(33)

1.7K 158 19
                                    

SIMÓN

Descansaba en el pecho de Raphael después de acomodarse, mirando una de las paredes de color esmeralda mientras que con su pulgar daba pequeños círculos cerca de la cintura del mayor.

— Yo no sabía que los vampiros— susurró Simón—podían...

— ¿Terminar?—Comenzó a reír Raphael.

El pecho de Raphael vibró al movimiento que había producido su risa y Simón lo disfruto al poder sentirlo tan cerca de él, se acurrucó más al escuchar la oración acabada ¿Por qué le incomodaba tanto como estaban acostados? Si hoy en esto terminó siendo el de abajo sin reclamar

— Nosotros somos personas, somos hombres Simón—dijo Raphael— los hombres hacemos eso.

— Pero no somos hombres comunes, no somos mundanos Raphael— susurró Simón con timidez.

Tenía que controlar lo que decía porque no quería afectar la sensibilidad de la persona a su lado o que malentienda.

— ¿Estás diciendo porque somos vampiros?—pregunto Raphael— bueno bebé, la verdad no lo sé, creo que eso no cambia con la transformación, aún el sexo es normal en nosotros.

Simón dejo escapar una pequeña risa con amargura y abrazo a Raphael, la palabra transformación hundían su ánimo hasta lo más bajo, extrañaba a su madre y a Rebeca como a la banda, debían creer que él estaba desaparecido, raptado o muerto, se le hacía doloroso pensar en su madre y su hermana llorando por él.

— ¿En qué piensas?—susurró Raphael.

Se había acercado hasta su oído, el menor se acurrucó más, no podía quejarse de su situación, ahora lo tenía a él a su lado ¿Después de esto nunca lo dejarías cierto? ¿Cierto?

— Dime.

La voz de Raphael hizo que sintiera confianza para poder decírselo, no podía desconfiar de él.

— Pienso en mi familia— dijo Simón.

Que había apretado sus labios después de ello, vio como Raphael se acomodo para mirarle a la cara, Simón pudo ver cómo el mayor lo miraba con pánico.

— ¿Te estás arrepintiendo de lo nuestro?

El menor lo miró con sorpresa, no entendía porque la preguntaba aquello, no se sentía arrepentido por aquello ¿Raphael si?

— Yo no me arrepiento de lo nuestro— dijo Simón— ¿Tú sí?

— Claro que no, es solo que...

— ¿Solo es qué?

La situación había vuelto a cambiar de rumbo como siempre pasaba entre ellos, por no tener una buena comunicación y malentender al otro.

— Me odias porque terminé con tu vida— terminó diciendo Raphael.

La habitación quedó en silencio, los dos se miraban a los ojos esperando la siguiente reacción.

— Yo solo extraño a mi familia—dijo Simón con dificultad—no te odio.

— ¿No me odias? ¿Aunque te diga que tu familia piensa que estás muerto?— preguntó Raphael.

Simón se sentó en la cama sorprendido, haciendo que la sábana cayera a su cintura mostrando su piel desnuda.

— ¿Qué mi familia piensa qué yo estoy muerto?

— El noticiero hace unos días informó tu muerte Simón— dijo Raphael.

Eso hizo que el menor quedara en shock, su cabeza no dejaba de trabajar, ahora estaba confirmado, el estaba muerto para los mundanos, nadie más lo reconocería, solo se acordarían de él por el chico que había sido, nadie. Se levantó y empezó a vestirse siendo seguido por la mirada de Raphael.

— ¿Me odias ahora?—preguntó Raphael.

El menor terminó de colocarse la zapatilla y miró a Raphael que estaba sentado en la cama con su cabello desordenado y mirándolo con amargura, trato de dedicarle una sonrisa para no preocuparlo.

— No te odio.

— ¿En serio?

Simón camino hacia la orilla de la cama donde estaba Raphael sentado y agarró su cara para darle un corto beso y después separarse para mirar a sus ojos avellanas.

— Si.

Y empezó a caminar hacia la puerta para colocar su mano en la perilla.

— Espera ¿A dónde vas?— exigió Raphael.

— A ver a Magnus y a Alec para comprobar que todo esté bien—sonrió Simón—te espero allá, no tardes.

Tú, mi maldita perdición ||Malec & Saphael|| (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora