Capítulo 28: Lazos invisibles

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-Narra Sara-

Lo mataste tú, eso resuena en mi cabeza sin parar, mis ojos se cuajan de lagrimas, Adriana sale corriendo dejando un completo silencio en la casa tras su portazo, las chicas vienen a mi pero yo las freno, necesito estar sola, subo a mi habitación, abro la ventanas y me tumbo en la cama empezando a llorar

10 meses antes

Una tarde de agosto quedamos todos juntos para cenar y dar una vuelta dado que es el mes en el que cada uno está en un sitio de vacaciones y no nos vemos, como todavía es temprano antes de irnos a la parada nos damos una vuelta por la reserva para ir a tomarnos una granizada, se respira felicidad en el grupo, todos rien excepto yo que sé que lo que estoy a punto de hacer no va a sentarle bien a nadie y sobre todo le va hacer daño a alguien que no se lo merece. Dejo el tiempo pasar, nos tomamos las granizadas entre risas, llegamos al centro y es entonces cuando no puedo más

-Sara: Fermin espera

-Fermín: dime

-Sara: Lo siento, intenté quererte como tú me quieres a mi, pero no he sido capaz, te quiero de forma distinta a como tú me quieres a mi

-Fermín: pero

-Sara: dejame acabar. Lo siento, pero se acabó, podemos seguir siendo amigos pero nada más

En ese momento empiezo a correr y las lágrimas recorren mis mejillas pero el frenazo de un coche y el grito de los chicos hace que me pare y de media vuelta

-Sara: ¡Fermín!-digo corriendo hacia él- pongo su cabeza en mis piernas, él agarra mi mano

-Fermin: Sara, dejame hablar- dice intentando apurar la poca fuerza que le queda- te quiero

-Sara: y yo

-Fermin: pero de forma distinta, no te guardo rencor, seguiremos siendo amigos... deja de llorar

-Sara: lo siento

-Fermin: gracias- y en ese momento cae y deja de apretar mi mano

-Sara: nooooooooo!!!! ¿Dónde está la ayuda?

Los chicos me retiran del cuerpo, Adriana intenta seguir reanimandolo pero no consigue nada.
-Adriana: venga Fermín no nos dejes, Fermín por favor... ¡¡FERMÍN!!
Su padre llega y Hugo la retira del cuerpo, guardandola entre sus brazos, lis me abraza, todos lloramos y Silvia certifica lo que ninguno queremos aceptar y le pone esa manta dorada que tan poco gusta

-Sara: ¡NOOOOOO!!-Digo intentando quitarle la manta-

-Silvia: lo siento... deberíais iros a casa

Hugo se lleva a Adriana, antes de eso ella se abraza a mi recogiendo mis lágrimas y Hugo se la lleva abrazada a él, sin poder calmarla bajo la atenta mirada de su padre

Al día siguente, en su entierro, sus padres me arropan sin saber que yo fui la culpable de su muerte. Los chicos están también a mi lado, destrozados y sin poder contener las lágrimas. Su padre habla sobre como era fermin en un discurso, todos depositamos una flor en su tumba. Cuando llega mi turno me quedo un rato pensando y mirandola, sin saber que hacer, las lágrimas no paran de brotar, beso la flor y la lanzo, miro a sus padres, agarro la mano de Adri que está a mi lado y salgo corriendo. No puedo más. Lo siento.

ACTUALIDAD

Las palabras de Antonio siguen resonando en mi cabeza como aquel día, cuando como señal de apoyo también habló sobre Fermin, unas palabras muy bonitas que de seguro su hija, Adriana, que está apoyada en el hombro de Hugo le habría dicho.
Un hogar no son las cuatro paredes, un bonito felpudo de bienvenida, ni unas bonitas vistas, un hogar son más que los lazos de sangre que nos unen a nuestra gente dejando la sangre un lado, y eso no lo puede destruir nadie.

Todos esos recuerdos han hecho que una tristeza, un sentimiento que suponía enterrado ha vuelto a resurgir, dándome cuenta que no debería haberle dicho esas cosas a Adri, porque en el fondo ella fue la que siempre estuvo ahí.
Abro la cartera y saco una pequeña foto que tengo de todos nosotros bajo la torre Eiffel, acaricio la silueta de Fermin, mis lágrimas mojan la foto Lo siento, perdóname y en ese momento las chicas gritan mi nombre, entrando en mi cuarto con la cara descompuesta y las lágrimas saltadas, Es Adri, corre.
Salimos de casa y al llegar a la habitación de Pablo nos vemos a Adri totalmente pálida, con unas ojeras tremendas, toda sudada y con paños en la frente. En la mesilla tiene un vaso de agua, nos acercamos lentamente a ella y me siento a su lado, no me dijo aquello de verdad, todo fue fruto del enfado y la tensión del momento, le agarro la mano, la tiene totalmente helada y sin apenas fuerza, respira debilmente, muevo su paño, las chicas me han dejado a mi la primera porque saben del broncazo de antes, con el paño totalmente empapado voy palpando toda su cara y cuello, tengo que bajarle esa fiebre, comienzo a llorar, porque sé que en cierto modo está así por mi culpa, por acrecentar su dolor de cabeza, las chicas se apoyan en mi hombro y yo echo mi cabeza sobre su vientre, Recuerda que los lazos invisibles son indestructibles, eres mi como mi hermana y por eso hay veces que discutimos, sé que no lo has dicho en serio, pero vuelve para que te pueda pedir perdón por haberte producido esto.
Pablo, está apoyado en la pared de la puerta con Terral a su lado, ese perro que tantas ganas teniamos de conocer y en que mal momento lo hemos hecho

-Pablo: ¿Por qué es tu culpa que esté así?

-Sara: cuando le dan los dolores de cabeza, que no son muy frecuentes, sólo cuando ha pasado por alguna circunstancia compleja, como eso no se frene y se haga más fuerte acaban dándoles brotes como este, de esta gravedad ha sido el primero, su tía nos advirtió

-Pablo: ¿De dónde provienen tamaños dolores de cabeza?

-Sara: no lo sabemos, sólo sé que viene desde que tiene 3 años

-Pablo: Álvaro le ha mandado una dosis muy alta de nolotil

-Lis: es lo que se toma, lo que pasa que ahora no la podemos despertar para dárselo

-Pablo: se lo ha puesto en vena, me ha dejado alguna más ahí para si no despertarse a la siguiente toma... y pensar que todo esto es por mi culpa, por darle ese susto

-Amaia: No digas eso, la culpa la tiene lo que le hace estar así

-Sara: o sea se, yo

-Mar: tú no, y Pablo tampoco

-Pablo: me ha dicho que si el brote ha sido muy fuerte puede que no despierte jamás -traga saliva y esconde su cara- si se va, no sé que será de mi.

En ese momento me levanto del lado de Adriana y me abrazo a él, va a salir de esta, te lo prometo

La imagen de verte en el suelo, con esa manta dorada sigue grabada a fuego... fermin, no te vayas aún, sigue aquí conmigo por favor

El baile del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora