Rebeldía (Luke Hemmings)

87. Las consecuencias de un amor roto.

                                        87. Consecuencias de un amor roto.

—¿Brook?—Pronuncié en susurro sin poder creérmelo, el nudo que tenía en la garganta apenas me dejaba hablar.

—Mickie, escúchame, pue...—Brook se arrodilló ante mí mientras su mano descansaba en mi rodilla, la cual aparté bruscamente.—Yo no quería que esto pasase, lo juro.—Sus ojos me miraban desesperados y negué.

—¿Qué hago aquí?—Me referí a Mark el cual se encontraba asquerosamente sonriente al lado de otro hombre que no sabíacuando había entrado.

—Tanto tiempo había esperado para esto, pequeña ángel.—Mark se acercó a mí, pasando su sucia mano por mi mejilla y mi única reacción fue escupirle en la cara. Mark sonrió mientras se limpiaba y lo siguiente que vino fue su mano golpeando fuertemente mi mejilla.

—¿Qué mierda haces?—Gritó Brook intentando ir hasta su tío, pero el hombre de antes se lo impidió.—Me dijiste que no ibas a hacerle daño, joder.—Mark sonrió.

—Sí, bueno..., mentí.—Se giró a mí todavía con aquella sonrisa y me reprimí las ganas de escupirle otra vez cuando su mano rozó la zona golpeada.—Pobre ángel.—Ronrroneó con una diversión macabra.—Solo ha sido la pobre desgraciada que sufre las consecuencias de un amor roto.

—¿De qué hablas?—Exigí saber y de nuevo, aquella asquerosas sonrisa.

—Siempre has tenido carácter y eso me gusta.—Se incorporó y caminó unos pasos lejos de mí.—Pero tenías muy poco orgullo en cuanto se trataba de Luke, tu historia es como una telenovela, querida, y tu personaje es el más humillante.—Miré a Brook sabiendo que todas mis situaciones sin orgullo habían sido contadas por él.

—¿Por que has hecho esto?—Quise saber mientras mantenía mi mirada sobre él que seguía agarrado por aquel hombre.—Confié en ti, Brook, confié como nadie y tú solo me sacabas información para que tu tío se riese un rato.—No importaba Mark en esos momentos, solo el abrumador dolor que sentía en el pecho ante aquella traición.

—Oh, puedes apostar que él también se reía.—Confesó Mark ya pesar de estar haciendo los mejores intentos para no derrumbarme, una lágrima resbaló por mi mejilla. Brook se deshizo del agarre de aquel hombre y vino a mí.

—Por favor, no llores, por favor.—Suplicó retirando la lágrima y aparté mi cara de su toque.—Te juro que solo fue al principio, M.

—No te atrevas a llamarme así.—Pronuncié casi en un sollozo.

—Mírame.—Sus manos cogieron mi cara, forzándome a mirarle a los ojos.—Para mí todo era un juego al principio, pensaba que simplemente era obtener información de ti y me resultó fácil.

—Yo confiaba en ti y tú me traicionabas.—En su cara se reprodujo una mueca de dolor.

—Lo sé, lo sé. Pero te juro que fui sincero cuando te dije que estaba enamorado de ti, cuando escribrí esas canciones pensando en nosotros, cuandote dije que eras mi Roma en ruinas, porque para mí dejó de ser un juego.

—No puedo creerte.

—Hazlo, por favor, entiende cuán arrepentido estoy y perdóname porque esto me está matando.

—No puedo creerte.—Repetí y la mano de Mark en su hombro le apartó de mí.

—Qué enternecedora escena.—Se burló divertido y el hombre volvió a agarrar a Brook.—Brook, tu trabajo aquí ha terminado, gracias por tu colaboración.—Pronunció con sorna y diversión.