Capitulo 12: El no de la razón y sí del corazón

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-Narra Adriana-

Centímetros de distancia separan nuestros labios, en mi cabeza resuena ¿por qué me está pasando esto a mí? ¿Por qué mi corazón está jugando de esta forma con mis sentimientos? ¿ no puede ser, lo quiero? Pero cuando nuestros labios están a punto de juntarse mi móvil suena, me separo y le digo que tengo que cogerlo.

-Adriana: dime Lis

-Lis: Adri estamos en tu casa esperándote todos, ¿dónde estás?

-Adriana: ya te digo que en casa no

-Lis: anda, no me había dado cuenta- dice burlándose- capulla, dímelo

-Adriana: necesitaba pensar, no lo digas en alto por favor, ¿Quiénes estáis?

-Lis: tu madre, todas nosotras, tu padre, mariano y hugo acaban de llegar

-Adriana: ¿Hugo también? ¿Ahora va a ir?

-Lis: Adri, ¿qué te pasa?

-Adriana: puedes decirle a todos que se vayan, porque si voy será por la noche, y ya lo he dicho, si voy porque igual me quedo aquí

-Lis: Pero dónde estás?

-Adriana: no te lo digo porque se van a enterar y necesito la calma que este sitio me trae y la que hasta tu llamada estaba teniendo.

-Lis: está bien, pero cuando vengas dame un to-y se corta-

-Adriana: Lis, lis sigues ahí

-Lola: tesoro soy mamá, ven te estamos esperando.

-Adriana: dejad de esperar porque puede que hoy no vaya ni a dormir. Mamá, necesito pensar, mucho ha pasado en menos de una semana y necesito asimilarlo... sobre todo tengo que cumplir mi promesa, la que le he hecho a Jota, no voy a luchar por lo que quiero, no lo puedo hacer porque para él no soy nada

-Lola: pero tesoro dime donde estás, no entiendes que si te pasa algo nadie estará ahí para ayudarte...

-Adriana: Mamá, estoy con la única persona que me ha demostrado que verdaderamente le importo y tu tranquila que no me va a pasar nada

-Lola: pero si tu tia me ha dicho que te habías ido con

-Adriana: exacto- digo interrumpiéndola- ¿Alguno más ha mostrado interés por mi? Porque yo creo que no, así que le puedes decir a Hugo que deje de actuar y a papá que esté tranquilo porque entre nosotros dos Jamás podrá haber nada, fíjate si no habrá nada que ya no será ni el tito Hugo. Tengo que dejarte.

Al colgar el teléfono noto que toda la rabia contenida poco a poco se transforma en ganas de llorar y varias lágrimas recorren mis mejillas, me siento en la silla y pongo mis manos tapando mi cara, al segundo tengo a pablo de cuclillas en frente mía intentando que me quite las manos de la cara

-Adriana: ¿por qué me tiene que pasar esto a mí? ¿Por qué el corazón se fija en quien le da la gana sin entender todos los peros que hay? ¿Por qué siempre la que acaba sufriendo soy yo? ¿Por qué Pablo, por qué?

-Pablo: shh, ya está tesoro, ya está- digo abrazandola y dejando que se desahogue en mi hombro- sabes, las mismas preguntas me hacía yo hasta hace unos días. Me vine a Sevilla porque mi pareja, aquella con la que llevaba casi 7 años, la encontré con otro en su casa y ante esa situación me dijo lo que pensaba y sentía, al principio se sentía atraída por mi pero después del inicio de mi carrera lo que verdaderamente le atraía era mi dinero y mi fama. De ahí mi comportamiento y mi desprecio a la vida y a las personas. Pero después de haberte conocido todo esto cambió. Me diste esperanzas para que volviera a confiar en mi mismo y en los demás, además dicen que cuando una persona sale de tu vida es

-Adriana: Para dar cabida a otra que te hará mejor persona- digo separándome de él- esa frase siempre me la decía Jota- digo cabizbaja, sin mirarle a la cara. Él me coje de la barbilla y me seco las lagrimas- Pablo, gracias... gracias por estar aquí conmigo, por no haberme hecho preguntas y haber confiado en mi ¿qué te decía a ti que no fuese una psicópata?- digo riéndome y ahora sí mirándole-

-Pablo: tus gestos, tu comportamiento, tu mirada limpia...

-Adriana: llevo enamorada desde los 14 años de la misma persona, Sí es policía y es uno de los mejores amigos de mi padre, su padre era el compañero del mío de toda la vida y se hicieron inseparables al igual que mi madre y su mujer ,de la que yo apenas tengo recuerdos, pues murió cuando yo era muy pequeña. Tomás murió en un operativo y mi padre le prometió hacerse cargo de Hugo, que tenia por entonces 18 años y estaba recién ingresado en la policía. Mis padres le quieren como un hijo y no pueden ni pensar que yo esté enamorada de él. Mi madre es la única que lo sabe a ciencia cierta porque tras una discusión con mi padre se lo grité y he de decir que me comprendió y desde entonces intenta interceder entre mi padre y yo cuando este saca el tema como pasó el día de mi accidente. Pensaba que Hugo sentía lo mismo pero visto lo visto, el juego de los abrazos, las miradas cómplices, algún que otro beso en lugares escondidos como la sala de tiro, solo he sido un entretenimiento

Las lagrimas vuelven a recorrer mis mejillas, Pablo las para antes de que consigan llegar a la mitad, estamos my cerca el uno del otro, sin querer apoyo mi mano sobre el botón para ponerle el techo a la piscina, el que la climatiza. Nos empezamos a reír, me levanto y él hace lo mismo, lo miro, estamos en completo silencio y de mi solo sale un Gracias. El sonríe, cuando hace eso me tiembla todo, no decimos nada, simplemente nos miramos y noto como cada vez estamos más cerca, tan cerca que nuestros labios acaban por unirse ¿me he enamorado también de Pablo? ¿Qué hago? Me pregunto, no tengo respuesta con lo cual me dejo guiar por el corazón en vez de por la razón

No sé como va a acabar esto y sinceramente ahora mismo estoy como paralizada, al igual que aquella vez cuando lo llevé a su casa. Eso sí, solo sé que será la primera vez de algo que si se forma será eterno.

El baile del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora