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ALEC

Si seguía así terminaría volviéndose loco, había visto a Magnus con alguien a casi completar el proceso de "acostón de una noche" y ahora estaba confesando que sentía algo por él o eso le estaba dando a entender.

— ¿Qué?

Su corazón estaba acelerado, sus manos temblaban al igual que sus labios, necesitaba escuchar una respuesta más directa para caer en la realidad de lo que está sucediendo.

— Te estoy confesando mis sentimientos y me preguntas eso, Nephilim estúpido— dijo Magnus.

El ojiazul se ofendió asique se detuvo y caminó hacia donde estaba Magnus para hacerlo chocar su espalda en la pared sorprendiéndolo.

— ¿Qué me dijiste?—preguntó Alec.

— Nephilim estúpido.

— ¿Me traes hasta acá para decirme eso?— pidió una explicación Alec— ¿Qué soy un Nephilim estúpido?

Los dos se miraban a los ojos, sus respiraciones agitadas eran lo único que se escuchaba y aunque Alexander quisiera negarlo sentía un loco deseo de probar esos labios, Magnus se sacó el antifaz.

— ¿Por qué aun no me besas Alexander?— preguntó Magnus.

Haciendo que el ojiazul pusiera sus manos a cada lado de su cabeza y buscará sus labios, al rozarlos una corriente cruzó por todo su cuerpo y eso le hizo seguir, los labios de Magnus eran suaves, invitando a besar, con ello el miedo desapareció y el beso de profundizo, el brujo le estaba dando permiso para explorar más allá, las manos de este se pusieron en la cintura del Nephilim acercándolo más a su cuerpo y Alec saco sus manos de la pared para ir a parar al cabello de Magnus. El beso se intensificó cada vez más y las lenguas se presentaron en el beso haciendo que los dos empezaran a perder la cordura.

Alec comenzó a sentir las manos cálidas de Magnus entrar por debajo de su remera haciéndolo sentir una corriente en su entrepierna soltando un pequeño quejidos, empezó a bajar sus manos y acarició la espalda del brujo, necesitaba sentir su piel, sus manos se movieron hasta adelante y empezaron a desprender con torpeza la camisa, cuando lo logró la saco con desesperación y lo tocó, su cadera, su abdomen, su espalda, escuchando un ruido de agrado por la otra persona. Ambos se dirigieron a la cama y se trepó arriba de él para seguir besándolo, Magnus empezó a hacer esfuerzo para que se sacara la chaqueta y la remera, necesitando ayuda del ojiazul que después de unos minutos quedaron los dos con el abdomen al descubierto.

Pararon para tomar aire y Magnus tomó ese tiempo para acariciar y besar las runas en el cuerpo del menor y besar el cuello del Nephilim quien sonrío con un poco de dolor, el brujo tomó el control e hizo lo que pudo para quedar encima del Nephilim que estaba avergonzar, los besos volvieron a empezar y un movimiento de frotación del cuerpo los acompañó haciendo que Alec abriera los ojos y lo detuviera, no estaba preparado, no aún.

— ¿Qué sucede?— preguntó Magnus.

— No me acuesto con el primero que se me cruza en el camino— bromeó Alec.

No quería decirle que sentía pena de aquello, tomó aire y se tranquilizó viendo como Magnus se sentaba a su lado y trataba de calmarse también.

— Entonces te conoceré y después voy a ir por ti—dijo Magnus con una sonrisa— he dicho la verdad Alexander, quiero conocerte.

— Por mi está bien— expresó como respuesta Alec.

El ojiazul se levantó de la cama y se colocó la remera para agarrar su chaqueta.

— Nos vemos— añadió.

Y salió corriendo, al llegar a donde estaba la fiesta encontró a sus hermanos y a Clarissa en la pista, Isabelle al verlo soltó a su acompañante y corrió hacia él, mostrando preocupación.

— ¿Dónde estabas? ¿Por qué tú ropa está arrugada?—preguntó Isabelle.

— Creo que me caí...— dijo Alec nervioso.

— ¿Estás bien? ¿Te lastimaste?

— Estoy bien solo fue un golpe Izzy.

La música empezó a sonar más fuerte que a casi les rompió sus tímpanos, los nervios empezaron a presentarse, en algún momento Magnus aparecería y estaba los bastante avergonzado para verlo.

— Vamos al instituto— murmuró Izzy.

Izzy lo agarró del brazo, el ojiazul asintió reiterada veces y empezaron a dirigirse a la puerta, cuando escucho la risa de su hermana a su lado, la miró confundido.

— ¿De qué te ríes?—preguntó Alec.

— Estuviste con Magnus, te vi cuando venías por aquella puerta— dijo Izzy.

Alec dejó escapar una risa nerviosa mientras rascaba la parte trasera de su cuello.

— ¡Esperen!— se escuchó a lo lejos.

Los dos hermanos se dieron vuelta mirando como Jace y Clary caminaban hacia ellos, cuando los alcanzaron Jace lo miró.

— ¿Qué te pasó en el cuello?—preguntó Jace.

Alec lo miró confundido y todos miraron hacia su cuello.

— ¿Qué? ¿Qué tengo?

Tocando el lugar con su mano aunque no podía sentir nada.

— Parece una picadura o un...

El chico rubio cerró la boca para no dejar escapar una carcajada, pero Alec comenzó a negar, mataría a Magnus si era lo que pensaba, para eso en un lugar que no se puede ocultar.

— Me caí, no es lo que piensas.

— ¿Y te pegaste en el cuello?— preguntó Jace con un sonrisa.

— Si, ya sabes que soy un poco torpe— se quejó Alec.

Él alzó sus hombros para restar importancia al tema y comenzó a caminar antes de que lo llenaran de pregunta, pero al oír risas detrás de él sabía que ya habían descubierto la verdad.

Tú, mi maldita perdición ||Malec & Saphael|| (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora