Sábado por la tarde y mi única vestimenta eran unos pantalones grises que sólo conseguían sujetarse a mis caderas y tobillos, una camiseta más grande que yo, pero aun así era bastante cómoda.
Mi cabello enmarañado y mis sonrojadas mejillas, producto de la gripe y no había sido una de las mejores semanas. Tom no me había vuelto hablar y la verdad dudo bastante que lo haga porque el jueves pasó de mi, sin importarle nasa, me quede sin autobús ese mismo día y tuve que caminar bajo la lluvia hasta mi casa, lo peor es que Caroline y Matt no habían aparecido ese día.
Ni siquiera había sido capaz de ir a trabajar y estaba segura que mañana tampoco podría. Comencé a replantearme el hecho de trabajar solo los fines de semana porque el tiempo ya comenzaba a ser nulo.
Iba a conseguirme un auto, de eso estaba segura, pero por ahora solamente debía beber mi sopa, que por cierto no conseguía degustar su sabor producto del resfriado.
Me levanté del sofá, dejando mi manta y abrí la puerta que era golpeada insistentemente. Caroline me abrazó sonriendo mientras era aplastada por sus brazos alrededor de mi cuerpo.
—Como te he extrañado Halle, ayer no apareciste ¿Sabes lo horrible que es soportar a ese par de idiotas?
—¿Ha pasado algo?—murmure alejándome de ella y note el aro que colgaba de su nariz.
Me llevé las manos a mi boca, mirándole sorprendida.
—¡Te has hecho un pendiente!—exclame apuntando su nariz.
Ella rió por mi expresión y acarició su pequeña nariz en donde se encontraba ese pequeño arete.
—Me lo he hecho esta mañana, no estaba segura si quedaría bien en mi.
—Es como el de un toro.
Reí molestándole, pero ella no se molestó en ningún momento porque me miró risueña.
—Le cambiare pronto por uno mas bonito, este no me gusta.
—Igual me gusta.
Yo era miedosa para esas cosas, los aretes y tatuajes no eran lo mío, aunque yo tampoco pensé que a Caroline le gustaran este tipo de cosas, pero que equivocada estaba.
—¿Puedo tocarlo?—pregunté riéndome, acercando mi dedo índice a su arete pero su mano me lo impidió.
—¡No, tía! Aún me duele.
Caminó hasta mi sofá, tirándose en el y comió un par de trozos de chocolate que anteriormente yo estaba degustando.
—¿Por qué no apareciste ayer?
Se volteó a mirarme, con su boca llena de chocolate, que casi no entendí su pregunta.
—¿Acaso no ves mi rostro? Tengo gripa.
—O sea que estas repleta de mocos.
—Joder, que asco.
Hice una mueca de desagrado mientras me sentaba a su lado, quitándole la barra de chocolate, te la cual ya no quedaba casi nada .
—¿Por qué?, Es normal—Volvió a robarme mi comida, como siempre acostumbraba a hacerlo.
—Cuando lo dices suena más asqueroso.
Se encogió suavemente de hombros, acomodándose libremente en mi sofá.
—¿Le paso algo a Tom?—me vio fijamente.
—¿Por qué?, ¿Te ha dicho algo?
—No, pero estuvo hablando con Matt y no se le veía muy feliz, es más, puedo asegurar que estos días ha sido un completo amargado, que lo único que he deseado es no verle la cara.

ESTÁS LEYENDO
Hit Me © | Terminada |
Ficção AdolescenteBorde, controlador, impulsivo, arrogante y burlesco, aquel era Drew Hopkins, ese tipo de persona de la cual no quisieras enamorarte pero ¿Por qué?, porque es un grandísimo idiota, sin embargo, Halle vio algo mucho más allá de esa personalidad frívol...