-Narra Pablo-
Cuando llego a casa y observo como Adriana cierra la ventana y la persiana me tumbo en la cama, boca arriba, mirando al techo y sintiendo una enorme culpabilidad, no debí de haberle dado tamaño susto, es más noté como se ponía tensa y el miedo la invadía y yo seguí, agarrándola, agazapado en la oscuridad, sabiendo el trauma que ella tiene con un momento así causa de sus pesadillas... he sido un completo idiota y posiblemente esa magia se haya perdido. En ese momento terral posa su cabeza sobre mi barriga y me mira como si el también supiese de lo que estoy hablando ¿qué hago? No puedo perderla y sé que le he hecho mucho daño, nunca le he preguntado el origen de sus pesadillas porque sé que no debe ser algo bueno y sin embargo, sin pensarlo he acabado haciéndole que vuelvan... ¿crees que debo ir mañana y pedirle perdón? Terral levanta la cabeza y segundos más tarde la agacha, eso es un no... debo dejar pasar unos días ¿a que sí? El levanta la cabeza y sube las orejas, pero si hago eso quizás piense que no me importa... eres un completo idiota, a eso Terral me contesta ladrando, lo sé, no hace falta que me lo confirmes... anda vamos a dormir
Son las ocho de la mañana, el despertador suena y doy vueltas en la cama hasta que en una de esas caigo al suelo. Terral me chupa toda la cara dándome los buenos días, se sube encima, me pisa, me araña con sus patas y acabamos como siempre jugando. A las ocho y media salgo a correr y me topo en la puerta con Sara, que hace lo mismo
-Sara: buenos días
-Pablo: hola, sara
Por mi forma de contestarle nota que algo me pasa y a la vez que vamos corriendo se lo voy contando, ella no está de parte de Adriana, dice que no me debiera de haber contestado así pero sé que todo fue por causa del miedo. En uno de las salidas nuestros caminos se separan, me pongo los cascos y la primera canción que sale en spotify es te miro a ti, una canción que tiene ya unos cuantos de años pero que sigue siendo igual de bonita que el primer día, a esa le siguen me derrumbo y herederos así que opto por poner la radio porque estas canciones están consiguiendo que me derrumbe más de lo que estoy
Llevo ya cerca de una hora corriendo cuando llego al mirador, la zona más alta de Benalmádena en donde se ve todo, tiene unas vistas impresionante, el aire aquí se vuelve más fresco causa principal de estar metido ya en plena sierra, como quien dice, al ir avanzando veo a una muchacha sentada en el banco, con su cara hundida entre sus piernas y abrazada a ellas. No llego a vislumbrar bien quién es pero por el pelo, largo, negro y rizado, me recuerda mucho a Adriana ¿Será ella? Me quito los cascos y dejo de correr, de mis labios solo sale ¿un estás bien? Y ella deja de llorar, levanta lentamente su cara, baja sus piernas y me mira
-Adriana: Pablo-me dice con los ojos rojos y la cara igual, pareciera incluso que tiene fiebre-
-Pablo: ¿pequeña que te pasa?
al verla en ese estado me asusto, nunca la había visto así, las manos le tiemblan, no es capaz de respirar bien y tiene como quien dice el corazón encogido así que me siento a su lado y la abrazo bien fuerte, ella hace lo mismo y vuelve a llorar
-Adriana: lo siento, perdóname
-Pablo: ei, tranquila-digo acariciándole el pelo- que no pasa nada, Adri respira, digo haciendo que me mire. Respira hondo y despacio
-Adriana: soy un desastre, perdóname, de verdad-dice con los ojos rojos y totalmente encogidos, casi cerrados-
-Pablo: pequeña no estás bien, ven-digo atrayéndola hacia mi y haciendo que se eche sobre mi hombro
Nos pasamos en silencio un rato hasta que consigo tranquilizarla, ella tiene sus manos sobre mi pierna y la entrelazamos de vez en cuando, consiguiendo que me dé una sonrisa
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El baile del destino
FanfictionAdriana es una niña tímida pero decidida, sensible pero sincera, varios hechos le han marcado de por vida, vive siempre atemorizada por un ¿ y si? , le dan miedo los cambios pero un día todo cambia, conoce a alguien al que lleva mucho tiempo intenta...