-Narra Adriana-
Observo como sus ojos están descompuestos y cristalinos, a veces recoge mis lágrimas pero tras serle sincera entrelaza sus manos y me mira fijamente, no puedo evitar sentirme culpable y su mirada me está matando por dentro, pues en el fondo sé que le he defraudado, inspira y mira hacia arriba como en busca de respuesta, pero su cara sigue siendo de rechazo. Me destapo, salgo de la cama, me pongo mis sandalias,cojo mi bolso y saco las llaves del coche, antes de salir de la habitación me giro y llorando, intentando que se entienda le pido perdón. Bajo sin hacer ruido alguno, tan sólo me acompañan mis lágrimas y Terral a mi lado pero cuando voy a salir su voz me para, su declaración hace que llore aún más, llanto que entremezcla dolor y alivio, él viene hacia mi, yo corro hacia él y nos fundimos en un abrazo que no quiero que acabe jamás
-Pablo: Venga pequeña, sube que es muy temprano todavía y tienes que descansar
-Adriana: No, me voy a casa, no quiero ser una molestia, nadie sabe que estoy aquí
-Pablo: ¿Y eso que más da? Venga anda que son las cinco de la mañana y no has descansado nada
-Adriana: que no Pablo, tengo que ir a casa, el entierro es hoy...
-Pablo: deja que cuide de ti varias horas más, si quieres nos quedamos aquí en el sofá
-Adriana: está bien, pero me voy antes de desayunar, no quiero ser un estorbo
Pablo asiente, seca mi cara con sus manos y con un ven aquí pequeña nos volvemos a fundir en un abrazo
-Helena: Adriana ¿Qué pasa?
-Adriana: Disculpe Helena, ¿le hemos despertado?
-Helena: No cariño, bajaba por un vaso de agua ¿y esa cara? ¿Y esos ojos? Qué ha pasado?
-Pablo: me la encontré sentada en la orilla esta madrugada, conducía sin rumbo fijo... Hugo a muerto
-Helena: ¿Hugo? El subinspector?
-Pablo: Sí mamá
Yo agacho la cabeza pues las lágrimas han vuelto a mi pero Pablo lo nota y me agarra la mano más fuerte y Helena viene hacia mi y me abraza
-Helena: Lo siento tesoro, lo siento, sé por Pablo lo importante que Hugo era para ti y la relación de tío y sobrina que teníais aunque no fueseis de sangre
-Pablo: se quiere ir para no ser una molestia antes de desayunar, es lo que he conseguido pactar con ella porque se quería ir ya, habiendo descansado tan sólo 2 horas
-Helena: Te subes a la habitación y descansas, mañana bajas a desayunar y sales de aquí como nueva, además sabes que si necesitas un tiempo aquí tienes un sitio
-Pablo: ves pequeña, no había porqué preocuparse
-Helena: eres una persona dulce y buena, que has puesto en peligro tu vida por mi nieta y sobre todo que haces feliz a mi hijo además ¿sabes qué? Que después de este sufrimiento, la vida te tiene preparado algo único e irrepetible-dice poniendo mi pelo tras la oreja y dándome un beso de esos que demuestran más que las palabras.
Escucho de fondo las carcajadas de los pequeños, lentamente abro los ojos y me encuentro totalmente atrapada por Pablo y Terral duerme encima de nosotros, me giro y veo como Pablo está despierto, al verme sonrie
-Adriana: Buenos días
-Pablo: Buenos días pequeña ¿Bajamos a desayunar?
-Adriana: ¿Qué hora es?
-Pablo: Las nueve
-Adriana: no me da tiempo, tengo que estar allí antes de la una
-Pablo: pues dejame que te acompañe
-Adriana: No, debo de hacerlo sola, quiero despedirme y llorarle
-Pablo: está bien, pero te llevas la tostada para el camino- dice mientras bajamos las escaleras-
-Sofia: Adri, estás con el tito Pa!!!-La pequeña corre hacia mi y yo la cojo en brazos, abrazándose cual koala- se lo he escuchado a mamá mientras hablaba con la Abuela, te puedo llamar ¿tita Adri?
-Adriana: Claro que sí pequeña, no me ha podido tocar sobrina más bonita
-Sofia: Tita, tienes mala cara
-Adriana: lo sé tesoro, no estoy bien, se ha muerto alguien a quién queria mucho -digo con un nudo en la garganta-
-Pablo: venga, dejaros de chacharas y vamos a desayunar que me muero de hambre- dice comiéndose una galleta-
-Adriana: yo me voy ya-digo dándole un beso a la pequeña y esta se abraza más fuerte- te quiero tita
-Helena; come algo
-Adriana: no puedo de verdad, tengo que estar en casa a antes de la una
-Pablo: esta bien, pero llevate estas galletas aunque sea, por favor- dice dándome una cuantas liadas en una servilleta-
-Adriana: gracias -digo dándole una triste sonrisa-
Casilda y Helena se levantan y vienen a abrazarme, cosa que hace que el nudo en mi interior se haga más fuerte y varias lágrimas vuelvan a aparecer, me separo de ellas, Helena seca mis lágrimas y me da un beso de madre, Casilda aprieta fuerte mano, yo asiento y me dirijo a la puerta acompañada por Pablo y la pequeña, antes de salir me giro y abrazo a Pablo, ahora más que nunca necesito uno de esos abrazos que el me da, unimos nuestras frentes y me besa, nos volvemos a abrazar y en este se une la pequeña, Pablo la coje en brazos y la pone entre medio de los dos, os quiero mucho les digo bajito y la pequeña vuelve a abrazarse a mi al igual que antes, dejándome incluso sin respiración Sois los mejores titos que tengo
La dejo en el suelo y antes de salir me despido de Helena y Casilda que han salido al jardín también, pablo me acompaña hasta el coche, nos quedamos en silencio, mirándonos fijamente, él se acerca cada vez más hasta que puedo sentir su latir como mio y su respiración en mi cuello
Cuando esto pase nos vamos a ir solos los dos, estaremos unos días perdidos, desconectados del mundo, amandonos a los cuatro vientos, siendo tan sólo uno, despertandonos con el doble latir, dejando de hacerlo en silencio, sin obstáculos ni complicaciones, cimentando nuestro futuro en días eternos y ¿sabes por qué? Porque tu eres para mi y yo soy para ti.
Te quiero pequeña.
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El baile del destino
FanfictionAdriana es una niña tímida pero decidida, sensible pero sincera, varios hechos le han marcado de por vida, vive siempre atemorizada por un ¿ y si? , le dan miedo los cambios pero un día todo cambia, conoce a alguien al que lleva mucho tiempo intenta...