Rebeldía (Luke Hemmings)

26. Diferente.

                                                                   26.    Diferente.

No podía respirar como tampoco podía gesticular alguna respuesta tanto negativa como afirmativa. Estaba bloqueada. Me sentía abrumada y a la vez estaba encendida pero la adrenalina que normalmente sentía junto a él se había multiplicado por cinco y no me gustaba. Yo no quería eso, mi primera vez no sería con alguien como Luke, no sería con un "amigo con derechos"

Luke pareció tomarse mi falta de respuesta como una afirmación pues sus dedos volvieron a deslizarse sobre mi zona sensible y en ese momento no podía moverme de lo tensa que me encontraba.

—Luke... para, para —susurré varias veces mientras él hacía caso omiso a mis ruegos—. Por favor, para —volví a repetir y un suspiro pesado salió de sus labios para, después, besar mi frente mientas sus ojos se mantenían cerrados.

—Solo tú, ángel, solo tú me dirías que no —murmuró con algo de diversión en sus palabras pero podía notar lo frustrado que estaba por no haber conseguido lo que quería. Volvió a unir sus labios con los míos en un corto beso y se deslizó a mi lado del sofá mientras yo me giraba y él pasaba uno de sus brazos hacia a mi espalda. Ahí, cuerpos de lado y juntos, podía notar cuánto le había afectado aquella escena que habíamos montado juntos y no pude evitar sonrojarme—. Me gusta cuando te sonrojas. Mírate. Eres tan inocente sonrojándote porque estoy excitado, cualquier chica ya se habría tirado encima de mi y, aunque fuese, estaría haciéndome un mamad...

—Luke... —protesté ante sus palabras y rió mientras comenzaba a acariciar mi espalda.

—Eres diferente, ángel.

—¿Debería sentirme ofendida?

—No, es sólo, que me trasmites cosas, no sé...

—¿Entonces por qué siento como si fueses a complicarme la vida aún más?

—Quizás seas tú quien acabe poniéndolo todo patas arriba —contestó y sonreí para, poco después, mientras sus dedos seguían acariciando mi espalda, quedarme dormida.

                                   (...)

Me revolví un poco en mi sitio y abrí los ojos observando el cuerpo de Luke frente al mío. Estaba dormido y roncando suavemente, se veía tan tranquilo, "qué pena que luego despertase y fuese un verdadero demonio en carne" pensé. Hice lo imposible para salir de su agarre sin despertarle, tenía que ver la hora que era, además, necesitaba ir al baño. Justo cuando estaba levantándome del sofá su mano envolvió mi muñeca atrayéndome de nuevo junto a él.

—¿Dónde crees que vas? —susurró con su voz ronca debido a que acababa de despertarse. Dios, sonaba tan sexy.

—Al baño, además, tengo que ver la hora que es.

—Está bien, me pongo una camiseta y te llevo —respondió mientras cerraba los ojos durante unos instantes y se levantaba del sofá de manera instantánea.

—¡Mierda! —chillé al observar el reloj de la cocina—. ¡Luke, son las nueve de la mañana!

—¿Qué mierda? —Escuché como maldecía desde el salón y venía a mí mientras bajaba la camiseta por su torso.

—¿Cuánto tiempo hemos estado dormidos?

—Supongo que toda la noche.

—Dios, la ventana está rota, mi hermano pensará que me han secuestrado o que...