15. Tocando fondo.
Mi reacción fue quedarme quieta pero, al notar como sus labios comenzaban a acariciar suavemente los míos, no pude aguantar más en esa posición y le seguí el beso tan rápido como mis movimientos me lo permitieron. Casi gemí de placer cuando noté como su boca sabía a menta, a hierbabuena, justo como prometía su aliento. Mis manos fueron a su pelo revolviéndolo, cosa que a él no le importó puesto que estaba muy entretenido en besarme de aquella apasionante manera. Nadie me había besado así.
Su lengua perfiló mi labio inferior delicadamente, luego el de arriba, y mordió suavemente el inferior haciéndome reír en medio del beso. Abrí los labios accediendo a aquella proposición que acaba de lanzarme para profundizar el beso, rápidamente, su lengua entró, rozó la mía y no pude evitar gemir suavemente, algo que pareció activar sus sentidos pues, bajó las manos a mi trasero y me apretó contra él Chic.
—Luke... —dije cuando comenzó a besar mi cuello—. Luke, para —repetí con la respiración alterada y entonces él levantó la cabeza mirándome desde allí.
—Perdón... Me he dejado llevar. —Y tuve que morderme el interior de la mejilla izquierda pues su pelo despeinado y ese toque rojizo en los labios le hacían verse muy gracioso. Y atractivo, nunca dejaba de estarlo. Cállate Mickie, me dije a mí misma descubriéndome pensando aquellas cosas sobre Luke Hemmings, el chico más imbécil de todos aunque, en ese momento, no lo era tanto. Pero la realidad me golpeó como lo había hecho más veces aquella noche. Luke ya había obtenido lo que había buscado todo este tiempo, no habría más insinuaciones y, quizá, se distanciaría, nuestra relación era algo amistad/odio en el que él siempre estaba centrado en una cosa. Besarme o sexo. Y puesto que la segunda era seguro que no iba a obtenerla, Luke no insistiría más. Aquello cayó sobre mí como un balde de agua fría.
—Supongo ahora que has obtenido lo que estabas buscando... Tu obsesión por enrollarte conmigo parará.
—Ángel...
—Por favor, deja de llamarme así. —Él rió a pesar del rumbo que tomaba nuestra conversación que, conociéndonos, acabaría en una discusión que, esta vez, yo había provocado.
—A ver, nena...
—¿No puedes, simplemente, llamarme Mickie?
—No.
—Eres tan...
—¿Me dejas hablar? —me interrumpió y yo iba a contestarle con algún insulto cuando vi su cara seria y decidí callarme y escuchar.—No quería simplemente un beso tuyo, o sí, quier decir, quiero más de eso, no sé, no quiero que se quede en una sola vez.
—Estoy muy segura de que eso se lo dices a todas las chicas.
—Tú no eres como todas. —Mi pulso se aceleró, tanto que pensaba que podría darme un paro cardíaco en cualquier momento, ¿por qué aquellas simples palabras producían ese efecto en mí? Mejor no responder, no quería saberlo.
—Luke, simplemente no podemos, ¿está bien? Esto ha pasado porque... Pues porque quizá debería pasar pero no puedo, no después de la reacción de Ashton y te lo he dicho, no voy a sufrir, no quiero, y tú eres problemas, no puedo permitirme más.
—¿No soy lo suficiente para ti? ¿Tan poco valgo la pena que no mereces sufrir por alguien como yo? ¿Es eso lo que quieres decirme? —Noté como sus facciones se tornaban molestas y dolidas.
—No es que no me merezcas... Es que sé que vas a complicarme la vida.
—¿Y acaso eso es lo que te asusta?, no puedes huir de esto simplemente porque te da miedo que alguien como yo quiera estar contigo y porque sabes que tú también quieres estar conmigo —soltó furioso.
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Rebeldía (Luke Hemmings)
FanfictionMickie Irwin es una australiana recién llegada al acogedor pueblo de Cheshire, Holmes Chapel, junto con su hermano mellizo Ashton. Su vida no ha sido muy fácil de llevar desde la ida de su madre, y con este nuevo cambio de aires las cosas no parecen...