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ALEC

— ¡Jace!

Empezó a gritar su nombre esperando poder escuchar su respuesta, poder escuchar a su hermano y saber que él estaba bien hasta que Magnus pudiera ayudarlo, cuando vio que Luke llegaba a su lado y custodiaba a Jonathan por él tiró su arma y empezó a caminar con dificultad hasta su Parabatai.

— ¡Jace!

No podía perderlo ahora, habían pasado por muchas cosas juntos, habían luchado y entrenado de pequeños, cuando fueron Parabatai se habían unido más y por igual tenían un sentido de hacer travesuras, no podía perder a su mitad, empezó a agarrarse la runa con cual Jace compartían, sentía como empezaba a arder, caminó con más rapidez al ver el cuerpo de su Parabatai que estaba tendido en el piso y a Magnus tratando de despertarlo.

— Jace contéstame.

Era la única persona que podría ayudarlo con los problemas que tendría que afrontar más adelante, su madre estaba muerta y había matado a Robert en defensa propia, Hodger estaba muerto y Joselyn estaba amarrada en una orilla de la sala preparada para ser llevada a Idris y ser juzgada allá. Se arrodilló frente a su Parabatai, sus ojos ya casi se abrían y su respiración era muy leve, la herida no dejaba de sangrar haciendo que el ojiazul empezará a temblar sacando su estela y tratando de hacer una runa curativa.

— Todo saldrá bien, todo saldrá bien.

Pero no podía estar seguro de eso, su runa que compartían empezaba a desaparecer y la runa iratze en Jace también desaparecía.

— ¿Magnus qué sucede?—preguntó Alec preocupado—la runa no se queda, no hace efecto.

— Jonathan usó el veneno de uno de ellos en su daga—dijo Magnus—creo poder curarlo, pero...

— ¿Pero...?

Alec siguió la vista de Magnus detrás de él, podía ver a Raphael sosteniendo a Simón que parecía a punto de caer al suelo.

— La flecha también lo tocó—dijo Magnus— él también puede morir y necesito curarlo, no tengo tanta energía para ello, no creo que pueda curarlos a los dos.

Nunca había visto tan inseguro a Magnus y eso hacía preocuparlo más.

— Magnus, nada de inseguridades— dijo Alec— ¿Hay una segunda opción?

—Siempre tengo una segunda opción— expresó Magnus sonriendo.

La inseguridad no había durado ni un segundo, Magnus había vuelto a ser él, el ojiazul pudo ver como las manos del brujo salían llamas de un color violeta como sus portales.

— No tengo las energías necesarias para curarlos a ambos—dijo Magnus—tráeme a Simón, tomaré la medida de emergencia.

El ojiazul asintió y se levantó, sin antes ver cómo Magnus rasgaba la remera de su Parabatai y colocaba su mano en el lugar de la herida haciendo que las luces empezarán​ a entrar por la herida, caminó hasta Simón y Raphael.

— Todo saldrá bien, desde que te convertiste en polluelo has hecho locura que han puesto en riesgo tu vida, esta es una más y saldrás— susurro Raphael— eres fuerte Simón más de lo que piensas.

— ¿Es normal que esté paralizado?

— Siempre arruinas el momento— bromeó Raphael

Que estaba tratando de aliviar los asuntos, el Nephilim se acercó hasta ellos, Raphael parecía abrazar al menor con fuerza intentando que eso ayudará a que se sintiera mejor, Alec quería gritarle no se le había olvidado que Simón se había complotado con Jace y habían ido en la búsqueda de Jonathan ellos solos. Miró la runa parecía intentar volver a reaparecer.

Tú, mi maldita perdición ||Malec & Saphael|| (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora