. – Todo fue culpa suya – le dije en susurro – Estaban tan felices con esa niña – dije señalando a Fernanda – ¡No la soporto Zayn! – grite tan fuerte que todos se asustaron.
. – Fernanda no tiene la culpa de tu insensatez.
. – Claro que la tiene – dije acercándome a él – Si no fuera por lo que esa mocosa les conto jamás me hubieran observado de esa forma en el comedor – le dije conteniendo las lagrimas.
. – No soy ninguna niña – dijo refunfuñando Fernanda – Tengo 16 años.
. – Da igual te comportas como una cría de 5 años, con tus falsas lagrimas y tu maravillosa personalidad. Enfermas – le dije con desprecio.
. – Vámonos chicos – dijo Keytin – No porto escucharla hablar así.
. – Quédate con él ______ - me dijo Fer – pero perderás a tu familia – ese fue un golpe bajo para mí – Al final solo te utilizara, cuando te deje estarás sola – Fernanda salió por la puerta y las lagrimas salieron disparadas por mis ojos. Soy una completa y total estúpida.
Me recosté en la cama, me sentía realmente cansada, en pocas horas tenía que ir al colegio, pero me sentía incapaz de hacerlo, cerré muy brevemente mis ojos y las imágenes salieron disparadas en mi cabeza.
Me encontraba en un prado muy hermoso usaba un vestido blanco y vaporoso, el prado estaba lleno de flores, el sol brillaba, los pajarillos cantaban, había una infinita paz, lejos de todo, de mi oscuridad, de mi luz, es como si no existiera el tiempo, podía sentir que volaba, me sentía libre, no había visiones, no había dolor, no habían animas persiguiéndome, no tenía que lidiar con el recuerdo de Lori, los regaños de Auki, pero mi corazón se sintió un poco vacío como si me faltara algo… Harry.
Caminaba por el prado hasta que vi a la distancia un bosque, se veía tan pintoresco y extraño, pero quería entrar en él, fue cuando lo vi ahí estaba el dueño de mis pensamientos y de mi corazón, recargado en un inmenso árbol sonriéndome, sus verdes ojos parecían ser aún más brillantes, no estaban oscuros, rápidamente corrí hacia él, quería que me estrechara entre sus brazos y me besara con ternura, anhelo y amor.
. – ¡Harry! – grite muy emocionada de verlo
. – ¡Preciosa! – De pronto corrió hacia mi dirección, pero no pudo pasar hacia el prado – Lo siento ______ no puedo pasar – dijo algo triste – Acércate tú si puedes pasar – me dijo extendiéndome inmediatamente la tome.
Al tomar su mano ante mis ojos Harry cambio su mirada clara por sus imponentes ojos verdes musgo, el viento comenzó a soplar y Harry comenzó a reír, el cielo se puso rojo, aquél pintoresco bosque de pronto se convirtió en un oscuro y tenebroso, el viento parecía susurrar algo que no alcanzaba a entender, el prado se convirtió en un desolado desierto, mi pecho comenzó a arder como si me quemara el pecho caí de rodillas al piso.
. – Ayúdame Harry – le implore levante mi mano hacia él, la tomo y por un momento creí que todo estaría bien, de pronto lo tenía frente a mí, beso mis labios con fervor y descendió por mi garganta de pronto sentí un dolor agudo en mi cuello y sentí como si algo caliente se deslizara por mi cuerpo al ver mi blanco vestido estaba manchado de sangre. Harry se separo de mí y me lleve mi mano hasta mi cuello, sentí la sangre salir en enormes cantidades, volví a caer de rodillas al piso.