Mi garganta dolía como el infierno, no era como si estuviera a punto de morir en el auto de Drew pero mi resfriado no mejoraba mucho, tampoco no podía pedir demasiado, solo llevaba un par de días así.
Mis ojos se concentraron en el perfil de mi acompañante; su mandíbula tensa, sus ojos fijos en la carretera y su expresión tensa le hacía ver totalmente amenazante.
—Es un poco incómodo que me mires así.
Interrumpió cada uno de mis pensamientos y mis mejillas consiguieron calentarse levemente, agradecía que no pudiera verme por la oscuridad que nos envolvía en el coche. Mis dedos se sujetaron firme a mi cárdigan de lana gruesa.
—Lo siento —mi voz se escuchó como un susurro casi inaudible, pero sabía que él me había escuchado.
—Halle, solamente te pediré que no te alejes de mí, no hables con nadie allí ¿Entendido?
—¿Por qué no?
Me atreví a cuestionar y vi como el enojo envolvía su rostro.
—Porque no, las personas que van allí en la mayoría son hombres y algunos realmente son una mierda.
Me removí inquieta al recordar la última y primera vez que fui con Tom, no pude asegurar que es un lugar agradable cuando hay peleas.
—Prometo no hablar con nadie, pero deja tu actitud tan autoritaria, es molesto.
Mordí el interior de mi mejilla, sabiendo que me había arriesgado al decir tales palabras, pero era Drew y podía llegar a ser tan autoritario con el único objetivo de controlar todo a su alrededor.
—Soy autoritario cuando se trata de ti porque no quiero que te suceda nada malo mientras no estás conmigo, Halle. Si puedo impedirlo, lo haré.
Me mantuve en silencio, no quería continuar con esta conversación que no me era nada cómoda de seguir y no nos llevaría a ningún lado. Dirigí mis ojos a la entrada del viejo edificio que ya conocía y recordé la vez que aparecí por aquí cuando tuve la idea de devolver la chaqueta al moreno.
Quité el cinturón que me mantenía sujeta al asiento y vi como Drew bajó antes que yo, me miró fijo esperando a que yo bajara y así lo hice.
Que caballero.
Pensé rodando mis ojos en cuanto le seguí por el antiguo pasillo que nos conducía hasta los vestidores, pero yo no iba a entrar allí, era como meterse a una jaula de leones.
Tomé el brazo del pelinegro y el volteó a mirarme antes de entrar.
—Sabes que no entraré allí, ¿Cierto?
Pregunté fijando mis ojos en sus órbitas grises.
—Tampoco iba a permitir que lo hicieras. Seth te cuidará y no te alejes de él, estoy hablando completamente en serio.
—No tengo cinco años, Drew. Soy adulta y se cuidarme sola.
—Me importa un carajo, te quedaras con él.
Antes que pudiera responder, un chico de cabello castaño y alborotado con unos delirantes ojos verdes salió de la puerta que se encontraba detrás de Drew.
—Seth —llamó al chico que se encontraba a nuestro lado. —Ella es Halle, cuidale mientras yo no estoy.
—Tranquilo hombre, deja respirar a la chica. Ella estará bien.
Le sonrió amable pero pareciera que el otro no estaba dispuesto a bajar la guardia.
Drew suspiró pesado y su cuerpo desapareció a través de la puerta.

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Hit Me © | Terminada |
Fiksi RemajaBorde, controlador, impulsivo, arrogante y burlesco, aquel era Drew Hopkins, ese tipo de persona de la cual no quisieras enamorarte pero ¿Por qué?, porque es un grandísimo idiota, sin embargo, Halle vio algo mucho más allá de esa personalidad frívol...