Rebeldía (Luke Hemmings)

69. Problemas en el paraíso.

                            69. Problemas en el paraíso.

—¿Desde cuándo sabes todo esto?—Quise saber mientras me cruzaba de brazos.

—Hace un tiempo se empeñó en hablar conmigo y me lo confesó, aunque no me creí una palabra pero con el tiempo volvió a insistir y la he visto llorar alguna que otra vez por mí, por lo que no sé qué pensar...

—¿Y cuándo pensabas contármelo?—Acusé y sonrió mientras fruncía el ceño, temiendo mi reacción a lo que él diría.

—No pensaba hacerlo.—Confesó y mis labios se abrieron.

—Increíble...

—¿Para qué tendría que decírtelo? Ella no es nadie para mí.

—Pero me gustaría saber este tipo de cosas al igual que tú quieres saber sobre Brook.

—No vas a compararme a Brook con Sam.—Reclamó.

—Es totalmente comparable, incluso peor y, maldita sea, ¡deja de llamarla Sam!

—¿Celosa, ángel?—Cambió totalmente el rumbo de la conversación y rodé los ojos.

—Más quisieras, Hemmings.—Bromeé elevando una ceja y se acercó a mí, atrayéndome a él, pegando su rostro a mi cuello.

—No tienes por qué estarlo, nena, eres la única, que a quererte no me gana nadie.—Mordió suavemente mi cuello y me estremecí a la vez que me separaba de él.

—No vamos a hacer esto aquí, estamos en el pasillo, cielos.—Reaccioné y me miró lujurioso.

—Ya encontraremos un momento para ello.—Agarró mi mano, comenzando a caminar nuevamente.—Siempre lo encontramos.

                               (...)

—¿Diga?—Hablé cuando descolgué la llamada mientras me apoyaba en el poyete de la ventana de mi habitación.

—Hola, M.

—¿Pasa algo, Brook?

—Quería preguntarte una cosa...

—Dispara.

—Va a sonar un poco raro y seguramente no aceptarás porque te resultará realmente incómodo pero...

—Lerman.—Reí ante las vueltas que le estaba dando a todo aquello.—Me estás desesperando.

—Um... ¿Te acuerdas de esa vez que bailamos en tu habitación? Te dije que en unos meses era la boda de mis tíos y que estaba yendo a clases de vals.

—Me acuerdo.

—Resulta que mi tío me ofreció llevar acompañante y pensé en ti...—Confesó y sonreí por lo tierno que podía llegar a ser.—No conozco a mucha gente de esa parte de mi familia y creí que si venías conmigo la boda podría ser más llevadera...—Pero mi mente voló automáticamente a aquel rubio celoso que tenía como novio y su reacción al enterarse de que acompañaría a Brook a una boda, ya podía presentir la Tercera Guerra Mundial teniendo inicio allí, en Holmes Chapel.

—Tendría que pensármelo, Brook...

—¿Tienes que preguntárselo a Luke?—Dijo de una manera abrupta pero dando totalmente en el clavo.

—No es que tenga que preguntárselo... Tengo que ver cual es su opinión sobre ello.

—Está bien, supongo.

—Te daré una respuesta lo antes posible, ¿está bien?

—Nos vemos, M.

                            (...)