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MAGNUS

— A ver Nephilim dime todo de nuevo—dijo Magnus mirando a sus invitados.

La situación había sucedido así, Magnus para no sentirse solo en su Loft había invitado a la pareja de vampiros a quedarse en su querida morada, después de una discusiones entre Raphael y Simón lograron calmarse y sentarse a disfrutar un trago pero la paz no duró mucho, ya que sintió fuertes golpes en la puerta principal, Magnus para no pararse trono sus dedos viendo entre sus llamas azules la silueta de tres Nephilim cual reconoció al instante, la hermana de Alexander, al joven rubio, cual sabía que era el Parabatai y atrás la hija de Valentine, pero no vio rastros de su pequeño, cual quería ver, por lo cual se sintió desilusionado.

"¿Y si no te quiere ver? ¿Y si le ha pasado algo?"

Esto último lo había hecho pensar, no conocía mucho a Alexander pero sabía con seguridad de que no dejaría a las personas que quería por ahí solos cuando él estaba para protegerlos. Se apresuró a hacer unos de sus trucos y abrir la puerta, si Alexander estaba en peligro Magnus tenía que socorrer por él. La silueta del niño de cabellera rubia fue el primero en entrar a la sala, analizando todo y mirando a la pareja de vampiro, el brujo frunció el ceño al ver la expresión de disgusto del muchacho, después entraron las dos muchachas, la hermana de Alexander quien tenía la cara con un notable sonrojo e hinchada de tanto llorar y eso fue todo para que Magnus sintiera una operación en el pecho ¿Preocupación? ¿Miedo?

— ¿Qué sucede, niños Nephilim?— preguntó Magnus.

Trato de fingir indiferencia, aún no superaba lo que había pasado en el instituto con estas personas, y aunque quisiera preguntar por la persona faltante solo trato de no pensarlo.

— Alec, Jonathan, Max— dijo Jace con rapidez.

El chico que parecía al entrar como con ganas de pelear, ahora comenzó a agarrar el pelo con preocupación teniendo dificultad para explicar qué sucedía, Magnus se tenso a sentir los nombres, sabía bastante para decir que ese Nephilim Jonathan ya no era alguien bueno, su sangre de demonio se había activado gracias a Valentine y su nombre mezclado con su pequeño de ojos zafiros no era para nada bueno y Max no conocía a ningún Max ¿Y si era él algo de Alexander? se sintió molesto, Alec no le había dicho que tenía pareja.

— A ver Nephilim, respira y dime de nuevo—dijo Magnus.

Sus amigos, Simón y Raphael estaban en una discusión en voz baja, cual nadie podía oír, las niñas Nephilim estaban en otra pelea, cual Magnus podía oír los nombres nombrados y el niño rubio estaba tratando de controlarse así poder hablar del tema, Magnus lo entendía, estar lejos de su Parabatai era doloroso aumentando cuando uno estaba cerca de su muerte. Sus recuerdos volvieron a su viejo amor, Will Herondale, cuando sus charlas constituían en su Parabatai Jem, cual ahora era un hermano silencioso, sabía el aprecio mutuo que sentían, hasta el punto de compartir a Tessa, eso era una confianza más de lo que alguien pudiera tener.

— Jonathan vino y se llevó al pequeño Max, no sé porqué lo hizo— dijo Jace—y Alec salió a perseguirlo, sin armas, sin nada.

El brujo salió de sus pensamientos y escuchó con atención como su Nephilim estaba en problemas y no con una buena persona, si no con un monstruo.

— Alec necesita nuestra ayuda Magnus— dijo Simón a su espalda.

Magnus volteó para ver a Simón que lo miraba con súplica ya se había olvidado que este conocía a Alexander y viceversa, tanto que llamaban a su vínculo amistad.

— ¿Y tú quién eres?— preguntó Jace.

— Soy amigo de Alec—respondió Simón.

— Yo soy su Parabatai-—musitó Jace—me tiene a mí, no necesita amigos subterráneos.

Tú, mi maldita perdición ||Malec & Saphael|| (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora