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SIMÓN

¿Raphael está acá? Sintió como se le formaba un nudo en su garganta y le ardían los ojos ¿Qué hacía Raphael acá? sostuvo con más fuerza al pequeño brujo y sintió cómo Rafael junior se apretaba a él como si supiera qué se estaba sintiendo mal y trataba de consolarlo, bajó la cabeza y miró a ambos niños.

— Calma pequeños, todo estará bien— susurró Simón.

— Te has tomado el papel muy en serio—dijo Jace.

— Bueno son dos bebés—dijo Simón frunciendo el ceño—y no quiero dejarlos morir.

Tenía que salvar a los niños se repitió Simón para controlar el impulso de salir corriendo e ir en búsquedas de Raphael, reclamarle sobre lo que hizo y posiblemente pegarle.

— ¿Puedo tocarlos?— preguntó Izzy.

Vio como la chica empezó a acercarse a los pequeños pero los niños empezaron a llorar haciendo que la muchacha se alejara de ellos.

— Son muy tímidos—dijo Simón.

El vampiro alzo los hombros para restarle importancia a sus comportamientos y darle a entender que no era su culpa que los bebés le intimidaran.

— Ese niño brujo me hace acordar tanto a Max—dijo Clary.

Todos la miraron.

— Eso fue ofensivo—dijo Jace.

— Chicos, chicos—dijo Luke—tenemos que seguir nuestro camino ahora mismo.

Todos le hicieron caso.

RAPHAEL

Ahora caminaba atrás de la pareja que hablaban y planeaban su cita, había reído mucho cuando escucho que los dos peleaban por quién era el que tomaba las decisiones en esta relación, si hubiese estado Simón hubiera indicado a Magnus sería mucho más vulnerable y respetaría sin dudar las decisiones del Nephilim. Se notaba quien dominaría la relación.

— Tú no necesitas decirme lo que ya sé—dijo Alec.

— Tengo años de experiencia, se cual lugar nos conviene con respecto a tus gustos—dijo Magnus con un puchero.

— Pero no quiero nada extravagante, una cena de Taki 's es suficiente.

— ¿Qué? No.

— No voy a entrar a tu mundo en esas cosas— señaló Alec.

Raphael se tapó la boca para no largar una carcajada a una pelea ridícula.

— Pero puedo meterte otra cosa—dijo Magnus.

— ¡Magnus!—dijo Alec pegándole.

El vampiro mayor volvió a ver las paredes, habían caminado bastante, parecía que llevaban hora dando vueltas y eso lo estaba irritando porque no es así, solo deben haber pasado minutos.

— Esta mansión es enorme—dijo Raphael interrumpiendo a la pareja—estamos caminando hace horas y no hemos podido encontrar a Simón, creo que algo va mal.

— Oh vamos, como es Simón debe estar tratando de escapar— comentó Magnus—se un poco positivo.

— Tampoco deben estar muy lejos Jace— añadió Alec—es mejor que nos unamos con ellos.

— ¿Magnus puedes hacer un portal hasta los demás?—preguntó Raphael ya cansado— nos estamos exponiendo mucho.

— No seas dramático Raphael, no nos puede pasar nada—dijo Magnus— además, gastaré mi energía.

Las puertas a una distancia de ellos se empezaron a abrir saliendo a la vista tentáculos blancos mostrando ventosas rojas, un demonio que con un solo golpe podría matarlos por el veneno.

— Demonios Raum—dijo Alec—bueno Magnus acá esta el momento donde dices que estabas confundido y que vas a hacer el pedido de Raphael aunque gastes un poco de tu energía.

Raphael se tenso, pero pudo escuchar como Magnus suspiraba y hacia un portal.

— A bordo del carrusel queridos.

MAX

Estaba bajó un mueble leyendo Naruto, amaba ver los dibujitos que habían en las hojas y la extrañas letras que contenían se había tapado con una sábana para no sentir los problemas de su madre gritando por tenerlos prisioneros, y a la vez porque tiene en su poder algo mundano que se lo han prohibido.

— Es injusto de sus parte tenernos acá—dijo su madre—No somos los culpables, la culpable ya se ha ido.

Sabía que los hermanos silenciosos no hablaban en voz alta, de seguro que estaban discutiendo pero Max no quería escuchar, sabía y sospechaba un poco que los adultos del instituto estaban metidos en algo grande y por eso le preocupaba sus hermanos, al igual que Magnus y el vampiro, y un poco a Clary, tenía miedo que les sucediera algo en aquel lugar.

— Joselyn y Valentine son culpables de todo, hicieron a un niño que no tenía que estar vivo, nos matarán a todos y será su culpa hermano Zachariah.

Max se tapó más al punto de querer desaparecer, trato de pensar en su hermano, este lo había rescatado, tenía a su lado a un brujo y ahora había ido a rescatar a un vampiro, Alexander era un héroe, era admirable. Sintió ruidos extraños y se destapó un poco, había más personas, dos mujeres y muchos demonios apareciendo en un portal, sintió como su madre gritaba y sacan sus espadas, al igual que los hermanos, había una guerra en la sala, los gritos se agudizaron y cuerpos empezaron a caer, Max se acurrucó más para que no lo vieran.

— ¡Eres una traidora! Juro por el ángel que te mataré.

— Descuida Maryse no llegaras a hacerlo—dijo Joselyn.

Max que estaba escuchando trato de no meter ningún ruido hasta que los gritos desaparecieron y la sala quedo en silencio, después de unos momentos se destapó un poco y vio que ya no había nadie, caminó hasta los hermanos silenciosos que estaban todos tirados en el suelo inmóviles, corrió hasta el hermano Zachariah pero estaba muerto, se sentó a su lado y empezó a llorar, sentía miedo, miedo por sus padres y lo que le podría pasar.

<< Llama a la clave Max, llama a la clave. >>

El pequeño comenzó a correr hacia la biblioteca en busca del teléfono que Hodger sabía usar.

Tú, mi maldita perdición ||Malec & Saphael|| (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora