Capítulo 16: un nuevo comienzo

165 13 2
                                    

-Narra Adriana-

La voz de mi padre hace que nos separemos y yo no dudo en darle un guantazo, gesto que hace que mi padre y Mariano se queden con la cara descompuesta

-Adriana: nada de lo que tengas que preocuparte papá, solo quedan los despojos de una relación, de un amor del pasado pues todo se acabó- digo marchándome de allí y viendo como Hugo no puede mantener la cabeza alta- a partir de ahora la antigua Adriana ya no existe.

Lo dicho, esa niña ha muerto y le ha sucedido una más decidida y segura, ahora es el comienzo de mi vida, una vida sin ataduras y sin vivr bajo las ordenes de nadie.

Me llamo Adriana, tengo 18 años y toda la vida por delante, nadie me va a decir que tengo que hacer ni muchísimo menos decidirme mi futuro porque la vida no es un tablero de ajedrez ni los sueños son engaños. Todo esto y mucho más lo escribo en una pequeña libreta.
Me tumbo en la cama y miro al techo, intento imaginar como será mi vida a partir de ahora, cojo el Iphod, me pongo todos los discos de pignoise, tengo por lo menos 6 horas de música para distraerme. Abro whatapp y miro los casi 600 mensajes del grupo, me los leo todos, es normal tener tantos, ayer no lo usé y hoy menos y además las chicas están preocupadas por mi. Al hablar todas empiezan a montarme una fiesta, diciendo tonterías como está viva, ha abandonado su etapa filosófica etc... por razones como estas las quiero tanto, saben siempre como hacerme reir y de un tema saltamos a otro y al final acabamos hablando de uno que no tiene nada que ver.

-Lis: ya nos puedes decir dónde y con quién estuviste ayer

-Paula: con pelos y señales- dice poniendo el emoticono de la luna provocativa-

-Sara: mirad a quién tengo comiendo delante mía-dice poniendo la cara de interesante acompañado de una foto de Pablo-

-Adriana: mierda la comida! -Escribo sin pensarlo- ups esto no debería de haberlo escrito

-Amaia: ahora lo explicas

-Paula: y lo de antes también

-Adriana: ahora os lo explico, un momento- les digo antes de ir al registro para poder llamar a Pablo-

Me da la señal pero no me lo coge, está comiendo y no quiere nada con nadie, mi móvil no para de vibrar por culpa de las locas que me estarán matando ahora mismo por no haberles contado nada... cuando estoy a punto de cortar su voz hace que no lo haga

-Pablo: pequeña- dice con una voz muy graciosa-

-Adriana: mira el muerto de hambre, todo el día comendo- digo riéndome-

-Pablo: Habló la que ayer nada más despertarla me dijo tengo hambre

-Adriana: pero yo estaba malita

-Pablo: no me digas que te acabas de dar cuenta- dice metiéndose conmigo-

-Adriana: idiota- digo haciéndome la enfadada-

-Pablo: venga ya mi niña, ¿qué puedo hacer por ti?

-Adriana: lo primero que debes saber es que la guerra la acabas de abrir de nuevo, rompo la tregua, y lo segundo es que te invito a cenar, te lo prometí el día de mi accidente

-Pablo: pues vale, guerra declarada y no me tienes que invitar a comer, ya lo hiciste anoche con el bocata de chorizo y las vistas a la sierra

-Adriana: ¿las mismas que se estropearon con la tormenta?- digo riendo- venga anda acepta porfa, te estoy haciendo pucheros aunque no los veas.

-Pablo: no pucheros no! No empieces como mi sobrina-dice con una voz muy dulce- ¿te paso a recoger a las nueve?

-Adriana: perfecto principeso- digo riéndome por la palabra que me acabo de inventar-

El baile del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora