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- Mañana comenzaremos con las prácticas de laboratorio, que es básicamente en lo que consiste la segunda etapa - informa Milicent - Eso es todo.

Salimos todos arrollándonos unos a otros, comentando sobre nuestro puesto, algunos más contentos, otros asustados.

Voy caminando entre Caleb y Luke cuando alguien me llama dándome un toquecito en el hombro.

Es Alexander.

- Tengo que hablar contigo, iniciada - dice para disimular, y me esfuerzo en no demostrar lo feliz que me he puesto.

Trato de dirigir una mirada confundida a los chicos, y les hago un gesto para que no se preocupen.

- ¿ Y bien ? - pregunto inocentemente cuando estamos solos - ¿ Necesita algo de mi, instructor ?

Alexander acerca su rostro lentamente, observando cada reacción que tengo por su cercanía.

Su aliento fresco choca contra mi oreja.

- Quiero muchas cosas de ti, iniciada - susurra con la voz grave.

No intento ocultar el escalofrío que recorre mi columna de arriba a abajo cuando sus manos me empujan suavemente hacia la pared, mi cuerpo aprisionado por el suyo.

Abro los labios expectante.
Esta vez, el beso no es suave, ni lento. Todo lo contrario ; es un beso brusco y hambriento, de esos que dejan con ganas de más.

Sus labios abandonan los míos y bajan por mi mandíbula hasta el cuello.

Echo la cabeza hacia atrás para darle más acceso a la zona.
Alexander sonríe contra mi piel, mientras sus manos se cuelan por debajo de mi camiseta.

Entonces recuerdo que estoy en pleno pasillo del complejo, liándome con mi instructor, al que apenas conozco de unos días.

Agarro sus manos, sacándolas de mi ropa y trato de separarme.

- Alexander, para - ordeno con voz firme.

Vuelvo a insistir, ahora incómoda, pero él no se deja y ambas manos luchan por tener el control.

- Alexander - le llamo un poco asustada, mientras él pone bruscamente mis manos en la pared para que no pueda moverlas- Alexander, quiero irme. Suéltame, por favor.

De repente, ya no me parece estar delante del mismo hombre, y tengo ganas de salir de aquí.

- Relájate, Paxton - dice deslizando sus manos hacia mi cintura - No seas estirada.

Siempre me ha hecho gracia como los abnegados huyen del contacto físico. Nunca se dan la mano, dos besos para saludarse, un abrazo...

Yo no soy como los miembros de Abnegación. Me da igual besarme en público con alguien... pero no quiero hacer esto, no aquí, no aún.

Sin pensarlo más, levanto mi rodilla derecha lo más rápido que puedo, golpeándolo entre las piernas.

Él grita separándose de mi, agachándose, y yo no soy la tonta que va a esperar a que se recupere.

Echo a correr hacia el Aglomerado, hacia la Sala Común.
Solo me detengo cuando estoy dentro.

Me apoyo en la barra que una ambas camas de la litera y recupero el aliento.

- ¿ Elisa ? - pregunta Caleb desde su cama, confundido - ¿ Estás bien ? ¿ Qué ha pasado ?

Con los ojos llorosos, subo a la parte de arriba, y me acurruco junto a Prior.

- Tranquila, Lis, estás a salvo- me susurra para que nadie más lo escuche, y entre sus brazos, me siento segura.

Nathan y Luke me echan una mirada interrogante y preocupada desde el otro lado de la habitación, pero yo niego con la cabeza y abrazo a Caleb como si fuera mi peluche.

No voy a decir nada.

ERUDITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora