Rebeldía (Luke Hemmings)

25. Inocente virgen.

                                                                 25.    Inocente virgen.

—Nunca me acostumbraré al olor de este lugar —me quejé cuando Luke y yo llegamos a las carreras. 

—No está tan mal. 

—¿Qué no está tan mal? ¿Qué otras cosas has olido tú para que el olor de este lugar te parezca que no está mal? —Él rió suavemente. 

—Venga, buscaremos a Chris, dramática —habló sin contestar a mi pregunta y entrelazó nuestras manos haciendo que una corriente eléctrica recorriese mi cuerpo. Tenía que dejar de reaccionar así cada vez que me tocase, no era sano—. ¡Hey, tío! —saludó Chris y, de nuevo, su común saludo. Abrazado. Palmaditas en la espalda. ¡Machos alfa arriba!—. ¿Qué hay, cabrón? —dijo Chris cuando se separaron—. ¡Hola, Maddie! —bromeó Chris  dirigiéndose a mí y rodé los ojos mientras él y Luke reían—. ¿Cómo has estado?

—Bien, ¿y tú? 

—Bueno, no me puedo quejar. —Se encogió de hombros y un ruido estruendoso avisó a los corredores que tenían que dirigirse a la línea de meta. 

—Es mi turno —anunció Luke con una sonrisa mientras me miraba—. ¿Beso de buena suerte? —Se acercó a mí y escuché a Chris reír entre dientes. Cogí su rostro y le besé ruidosamente en la mejilla.—¿A esto le llamas beso? No seas así, al menos dame dos si van a ser así de escasos. —Rodé los ojos y, cuando me dirigía a volver a besar su mejilla, Luke corrió su rostro haciendo que nuestros labios se juntasen, intenté resistirme pero sus manos posicionadas en mi cintura me apretaron a él unos segundos más mientras su lengua trataba de entrar en mi boca algo que le era negado en cada intento. Se separó de mí dándose por vencido y gruñó.—No te escapes —respondió gracioso pero frustrado—. Ya sabes —habló ahora mirando a Chris.—Mantente cerca de ella y lo más lejos de Mark, si él está aquí solo llévatela lejos, ¿está bien? —Después de chocó puños con Chris y me guiñó un ojo, para irse después—. ¡Nos encontramos luego aquí! 

                      (...)

—¿Sabes? Me alegro de que Luke y tú volváis a estar bien —confesó Chris subiendo un poco el tono segundos después de que la carrera hubiese empezado—. Aguantarle con su jodido malhumor es algo imposible. 

—¿Y yo que tengo que ver con eso? —respondí observando como Luke iba el segundo de seis chicos. 

—Cuando comenzasteis a ser, lo que quiera que seáis, estaba más... ¿agradable? No sé, pero no era tan grano en el culo como lo es normalmente cuando está de mala hostia, cuando discutisteis y pasó toda esta mierda no hacía más que quejarse, beber y decir gilipolleces, en serio, me alegro de que esto se haya arreglado —confesó y, a pesar de todas las malas palabras incluidas en aquellas frases, me pareció realmente tierno.

Era la última recta y Luke comenzaba a acelerar algo que, según como sonaba su moto, le estaba costando bastante pero, en los siguientes segundos, ya había cruzado la meta proclamándose campeón. 

Luke aparcó la moto cerca de nosotros minutos después mientras que una sonrisa de orgullo alumbraba su cara. 

—Ha sido impresionante, tío —le felicitó Chris cuando Luke bajó y Luke se llevó los dedos a la barbilla acariciándose esta, dando a entender que él era el mejor y haciendo que yo rodase los ojos. 

—¿Has visto, ángel? He pateado el culo de todos esos capullos —se regodeó orgulloso mientras se acercaba a mí y yo reía—. Metafóricamente.