82. To be continued.
—¿Se puede saber qué mierdas ha pasado?—Dije mientras corría hacia ellos y pasaba un brazo de Travis alrededor de mis hombros para ayudar a Ashton.
—Mark.—Logró pronuciar Travis, le dejamos en el sofá del salón y gruñó de dolor.
—¿Os habéis vuelto a enfrentar a él?—Quise saber mientras tomaba el rostro de Travis en mis manos para observar como de malo era su estado. Travis apartó la cara y se echó hacia atrás en el sofá furioso, golpeando su lado con el puño y arrepintiéndose después debido al dolor que esto le había provocado.
—Solo fui yo.—Travis había apoyado la cabeza en el respaldo del sofá y mantenía los ojos cerrados fuertemente, observé su nuez mientras hablaba.—No sé en qué cojones estaba pensando, con esto del embarazo simplemente quería plantearle la opción de que me retirase de esto durante un tiempo, no quiero poner en peligro a... no sé, al bebé, el mundo de la droga es muy jodido cuando estás solo, no quiero involucrarle a él sin apenas nacer.—Confesó y mi corazón se encogió, a pesar de todo lo que le conocía, Travis no dejaba de sorprenderme cada día más. Con el paso del tiempo no conseguías derribar esa fachada dura y fría que él tenía pero conseguías ver a través de ella.
—¿Y qué fue lo que pasó?—Volví a preguntar y Travis sonrió sin gracia, todavía furioso.
—El muy hijo de puta me lo negó, se rió en mi jodida cara, Mickie.
—Y el inteligente de Travis le escupió en la cara.—Terminó de contar mi hermano cruzado de brazos a mi lado.
—¿Qué hiciste qué?—Le reclamé a Travis que ahora había abierto los ojos.
—¿Qué querías que hiciese? ¿Tocarle una jodida balada a la luz de las velas? Si no fuese porque sus matones cayeron sobre mí al segundo puedo decirte que escupirle habría sido lo mínimo que habría hecho.—Contestó y un escalofrío recorrió mi cuerpo, tan dulce y tan sádico a la vez.
—¿Y tú por qué estás bien?—Le pregunté a Ashton que había ido a por el botiquín de primeros auxilios del baño.
—Yo le estaba esperando fuera del edificio, el muy imbécil se empeñó en entrar solo. Siempre me estás diciendo que parece como que tengo que demostrar que soy el macho alfa... bueno, este capullo no es mejor.
—Esto es un desastre.—Dije echando un poco de alcohol sobre un algodón y llevándolo al labio cortado de Travis que gritó roncamente y se apartó lo más lejos que pudo en el sofá, quise reírme por su reacción pero decidí solo sonreír.—Oh, vamos, no me digas que eres muy macho para enfrentar a Mark y no para que te ponga alcohol sobre las heridas.
—Ese alcohol escuece como el infierno, prefiero que se me caiga el labio a que vuelvas a poner eso sobre mí.
—Travis...—Reclamé como si estuviese echando la bronca a un niño pequeño.
—Mickie...—Se burló de mí repitiendo mi nombre en el mismo tono que yo le había hablado.
—Ven aquí.—Ordené y levantó una ceja.
—¿De verdad piensas que soy tan fácil?—Me retó y bufé.
—No me hagas perseguirte por toda la casa, Trav. Ven aquí.—Insistí y negó mientras se aferraba al brazo del sofá aún adolorido y escuchaba a Ashton reírse por detrás.—Está bien, te daré primero los hematomas.—Dejé el algodón cerca de mí mientras cogía un bote de crema y Travis se fue acercando a mí con desconfianza y el ceño fruncido. Se quitó la camiseta y no pude evitar dedicar un tiempo a sus abdominales aunque subí mis ojos a los suyos antes de que pudiese darse cuenta. Algunos moratones en su abdomen eran rojos oscuros aunque al día siguiente se tornarían morados, tenía otro sobre su pectoral y hunté de la crema en mis dedos para acercarla a el primero, su piel estaba caliente y tembló ante mi tacto por el frío de la crema. Cuando estaba casi terminando con los hematomas, mi hermano se colocó tras de Travis y lo siguiente que recuerdo fue estar poniendo alcohol sobre sus heridas abiertas mientras él intentaba deshacerse del agarre de Ashton.
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Rebeldía (Luke Hemmings)
FanfictionMickie Irwin es una australiana recién llegada al acogedor pueblo de Cheshire, Holmes Chapel, junto con su hermano mellizo Ashton. Su vida no ha sido muy fácil de llevar desde la ida de su madre, y con este nuevo cambio de aires las cosas no parecen...