El baile del destino

Capítulo 31: No todo tiene un final feliz

-Narra Adriana-

Noto como todos vienen a nuestra ayuda pero mi visión es confusa, pareciera que esté en una nube de humo que no me dejase ver, como puedo y cuando mi visión va recuperandose me incorporaro, sin apenas apoyar mis manos y estirando mis piernas, cerciorandome de que a la pequeña no le ha pasado nada

-Adriana: ¿pequeña estás bien?

-Sofia: sí- dice casi llorando-

Los chicos nos levantan del suelo y Pablo la coge en brazos, Lucas me ayuda a mi, cogiendo después a la pequeña, que me mira asustada y con los ojos cristalinos

-Pablo: ¿Pequeña estás bien?

-Adriana: sí -digo incorporandome sin quejarme de ninguna de las heridas-

De repente toda la familia de Pablo sale de casa alertada por el jaleo

-Pablo: tienes una herida en la pierna derecha sangrandote y la izquierda pareciera que te han atropellado ¿estás segura de que estás bien?

-Casilda: ¿qué ha pasado?

-Pablo: ¿Por qué te has tirado de esa manera?

-Adriana: miré a la carretera, me la vi cogiendo la pelota y vi el coche que venía a toda velocidad y no me lo pensé, me tiré a por ella, protegiéndola con mi cuerpo

-lis: Adri, la mano, te está sangrando

-Pablo: ven que te cure

-Adriana: Pablo, no es nada, de verdad, no te preocupes- y en ese momento me da un abrazo - ay, no prietes tanto que me duele el costado

-Pablo: dejame verlo

-Adriana: no, después me lo veo en casa

-Pablo; tienes un arañazo en la cara

-Adriana: y me saldrán más, me he tirado en plancha- digo riéndome para que Pablo deje de preocuparse y la pequeña sonria-

- Pablo: aún así dejame verlo

-Adriana: que no pasa nada, si se me cayó una estantería antes de venir ayudando a Jota con la reforma del colegio y sigo viva, mala hierba nunca muere, preguntale si no te lo crees

-Pablo: una estantería no es precipitarte sobre el coche como acabas de hacer y caer sobre el asfalto ardiendo

-Paula: si dice que está bien, hazle caso

-Adriana: además mi misión ha salido bien no? Sofía, ¿estás bien seguro?

-Sofía: sí- dice en brazos de su madre-

-Adriana: ea, pues ya está, y ahora si me disculpais voy a dentro para curarme

-Helena: Adriana, espera-Eso hace que me detenga en seco- vente a cenar con nosotros como agradecimiento

-Adriana; no me tienen que agradecer nada, cualquiera lo habría hecho

-Casilda: cualquiera no

-Adriana: no hace falta de verdad -digo dándoles una falsa sonrisa intentando ocultar mi dolor-

-Pablo: venga vente

-Adriana: que no hace falta, no es necesario, de verdad -digo poniendo mi mano en el costado y sonriendo como puedo-

-Sofía: vente por favor

Su petición acompañada por esa carita de pena y sus ojos descompuestos por el miedo que ha pasado hacen que no me pueda negar y acabe aceptando

-Adriana: está bien, pero dazme tiempo para curarme esto que no para de sangrar y arreglarme

-Sara: Lucas esperame aquí que tengo que ayudarla

-Adriana; No, tú te vas

-Sara: pero como

-Adriana: ni peros ni nada, es tu noche así que vete.

-Helena: claro, si necesitas algo pidenoslo

Yo asiento y coja, andando como puedo, sin quitarme la mano del costado, pues sé que en cierto modo está sangrando, entro en casa, intentando ocultar mi dolor, pues el asfalto, tal y como Pablo me ha dicho abrasaba.
Entro en mi habitación y voy directa al baño para lavarme la cara y las heridas, al final, visto como tengo el cuerpo prefiero volverme a duchar, es lo que pasa cuando te tiras a un coche con la camiseta ancha hecha vestido, que las piernas, brazos y todo lo que no cubra te lo destrozas. Palpo poco a poco cada una de las heridas, lavándome con abundante jabón todas las que son profundas, escuece lo más grande pero si no estás cosas al final se acaban infectando. Bonitos cardenales me van a salir en la parte izquierda de la rodilla me digo al verme ese lado poniéndose ya morado. Al salir me relio la toalla al pelo y al cuerpo y cojo mi movil
-Adriana: Tita, ¿que tal?

-Silvia: Adri, ¿qué pasa?

-Adriana: como curo una herida en la cicatriz?

Silvia: ¿Que ha pasado?

-Adriana: Iba por el bordillo de la piscina, resbalé y me hecho una especie de quemadura en la Cicatriz que no para de sangrar

-Silvia: te la has lavado?

-Adriana: Agua, Jabón y alcohol

-Silvia: ponte las gasas con cicatrizante que tienes en el botiquín para que absorba y cicatrice, si no lo hace tienes que ir a que te lo miren

-Adriana: ¿Ese es Jota?

-Silvia: si, ha venido a Revisión

-Adriana: a estas horas? Tita, son las 9 de la noche

-Silvia: La cita que había

-Adriana: ¿ y que ha ido con el enano? Ay tita que te pillado -digo riendome- anda pasamelo

-Jota: que haces jipa

-Adriana: que haces cabezón

-Jota: ¿cómo va tu escapada?

-Adriana: llegando a su fin... no quiero volverme mañana

-Jota: No te vuelvas

-Adriana: deja de preguntarme y vamos a lo que vamos, ¿estás con Silvia?

-Jota: No

-Adriana: No me puedes mentir~Papá dile a Adri que cuando la voy a ver~- le escucho decir al enano por detrás

-Jota: vale, si pero no, como tú con Pablo

-Adriana: ¿estáis en secreto? Que fuerte... después los amantes eramos nosotros dos

-Jota: No niñata, anda te paso al enano

-Adriana: enano, mañana cuando llegue si me da tiempo voy a verte y dime una cosa pero tiene que ser un secreto ¿Papá y mi tía están juntos? Contestame en código

-Jota Jr: vale, vamos a cenar que Silvia ya ha terminado la cena, mañana te veo. Te quiero Adri

-Adriana: y yo enano.

Cuelgo, busco por el botiquín y me pongo las gasas, agarro los vaqueros cortos, la camisa blanca y mis sandalias bajas cuando las chicas entran ¿Dónde te crees que vas así?

-Adriana: solo voy a cenar y estoy llena de heridas, no me voy a poner un vestido ni las sandalias altas y además me duele todo

-Sara: Ya lo creo que sí

-Adriana: ¿Qué haces aquí?

-Sara: No me fiaba de tí y me he dado la media vuelta, ahora dejame vestirte

Tras 10 mimutos de pruebas, he acabado con el vestido verde agua, las sandalias altas y maquillada muy suavemente, cosa que yo no iba a hacer. Espero que Pablo me abra la puerta cuando sale con Terral y la pequeña, miro a la izquierda y me veo a todas las chicas mirando y a Sara marchar con Lucas

Pablo: Estás radiante

-Adriana: No digas tonterías -digo riéndome como puedo-

Pablo extiende su mano, para que me agarre, dándome un fuerte abrazo. Que susto me has dado... pensaba que te perdía
Al separarnos pongo mi mano en el costado, intentando que no se note y a la misma vez sonrío para no asustar a la pequeña

Sí supiera la verdad... puede que la noche no acabe bien