Capítulo 19: Cambios

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-Narra Adriana-

Cuando llego a mi casa me encuentro a Lis en la puerta, esperándome con cara de te voy a exprimir hasta la última gota de información y dame de comer que tengo hambre... si no fuera por cuanto la quiero ya la hubiera vendido.

-Lis: menos mal que has llegado

-Adriana: estaba viendo a Jota

-Lis: sí claro, si cuando no es por Jota es por Pablo y cuando no es por Hugo...

-Adriana: no te pongas celosa-digo abriendo mi casa- además te traigo cotilleo

-Lis: ¿de jota?

-Adriana: y mi tía

-Lis: ¿tu tía y Jota?

-Adriana: sí...

-Lis: me estoy perdiendo

-Adriana: que pasan mucho tiempo juntos, mi tia nunca se ha dado por vencida con su estado y quiera o no el roce hace el cariño

-Lis: ¿están juntos?

-Adriana: no, pero hay algo, se nota en el ambiente

-Lis: bueno déjate de cotilleos por un momento y ponme la comida

-Adriana: otra muerta de hambre

-Lis: déjame adivinar... Pablo

-Adriana: aja- digo sacando los macarrones a los 4 formaggi que nos ha preparado mi madre del horno-

Lis: muy bien señorita ¿Qué pasó ayer entre el señor moreno y tu?

-Adriana: salimos, nos reímos, me llevó a su casa para que le aconsejara sobre una letra, bueno más bien, darle el visto bueno y con la cháchara me quedé dormida en su casa

-Lis: y yo me chupo el dedo... se que me estás mintiendo, la sonrisa del final te delata

-Adriana: joe, mi cara lo dice siempre todo...

-Lis: es increíble cómo cambia cuando quieres expresar algo, cuando piensas algo o sientes algo que no se puede decir ¿qué más pasó?

-Adriana: nada, la letra era profunda, me hizo recordar cosas que aunque para mi ya no sean nada, quiera o no, han sido importantes, eso fue el desencadenante de que me emocionase, el me secó las lagrimas una cosa llevó a la otra, nos acabamos besando y...

Lis: ¿CÓMO? ¿Qué os acostasteis?

-Adriana: shh- digo tapándole al boca-

-Lis: si no hay nadie...

Adriana; sí, que te lo crees tú, últimamente Hugo me sigue muy de cerca o aparece de la nada-digo comiendo-

-Lis: cuidado no vaya a ser que te coja y te de un meneo

-Adriana: que burra eres cuando quieres...

-Lis: sólo te aviso

-Adriana: la verdad es que me gustaría desaparecer por un tiempo, olvidarme de todo y de todos, pensar, disfrutar del mar... quizás cuando Jota salga me vaya

-Lis: ¿lo tienes pensado ya?

-Adriana: lo he estado hablando con él

-Lis: si te vas avisa antes... ¿dónde te gustaría ir?

-Adriana: a cualquier pueblo de la costa Malagueña o Granadina... tengo muchas ganas desde siempre de ir al Benalmádena, pasar un día en el tivoli, pasear por sus paseos, sus calles, su historia...

-Lis: ¿crees que Hugo intentará hacer algo para impedirlo?

-Adriana: no creo, él no es de ese estilo, sí que es muy bestia y los casos con mi padre los arregla todos con el cloroformo metido en un bote de crista sol-digo riéndome- pero no creo que llegue a ese extremo

-Lis: debes de ir protegida ¿por qué no te haces con algo para defenderte? Un arma por ejemplo

-Adriana: que dices de un arma, tú estás fatal

-Pepa: ¿un arma?- dice soltando las maletas en el suelo- ¿qué pasa sobrina?

-Adriana: tita estás de vuelta- digo corriendo hacia ella-

-Pepa: siento haberme perdido tu 18 cumpleaños dice abrazandome- y ahora cuéntame que pasa

-Adriana: ven, siéntate porque es una larga historia... que bien te sienta este cambio de look

-Pepa: no te andes por las ramas, es algo de Hugo

Mira que confío en mi tía pero se me hace raro tener que explicarle la situación ¿y si se lo toma muy en serio? Mi tía es igual que Hugo, mismo proceder, mismo mal genio, misma obsesión... lo único que un poco más bestia

-Pepa: ¿y Pablo está bueno?

-Adriana: ¡tita!-digo poniéndome colorada-

-Pepa: que quieres, me voy a tener que acostumbrar a tener un sobrino de mi edad y encima el chaval tiene buen cuerpo- dice a carcajada limpia- con respecto a lo de Hugo yo te proporcionaré el arma

-Adriana: No, no quiero nada de eso

-Pepa: lo conozco más que tú y cuando algo le obsesiona, porque le preocupa, es capaz de todo

-Lis: adri por favor

-Adriana: vale, pero no debe saberlo nadie. Y ahora me voy a la piscina

-Pepa: y yo voy a comer que me muero de hambre, los meses de infiltración han sido muy duros

-Adriana: pero al final los habéis cogido y todo gracias a ti

-Pepa: tu madre va a hacer una cena esta noche, dile a Pablo que se venga

Adriana: ¿si no?

Pepa: Pues nos quiere a todos aquí- la escucho gritar desde la cocina-

Cuando llego a mi habitación me tiro en la cama y cojo el móvil y llamo a Pablo para contarle lo hablado con mi tía y preguntarle ¿Quieres venir a mi cena familiar en honor de mi tía esta noche?

-Narra Hugo-

Ahora es el momento adecuado para conseguirla, para crearle dudas y mi método será infalible. No sé porque está aquí Pablo, supuestamente es una cena familiar pero bueno, al igual que él está Jota... vale sí puede que esté celoso pero es que las sonrisas que se dan, la forma de mirarse, de tocarse es la que antes teníamos nosotros y ahora la tiene con Pablo... y de Jota mejor no hablar, sé que entre ellos no hay nada pero tienen una relación demasiado cercana y encima por lo que veo ahora será tito Jota...

Veo como sale de la casa y se sienta en las tumbonas de la piscina, es mi momento. Salgo y sin hacer ruido me acerco a ella

-Hugo: Adriana, tengo que darte una cosa

-Adriana: no quiero nada tuyo- dice sin mirarme-

-Hugo: lo prometido es deuda- digo dejándole en sus piernas el sobre de los billetes de avión-

-Adriana: ¿El viaje a Londres que planeamos?- dice asombrada-

-Hugo: No digas nada, solo acéptalo y piénsatelo-digo dándole un beso en la frente antes de marcharme-

El baile del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora