Maripositas desde el centro al costado revoloteando. Sensación inaudita de verte resplandecer si me miras a los ojos al parpadear, un poco atortolado e inhibido. Palabras que juntas sonaban bien. Y sonreías de leerlas nada más. Viajabas al sur rumbo a la patagonia buscando un lugar lejos de mí.
Sin embargo la ausencia te sentó mal y escribías para mí cartas lindas de amor. Los ojos se te ensancharon, al parecer de llorar y no quedó más remedio la noche de días de meses claros como suelen ser los de julio, que distribuir los besos con dosis certeras de letal mercurio.