Tom simplemente se veía concentrado en la charla que se exponía. A veces creo que Mary debería dejar de preocuparse por cosas tan absurdas y sin sentido, era tan superficial.
—Halle, baja los codos de la mesa, es de mala educación—la voz de Mary resonó en mi cabeza, reprochándome tal cual una niña.
No sabía que tipo de mala educación era eso, pero lo encontraba realmente estúpido. Deje mi mano izquierda en mi regazo y jugué con mi tenedor, girando mi comida en el plato. Nunca deseé tanto que se fueran pronto.
—Siéntate bien, Halle.
Volvió hablar y le dí una de mis peores miradas. Estaba cansada de esta farsa.
—Eddy por favor deja ese maldito teléfono —volteó su mirada a mi hermano, que se mantenía enviándose mensajes con quién sabe quién, pero que puedo esperar, solamente tiene dieciséis años y está en esa etapa de rebeldía pura. Mi hermano menor miró a mi madre con desprecio y escuché como Mary murmuraba un par de reclamos en contra nuestra.
—Basta, esta es mi casa. Soy lo suficiente mayor para saber como comportarme, madre.
Exclame observándole y luego comprendí que la había jodido, nunca le había hablado de esa forma y ahora ella me veía con un gesto de sorpresa, sin poder creer lo que acababa de salir de mis labios.
—Lo siento—murmure avergonzada—. Iré a servir el postre. ¿Tom me acompañas?
Me levanté como un resorte mirando a mi novio que me seguía hasta la cocina y dejaba a mis padres junto con Eddy.
—Esto esta siendo un desastre—miré al castaño que se mantuvo en silencio al escuchar mis pensamientos.
Escuché como Tom aclaro su garganta y me vio fijamente—. No quiero que pienses que estoy a favor de tu madre, pero creo que deberías cambiarte de apartamento.
—¿Qué?—Susurre intentando asimilar lo que acababa de escuchar.
—Eso, Halle. Creo que deberías considerar la idea de mudarte.
Sus ojos impactaron de lleno con los míos, que le observaban decepcionados—. ¿Por qué?—cuestioné.
—Porque será lo mejor, además el ambiente aquí no es bueno.
Negué inmediatamente haciendo que mi ceño se frunciera levemente.
—Claro que no, a mi me gusta vivir aquí, la gente es agradable.
—Ya... como el idiota que vive al lado —habló entre dientes.
—Es por él. Por eso quieres que me vaya, creía que las cosas habían quedado claras, Tom.
Mi mano impactó en la mesa con cierta frustración.
—¡No puedo estar tranquilo sabiendo que ese imbécil esta cerca tuyo!
Ya no veía esa tranquilidad ni comprensión en su mirada. Sus manos se hicieron puños y una de ellas llegó a estrellarse contra un vaso que estaba encima de la mesa, haciendo que este se hiciera añicos contra el suelo.
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Hit Me © | Terminada |
Teen FictionBorde, controlador, impulsivo, arrogante y burlesco, aquel era Drew Hopkins, ese tipo de persona de la cual no quisieras enamorarte pero ¿Por qué?, porque es un grandísimo idiota, sin embargo, Halle vio algo mucho más allá de esa personalidad frívol...