Capitulo 13: No pienses

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-Narra Pablo-

Me despierto y veo como duerme a mi lado, nuestros cuerpos o al menos el mio está empapado pues el borde de la piscina hace que el agua salga y no resbale, pareciera la orilla del mar. Miro para arriba y está oscuro, aquí dentro hace un calor increíble, con razón esto climatiza. Empiezo a hacerle caricias en el brazo para despertarla, ella lentamente abre los ojos y me mira rascándoselos.

-Adriana: tengo hambre- dice mirándome-

-Pablo: hola a ti también- digo riéndome-

-Adriana: ay!-dice dándome en el brazo- Hola pablo, tengo hambre ¿Así mejor?

-Pablo: eso está mejor. Venga arriba que debe de ser ya tarde

-Adriana: ¿qué calor hace aquí no?- me pregunta al incorporarse-

-Pablo: normal, hemos climatizado la piscina en verano, que esperabas- digo viendo como se pone en pie-

-Adriana: anda mira, tenemos la piscina detrás de ti- dice con una mirada picara-

-Pablo: anda mira, que casualidad- y antes de que pueda iniciar su maléfico plan la cojo en brazos, ella rodea mi cuello, patalea muerta de risa para que la suelte y antes de que se dé cuenta está dentro del agua-

-Adriana: te odio- dice echándose el pelo para detrás- anda ayúdame a salir que me muero de hambre- le doy la mano y sin verlo efectúa su venganza tirando de mi y acabando al igual que ella dentro del agua-

Sale corriendo porque sabe lo que le espera, le da al botón para que se quite el techo y yo corro tras ella, acabamos dentro de la casa con la mesa del salón en el medio, las carcajadas se deben de oír hasta en la última casa del pueblo. La mesa deja de ser un obstáculo entre los dos, la agarro y la tiro al sofá dando rienda suelta a una guerra de cosquillas. Acabamos reventados en el suelo ya que de tanto movernos en el sofá nos hemos caído. Tremendo golpe nos hemos metido

-Adriana: Pablooo tengo hambre... vamos a por la cena porfa

-Pablo: ¿firmamos la tregua?

-Adriana: ¿firmar la qué? No, no. yo siempre gano- dice riéndose-

-Pablo: ah sí?- digo poniéndome encima suya- entonces no se cena

-Adriana: bueno, pero solo porque quiero comer que si no, ni tregua ni nada de nada.

Nos levantamos y se dirige al frigo para ver que podemos cenar...

-Adriana: tenemos muchas cosas para cenar, elige: bocata de chorizo o bocata de Jamón.

-Pablo: mmmmm que rico todo -digo poniéndome la camiseta- bocata de chorizo

Ella hace los bocatas y yo pongo la mesa, cenamos en la de la terraza desde donde podemos contemplar las vistas de toda la serranía. Pasamos la cena entre risa y anécdotas, de repente vemos unos rayos y empieza a llover muy fuerte lo que hace que nos metamos para dentro y nos sentemos en el sofá, todo está yendo de maravilla hasta que Adriana rompe el silencio tan reconfortante que teníamos

-Adriana: Pablo, tengo que confesarte algo

-Pablo: dime pequeña

-Adriana: no sé qué pasará cuando volvamos a mi casa, quizás esto haya sido nada más que una nube de humo, un sueño del que me gustaría no despertar jamás, pero quiero que sepas que no te he usado ni muchísimo menos. Llegaste a mi vida en el momento que peor estaba, me has salvado muchísimas veces y esta es un ejemplo de ella. Ahora mismo estoy en una encrucijada porque mi vida se divide en dos caminos en los cuales, al final estáis Hugo y tu respectivamente. Esta ha sido la primera vez que me he sentido así y sobre todo que me he entregado a alguien de esta manera... tan solo quiero decirte que puede que me esté enamorando de ti o que ya lo esté aunque no quiera reconocerlo porque si no, no me hubiera dejado llevar de dicha manera. Así que solo te voy pedir un favor, si la vida nos lleva por caminos distintos no pienses mal de mí y si nos lleva por el mismo no juegues conmigo como lo ha hecho él. Eso sí, puedes considerarte afortunado, pues contigo en menos tiempo he compartido más que con él en toda mi vida

Guardo silencio y continuo jugando con su pelo, eso que me acaba de decir me lo había planteado ya aunque no sabía que se estaba enamorando al igual que yo ¿también estoy como ella? Por lo que veo el corazón ha querido jugar con los dos

-Pablo: no te preocupes porque sé que no me estás usando, desde el día que te conocí sentí una atracción muy fuerte por ti, es más fijate lo que fui capaz de hacer aquel día

-Adriana: estabas borracho, no le des más vueltas... lo bueno es que no pasó nada- dice acariciando mi pecho-

-Pablo: y la vida no nos llevará por caminos separados jamás porque si tú te decides por él al final, seguiremos siendo importantes el uno para el otro. No le des más vueltas y decide por lo que dicte tu corazón. A mí siempre me tendrás como hasta ahora

Veo como se incorpora y me mira con los ojos cristalinos, apoyo mi frente en la suya y seco las lagrimas que recorren sus mejillas No sé qué hacer me dice angustiada a lo que yo respondo con un no pienses más. No lo puedo evitar y le doy un cálido beso, el mismo que ella me devuelve. Se levanta y mira su móvil, ve varias llamadas perdidas y lo apaga

-Adriana: No quiero saber nada más de ellos hasta mañana que volvamos- dice sentándose de nuevo en el sofá-

Hago que eche su cabeza sobre mis piernas, juego con su pelo, ponemos la tele pero no hay nada y al final acabamos yéndonos a dormir.

-Pablo: buenas noches pequeña

-Adriana: buenas noches Pablo- dice dándome una tierna sonrisa- Pablo ¿te puedo pedir que me abraces?

Algo de lo que yo no dudo y así nos dejamos llevar por Morfeo.

Mañana será otro día

El baile del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora