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ALEC

Sentía que algo iba mal desde que Raphael le había dicho su duda de Joselyn, el Nephilim no podía creer lo ciego que había estado, el vampiro tenía razón ¿Joselyn estaba trabajando con Jonathan? ¿Habían dejado de hablar alguna vez? Lo que le ponía peor es que Jace e Izzy estaban con ella y podían estar corriendo peligro sin tener conciencia del descubrimiento, pero ¿Por qué? ¿Ella sería capaz de lastimar a su hija y a Luke? No podía pensar tranquilo, a su lado Magnus estaba diciéndole palabras cursis y tontas, no podía entender porqué era tan tranquilo en momentos así, el Nephilim sonrió con timidez al recordar la farsa de su novio con aquel beso, era inevitable enojarse con él.

Había pensado que el amor no le llegaría a él, que nunca encontraría a alguien que lo tratará como Jace trataba a Clary, pero Magnus había aparecido y todo cambio, Magnus hacia todo distinto y lo ponía nervioso con cada palabra, era alguien que cuando entraba a la vida de una persona era difícil después olvidarlo y aunque no lo admitiera el brujo daba unas buenas sesiones de besos, también tenía una gran seguridad en el mismo que hacía envidiarlo y admirarlo a la vez, ¡Lo había besado al frente de sus padres! algo que nunca se hubiera animado él a hacer, además sabía que ya era adulto en el mundo de los Nephilim y cuando eres mayor la clave no te podía decir nada sobre tu orientación sexual.

— Garbancito—dijo Magnus a su oído.

Alec se retiró un poco y se avergonzó antes de tiempo.

— ¿Qué sucede Magnus?

— Bueno sabes, cuando esto termine y Jonathan deje de molestar y no quiera dominar el mundo—dijo Magnus sonriendo—estaba pensado no sé, pasar más tiempo juntos como una pareja normal, citas, comprar mucha ropa y esas cosas que hacen las parejas mundanas.

Alec lo miró asombrado ¿No había propuesta de novios? Ya habían discutido de esto.

— No podemos ser una pareja Magnus—contestó Alec.

El chico Nephilim había alzado sus hombros para observar como Magnus lo detenía y lo miraba asustado.

— ¿Qué? ¿Por qué?— preguntó preocupado Magnus— ¡Oh no! ¿Me estás diciendo que soy tu pasatiempo? porque creí que nos queríamos Alexander.

— Eso es muy dramático de tu parte— se escuchó a Raphael.

Alec que lo había escuchado quiso defender al brujo.

— Mira quien hablo ¡Oh Simón ha roto mi corazón! Simón me engañó con una Nephilim, ¡Oh Simón!— bromeó Alec imitando a Raphael.

Este lo miraba con una sonrisa y una ceja arqueada, tomándose todo con humor.

— Alexander Lightwood mírame ahora mismo—dijo Magnus dándolo vuelta—contéstame ahora mismo.

Alec sonrió.

— ¿Cómo quieres que seamos una pareja si aún no me lo pides?

— Oh...— dijo Magnus volviendo sonreír— me lo hubieras dicho antes, Raphael trae una copa, necesito pedirle algo a mi garbancito.

— Magnus creo que no es el lugar ni el momento adecuado—dijo Alec.

— Además ¿Dónde podré conseguir copas aquí Magnus?— añadió Raphael.

— Está bien, está bien— suspiró Magnus— además necesito ropa para la ocasión.

RAPHAEL

Se sentía mejor, ver a Alec y a Magnus así le daba más ánimos de encontrar a Simón y pedirle perdón por todo lo ocurrido, por no protegerlo, por dejarlo solo y por no darse cuenta de lo que estaba sucediendo, pensaba en lo que era ahora y lo que había sido antes sin el menor, su vida había sido aburrida y la verdad ya no se acordaba que era de él y porque le gustaba esa vida, le había dado un giro a su mundo en una forma tan radical, era como volver a tener su vida mundana.

Volvió a la realidad cuando sintió como las paredes empezaban a vibrar y la pintura se empezaba a desgarrar haciendo que la parte central de esta empezará a cambiar de colores, amarillo, rojo, violeta, hasta que paró en un azul intenso, se colocó al lado de Magnus sin poder creer lo que veía.

— ¿Qué está pasando Magnus?— escuchó decir a Alec.

Miró al brujo pidiendo una explicación, no podía ser lo que estaba pensando.

— Es un portal— dijo Magnus confundido.

Vio como Alec alzó el arco y apuntó con la flecha hacia el centro del portal esperando a que apareciera la amenaza pero Raphael miraba con atención, no sentía que venía algo peligroso, por instinto empezó a caminar hacia adelante para acercarse a eso que estaba por salir.

— Si estas queriendo hacer algo suicida— dijo Magnus—tendremos graves problemas, ya sabes cuándo encontremos a Simón tendremos que decirle que te metiste a un portal desconocido y no te volvimos a ver.

— Cállate Magnus.

Sintió cómo su pecho dolía cada vez que se acercaba un poco más al portal, si esto era una trampa seria ofensiva de su persona en haber caído en algo así, pero ya había caído en una mentira antes por lo cual no sería tan humillante.

— Ven para acá maldito maniático— dijo Magnus empujándolo hacia atrás— deja que la cosa salga sola.

MAGNUS

No podía creer lo que estaba viendo, un portal, un mismísimo portal de brujo frente a sus ojos en una mansión llena de demonios ¿Habían subterráneos al lado de Jonathan? eso era desagradable ¿Cómo podían estar de su lado? Cuándo ellos mismo no tenía ni el mayor afecto por los subterráneos y podían ser capaces de asesinarlos sin compasión, al mirar con atención empezó a ver como una sombra y con muchas formas salir del portal, pero cuando estaba ya por mostrarse el portal desapareció.

— ¿Qué fue eso?— preguntó Alec a su lado.

Magnus se acercó a la pared para tocarlo con sus dedos.

— No lo sé, pero tenemos que encontrar a todos antes de que veamos más sorpresas.

Tú, mi maldita perdición ||Malec & Saphael|| (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora