Hit Me © | Terminada |

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El transcurso a casa ocurrió de manera tan tortuosa y lenta que por un momento me odié por no cerrar mi boca y evitar cualquier tipo de discusión con Drew. Pero, sin embargo, aquí estamos en silencio como unos completos desconocidos, sabía que él estaba herido por el simple hecho de que me sentí involucrada en defender a su madre.

Una cálida lágrima se perdió en mis labios entreabiertos, sintiendo el sabor salado que desprendía. No me importó terminar con la máscara de pestañas pegadas en mis mejillas, era lo que menos me importaba. Inspire el aire que sentía que me hacia falta y entonces vi frente a mis ojos el edificio que se alzaba imponente.

Bajé del auto sin ver si Drew seguía mis pasos pero entonces me detuve cuando le escuché llamarme.

—No me esperes despierta—vi sus manos apoyadas en el techo del auto mientras se dedicaba a mirarme.

—¿Dónde irás?—me atreví a preguntar.

—No lo sé, por algún lugar supongo. No quiero estar contigo ahora, Halle.

Ese "no quiero estar contigo ahora", se escuchó terriblemente mal en mi cabeza. No me quería cerca de él pero a pesar de que me dolía escuchar eso, le entendía.

—De acuerdo—miré mis botas negras que comienzan a tomar un color blanco por la nieve, desastrosamente mi vista estaba lo suficientemente nublada como para intentar mirarle así que me negaba a hacerlo.

—No quería decirlo de tal manera, es sólo que ni yo sé qué está pasando por mi cabeza. Sabes lo duro que ha sido todo esto.

Pestañeé sin importarme nada, sin importarme si me veía llorar como una loca en medio del estacionamiento.

—No tienes que explicarme nada, no es necesario.

No quería seguir escuchándole, tampoco sentía la necesidad de mirarle y entonces sin esperar respuesta alguna, subí el tramo que me conducía hasta la puerta del edificio. Casi corrí por las escaleras del viejo edificio y removí completamente mi bolso para obtener las llaves del apartamento, cuando ya me encontraba refugiada en las paredes, dejé absolutamente todo regado en el pasillo mientras me encaminaba al baño con el sollozo incontrolable.

Sentía que el agua quemaba mi piel desnuda pero aún así no me atrevía a regular la temperatura, simplemente me encontraba allí de pie, inmóvil. Agradecía que el agua fuera testigo de mi llanto silencioso pero prontamente quitaba cualquier indicio de ello. Levanté mis manos observándoles, estaban pálidas y se veía notablemente el paso del agua por ellas. Cuando cerré la lluvia artificial tomé una toalla cubriendo mi desnudez y entonces escurrí mi cabello aunque no me preocupé de secarle más.

Me vestí antes de sentir el frío aire recorrerme y me vi en la obligación de enfundar mis pies en unos gruesos calcetines que cubrían un poco de mis piernas descubiertas por mi camiseta holgada. Caminé con una manta hasta el sofá y entonces me arrulle allí mirando por la ventana con los ojos fijos en los libres copos que caían sobre el césped, suspire completamente tranquila sin lágrimas que derramar y sentía que estaba seca. No sabría atreverme a decir cuanto tiempo me quede mirando por la ventana pero luego de eso sólo supe que me vi en un profundo sueño.

Deslice una almohada sobre mi cabeza cuando escuche la puerta cerrarse y aunque intentara abrir los ojos, estos pesaban demasiado, sin embargo, me quedé allí inerte en el suave sofá. Unas manos firmes cogían mi cuerpo elevándome, abrí mis ojos de golpe y observé detenidamente a Drew que me sostenía entre sus brazos con intenciones de llevarme a la habitación pero yo no lo quería así.

—Déjame donde estaba—masculle somnolienta mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.

—Estabas dormida en el sofá y además tienes el cabello empapado. Vas a enfermarte—sentí el olor a alcohol desprender de su boca.