(39)

1.4K 144 22
                                    

JACE

Caminaba por los pasillos con su espada serafín en alto por si acaso algo lo sorprendiera, tantas cosas rondaban por su cabeza tomando sus pensamientos, no entendía como un Nephilim cual todos respetaban y había tantas leyendas que hablaban de su honor, contando sus grandes aventuras y el gran hombre que era solo en realidad era una farsa, subió por unas escaleras para los pisos de arribas, esta mansión era muy confusa y llevaba muchas escaleras y pisos ¿Cómo era que una persona había inyectado sangre de demonios y ángeles en los bebés? Eso era cruel. Unos murmullos empezaron a escucharse por las escaleras haciendo que Jace se detuviera y escuchará de donde provenían, se colocó una runa silenciosa para acercarse hasta el principio de esta y mirar por una puerta media abierta donde Jonathan torturaba a alguien que estaba atado en la pared.

— Tú eres el culpable de todo esto—murmuraba Jonathan.

— ¿Yo? Tú eres el monstruo aquí Jonathan— dijo el hombre.

Jace trató de entender la situación aunque no podía.

— Tú colocaste esa sangre en mi—escupió Jonathan.

— ¿Y no te sientes poderoso con ello? Eres mejor de lo que eras antes.

— No siento nada, quiero matarte acá mismo Valentine, ni siquiera tengo un afecto por ti o por nadie, no lo hago porque tienes que estar en la boda.

¿Boda? ¿Valentine?

— La sangre atrae a la sangre ¿No?

— Pero te mataré después, cuando Clarissa ya sea mi esposa.

El rubio se arrimó para ver cómo era ese tal Valentine que tanto halagaban los Nephilim y hasta el mismo antes de enterarse de su verdad, pero solo veía sangre, entonces cayó en cuenta lo que había dicho, casarse con Clarissa, no podían casarse, eran hermanos biológicos. Jace se alejó de allí y trató de olvidar lo que había visto para buscar a su novia y al vampiro para salir de ese lugar antes de que el loco viniera por ellos. Extrañaba a su hermano, a Alec, si él hubiese estado acá todo sería distinto, se protegerían la espalda y hubieran entrado a esa habitación y parado todo esa tortura, pero no, no estaba Alec con el por culpa de Jonathan. La ira empezó a subir por su cuerpo ¿Era la sangre del demonio que lo estaba haciendo hacer esto? se sentía tan confundido ya no sabía qué cosa era real y ya no.

RAPHAEL

Se despertó en el piso sobándose la cabeza, lo último que recordaba era que estaba gritándole a Simón por haberse ido, pero después Magnus...

— ¡Magnus Bane!—grito Raphael enojado.

— Estoy acá, no grites Raphael—dijo Magnus.

El brujo se puso frente a él, el vampiro se levantó y sacudió su ropa, se sentía desorientado un poco con la situación.

— ¿Qué me hiciste?

— Tuve que dormirte, estabas poniéndole los pelos de punta a Simón— comentó Magnus.

— Magnus, me odiaría de por vida si le pasa algo a Simón— dijo Raphael— quiero que esté a salvo en todo momento, tenerlo bajo vista y cuidarlo.

— Amor adolescente— se burló Magnus.

— Algún día te pasara Magnus y será con ese Nephilim de allá, porque cada vez que te enamoras es como volver a pasar por esto, volverte idiota al punto de que no te reconoces a ti mismo.

Ambos miraron al chico dormido del sillón y un silencio lo acompañó en el lugar.

— Capaz tengas razón—susurró Magnus.

— Necesito que Simón venga a salvo— remarcó Raphael.

Que golpeó con la zapatilla en el suelo molesto.

— Vendrá, Simón es un vampiro ahora y él es tu pareja.

JACE x2

Ya se había cruzado con algunos demonios y había salido ganando con unos golpes en su cabeza que sangraban, pero todavía estaba bien. Necesitaba ver a Clarissa y saber que ella estaba bien, ya había visto como Jonathan torturaba a su propio padre ¿Y si le había hecho lo mismo a ella? Pensar eso hizo que se sintiera angustia, él amaba a aquella chica y arriesgaría su vida por ella si tuviera que hacerlo. Cuando iba por el pasillo, Jace sintió como era atropellado por algo y caían al suelo, al abrir los ojos vio una maraña de pelo tapar su vista y después sintió como la persona se quejaba con voz alta.

— ¿Clary?

Jace hizo que levantara un poco la persona que estaba arriba de él y vio a su novia a punto de sollozar, la pelirroja lo beso y Jace se lo recibió gustoso, en el beso transmitían lo tanto que se habían necesitado en esta corta separación.

— Perdón por dejarte aquí con ellos— susurró Jace.

— Perdóname a mí por no irme contigo— dijo Clary con dificultad.

Los dos se miraron a los ojos para sonreír.

— Lindo todo, en serio, pero si no nos vamos de acá nos matarán— dijo Simón.

Jace se quejó para pararse con Clary abrazado a él, la amaba tanto.

— ¿Cómo nos vamos a ir de aquí?

— Llama a Magnus y dile que ya estamos todos juntos—Dijo Simón.

— ¿Y tu celular?— dijo Jace que había sacado el celular mientras tanto.

— Larga historia... —dijeron al unísono Simón y Clary.

Jace marcó el número del brujo y espero que lo atendiera lo más urgente posible o estarían acabados.

— Jace, tenemos compañía.

Tú, mi maldita perdición ||Malec & Saphael|| (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora