-Narra Pablo-
Me despido de Adriana tranquilamente y pongo rumbo a casa, hogar que está tres pasos más lejos del suyo pero que dicha distancia se me hace eterna, con ella me siento en una especie de nube, soy como un niño pequeño al que no le preocupa nada, la felicidad rebosa por los poros y no encuentro obstáculo alguno, estamos bien así, sin que nadie, a parte de los chicos, sepan nada.
Entro en casa y me encuentro a Terral tumbado en la puerta con la cabeza apoyada en sus patas, mirando hacia esta, como si me estuviera esperando y cuando me ve se levanta y salta hacia mi para que lo coja. Recuerdo lo que me ha dicho Adri de que le encantaría verle así que mañana me levantaré temprano, saldré a correr, nadaré y le llevaré a Terral. Ambos subimos a la habitación, yo me pongo el pijama mientras este juega con su hueso en la cama sin dejarme que se lo toque, cuando me tumbo él se echa encima y así reflexiono sobre el día de hoy, parece mentira que nada pueda enturbiar mi vida.
-Narra Adriana-
El miedo se apodera de mi, recuerdo mis pesadillas y estas parecen haberse hecho realidad, culpa del miedo varias lágrimas empiezan a recorrer mis mejillas, cosa que no quería, intento palpar con mis manos mi cuerpo buscando ese arma que mi tia me dio hasta que recuerdo que estoy en pijama y no la llevo encima.
La persona que me tiene agarrada empieza a acariciar mis brazos y yo paralizada por el miedo cierro los ojos, recuerdo eso que Pablo me dijo de que silbara pero no puedo, subo mi brazo para ver si alcanzo a la pared y así hacer a las chicas venir a mi cuarto pero esa persona me lo impide, comienza a darme la vuelta lentamente, vuelvo a cerrar los ojos y las lágrimas siguen brotando, cuando estoy totalmente girada me destapa la boca agarrandome los brazos tras la espalda, ese gesto me hace desear que sea Hugo, solo por el mero hecho de saber que no me va hacer nada, cada vez me atrae más a su cuerpo y agarrando mis manos con una sola suya seca mis lágrimas No tienes nada que temer su voz me desconcierta por completo y abro los ojos-Adriana: ¡¿Qué haces aquí!? ¡¿Tú eres tonto!?
-Pablo: pequeña, solo quería hacerte compañía en esta noche tan fresca- dice intentando besarme-
-Adriana: o sea, me das un susto de muerte solo por dormir conmigo -digo esquivando el beso
-Pablo: no pensé que te pondrías así
-Adriana: No pensé, no pensé ¡Pues haberlo pensando! Todo no es un juego ¿sabes?
-Pablo: lo siento pequeña de verdad perdóname
-Adriana: todo no se arregla pidiendo perdón
-Pablo: Adri lo siento, he sido un completo idiota lo sé pero
-Adriana: ¿Cómo has entrado? -Digo interrumpiendole-
-Pablo: por la ventana
-Adriana: pues que sea la última vez que lo haces dándome tamaño susto -digo bajando el tono-
-Pablo: ¿entonces me perdonas?
-Adriana: ¿he dicho a caso yo eso?
-Pablo: no -dice cabizbajo-
Adriana: pues ya tienes la respuesta y ahora vete por favor, es muy tarde -digo abriendo la puerta de mi habitación-
Bajamos las escaleras en completo silencio, noto como mis piernas tiemblan y me va costando respirar pero lo intento disimular, abro la puerta de casa y Pablo se gira, en el fondo se me parte el alma viéndole con los ojos cristalinos pero hay algo que los dos sabemos: a eso no puede jugar conmigo porque sabe de mi situación y mis miedos
-Pablo: Lo siento
-Adriana: Buenas noches- digo cerrandole la puerta-
Me dirijo a la cocina para coger la escoba y la fregona para limpiar el desastre que hay en mi cuarto a causa del vaso, pero varios golpes en la puerta hace que abra
-Pablo: no tengo las llaves de casa
-Adriana: sube y sal por dónde has entrado.
Ambos subimos y mientras yo recojo el estropicio veo a Pablo bajar Palmera abajo, saltar la valla y subir por su palmera. Me pongo frente a la terraza y lo veo mirando hacia mi habitación, estamos en completo silencio y veo como de su boca sale un Lo siento, yo me encojo de hombros, extiendo mis brazos y cierro la puerta bajando incluso la persiana, al final pondré un poco el aire para refrescar.
A la mañana siguiente me despierto a causa del revuelo de alguna de las chicas, son las 9 y media de la mañana, estoy empapada y tengo un terrible dolor de cabeza, no he podido dormir en toda la noche por culpa de lo vivido, mis miedos han resurgido y la pesadilla a vuelto a mi, pero ahora de forma distinta. Abro la ventana y persiana y veo que Pablo a esta hora ya está levantado, eso o esta noche tampoco a dormido, bajo a la cocina y me las veo a todas desayunando y a Sara como si hubiese venido de correr, al verme se hace el silencio y noto como si tuvieran algo que reprocharme.
-Sara: hombre si está aquí...
-Adriana: que manera de saludar no?
-Lis: ¿Saludar? ¿Qué pasó anoche?
-Adriana: Dios, baja la voz que tengo un horrible dolor de cabeza
-Sara: te parecerá bonito haber dejado a Pablo como lo has dejado
-Adriana: ¿y que hago Sara? Tú sabes mi trauma con eso, es más, no he podido dormir en toda la noche porque mis pesadillas, esas de las que intento alejarme, han vuelto y de una manera más fuerte
-Mar: eso es verdad, la oí llorar esta noche, me asomé y no paraba de dar vueltas por la cama, estaba empapada y no fui capaz de calmarla
-Paula: yo también la he oído, no comparto la manera en la que le has tratado pero tampoco entiendo que hiciera eso sabiendo lo mal que lo pasas
-Sara: pero no se merece ser contestado como ella lo hizo
-Amaia: eso es verdad, hay veces que con los nervios, el enfado y el miedo te pasas de borde
-Adriana: cuando se fue, del mismo miedo me dio un ataque de pánico, me tuve que meter en el baño, las manos me temblaban y no podía parar de llorar ¿A caso no recordáis mis pesadillas?
-Lis: debes ir a pedirle perdón
-Sara: con eso no se arregla todo... ¿ te suena de algo?
-Adriana: pareciera que estás de su parte- digo dando un golpe en la mesa-
-Sara: sí, lo estoy, no se merecía eso.
-Adriana: ¿me vas a dar lecciones de como tratar a las personas tú?, la que has lastimado a uno de nuestros amigos con tu manera de tratarle
-Sara: te recuerdo que tú también le has hecho daño a uno
-Adriana: pero yo no le usé! Él lo sabía desde el principio... sin embargo por tu culpa Fermín está muerto, por correr tras de ti le pillo un coche ¡no me des lecciones! porque lo mataste tú!
Eso último no debería de haberlo dicho, cojo mis llaves y salgo corriendo de casa, necesito salir de aquí.Corro por las calles de la zona hasta estar totalmente perdida, lejos de ese lugar que ahora mismo es de todo menos mi casa. Encuentro un banco en el que sentarme y contemplo las vistas de toda Benalmadena y la inmensidad del mar, no puedo más y empiezo a llorar, hundo mi cara entre mis manos, subo mis piernas y cambio de posición, hundo mi cara entre mis estas y las rodeo con mis brazos, me cuesta respirar y esa sensación se hace cada vez más profunda llegando a sentir un fuerte dolor en el pecho.
¿Estás bien?
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El baile del destino
FanfictionAdriana es una niña tímida pero decidida, sensible pero sincera, varios hechos le han marcado de por vida, vive siempre atemorizada por un ¿ y si? , le dan miedo los cambios pero un día todo cambia, conoce a alguien al que lleva mucho tiempo intenta...