Capítulo 42: Sueños Rotos

211 14 3
                                    

-Narra Adriana-

Tras la comida llega el baile, este lo abren mi tia y Jota con un precioso vals que hace que se me salten las lágrimas pues sé cuanto sufrió Jota y verle así, sonriendo, me llena. Todos se van añadiendo al baile, Pablo se levanta, me ofrece su mano, yo me seco las lágrimas, le doy la mía y nos ponemos a bailar, apoyo mi cabeza en su hombro y él la suya en la mía, siento su respiración en mi cuello y nuestro latir convertido en sólo uno... la música cambia, ahora es más movida y hacemos cambio de pareja, mi tía con Pablo y yo con Jota, después de varias canciones llegan las movidas de verdad y el enano baila con Pablo y conmigo, yo lo cojo en brazos y en un momento dado me dice que lo baje, va con Jota al reproductor y pone una canción lenta instrumental, mi favorita, todos hacen un circulo a nuestro alrededor y Pablo coge de las manos, tras su declaración se arrodilla y saca ina cajita roja, la abre y fórmula la frase mágica ¿pequeña, quieres casarte conmigo?

No digo nada, guardo silencio, me llevo las manos a la boca, y cuando veo que su cara cambia le contesto Sí quiero, claro que quiero, ¿cómo no iba a querer? Pablo me pone el anillo y nos abrazamos, todos aplauden y el chico ayudado por su padre saca un piano

-Pablo: Creo que va siendo hora de enseñarte mi nueva composición, la canción para el amor de mi vida, que relata como soy cuando estoy contigo

Su voz me deleita, algunas lágrimas se me escapan, el enano me abraza y veo a mis padres llenos de orgullo, cuando pablo acaba nos volvemos a fundir en un abrazo y varias lágrimas recorren mi mejilla hasta perderse en su camisa, noto como alguien va a salir de la sala y me separo

-Adriana: Hugo espera- este se gira y me da una falsa sonrisa, veo cómo tiene sus ojos cristalinos y conforme me acerco empieza a llorar cómo pocas veces le he visto, estamos a centimetros, verle llorar hace que yo también lo haga, este me agarra la cara y para mis lágrimas, yo hago lo mismo con las suyas y nos fundimos en un abrazo que lo dice todo, no hacen falta palabras

-Hugo: se muy feliz princesa, te lo mereces y viéndos con Jota Jr me he dado cuenta de lo que es querer y sentirse querido, de los estupendos padres que vais a ser. Princesa, vive tu vida porque nuestro momento pasó, sólo prométeme una cosa, que vas a estar bien

-Adriana: Te lo prometo... que sepas que siempre has sido el amor de mi vida y eso lo recordaré siempre, aunque ya mi corazón no te pertenezca

-Hugo: Pablo, cuidamela, te llevas a lo único que me hacía mantenerme con vida, lo que hacía que siguiera luchando

Pablo asiente, hugo coje mi mano y me da un beso, tras esto se marcha y noto como Pablo me agarra de la cintura y hace que apoye mi cabeza en su hombro. Aquí se cierra una etapa importante en mi vida

7 Años más tarde

Tras ese día mi vida cambió por completo, la celebración, doble, se alargó hasta altas horas de la madrugada, antes de irnos les entregué a mi tia y a Jota un sobre con la reserva de dos noches en el parador de Alarcón, un castillo mediaval y una noche para que hagan parada en el parador de Jarandilla, ambos me traen tan buenos recuerdos... Pablo no me dejó sola y me fui con él al Hotel, dormimos juntos y abrazados, dando comienzo a nuestra nueva vida

Meses más tardes ,un dia en el que Pablo no estaba de concierto y estábamos en Málaga, nos casamos, ambos de locos, solos en la playa con Sara y Lucas de testigos aunque después lo hicimos por la iglesia con toda la familia y amigos. Actualmente Pablo está trabajando en lo que va a ser su quinto álbum de estudio... el otro fue una locura, todo un éxito, llenamos estadios, plazas de toros y auditorios, en nuestras respectivas tierras fue lo más, casi tenemos que hacer 4 conciertos porque las entradas se acababan a las horas de su salida.

Tres años más tarde de nuestra boda oficial llegó al mundo el primer fruto de un amor que es eterno, nuestro pequeño Martín que, actualmente, tiene tres años y entra en el cole a la misma vez que yo, pues cuando lo tuve pedí excedencia en el colegio Reyes Católicos en el que me dedicaba a la enseñanza de los idiomas, para poder estar pendiente de él a tiempo completo. En un principio quería trabajar y que mis hijos estudiasen en mi colegio, pero acepté venirme a vivir a Benalmádena con Pablo, sé cuento ama a su tierra y a su familia y yo no era capaz de negarselo.
Sara se fue a vivir con Lucas y se casaron, en una Iglesia desierta de un pequeño pueblo de Almería en uno de nuestros viajes, siendo en este caso Pablo y yo sus testigos... quién me iba a decir a mi que mi vida sería tan maravillosa.

Hoy, a dos de junio de 2025, tengo cita en la consulta de Sara para recoger unos análisis, en cierto modo sé que si esos análisis dan positivo mi vida, nuestra vida, cambiará una vez más.
Sara y yo salimos juntas, teníamos pensado ir a comer pero al llegar a la calle me veo a Pablo apoyado sobre mi coche, cosa que me extraña porque no sabia nada de los análisis y a Lucas detrás en el suyo

-Adriana: ¿Qué haces aquí?

-Pablo: he dejado a Martincillo con mi madre y he venido a recogerte, Lucas me ha dicho que estabais las dos juntas... que peligro

-Adriana: peligro ninguno, ella está siempre en el hospital y es el único momento que tengo para hablar con ella, por eso le he pedido una cita

-Sara: es que si no, nunca podemos estar juntas

-Lucas: venga vamos a comer los cuatro juntos -dice abriendo la puerta-

-Adriana: Pablo, fuera, conduzco yo

-Pablo: A sus órdenes mi capitana

Me monto en el coche y ponemos rumbo a ese lugar que tanto nos gusta a los cuatro pero quién me iba a decir a mi que tras un deslumbramiento y un fuerte estruendo haría que nada fuese igual

Pequeña, pequeña hablame, pequeña tienes que volver por favor, ¡¡¡Adriiii.... Adriana!!!

CONTINUARÁ...

El baile del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora