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Me despierto como nueva, con la energía a tope y con ganas de moverme.

Extrañamente, he podido dormir perfectamente, sin pensar ni una sola vez en Alexander y Milicent.

Salgo de la Sala Común y dejo que el sol me de en la cara. Siento que me he quitado una presión de encima, que soy un poco más libre que ayer.

Entonces averiguo una cosa ; que Alexander no me importa en absoluto.

Alguien que te gusta no se puede sentir como un estorbo, como algo que limita tus acciones.

Feliz con mi nuevo descubrimiento, sonrío entrando en el comedor.

- Good morning Sunshine -le saludo esta vez yo, y Luke alza las cejas sorprendido.

- Alguien está de buen humor- canturrea mirando hacia otro lado, y yo suelto una risa.

- ¿ A qué se debe eso ?- pregunta Nathan bebiendo algo que identifico como café.

- Alexander y yo. Se acabó - anuncio robándole a Nathan un par de galletas de su plato. Él me da un manotazo amistoso en la mano, y yo hago una mueca.

- ¿ Por qué ? - pregunta Luke deseoso de cotillear. Él y Nathan son como un par de abuelitas sin nada que hacer - ¿ Qué pasó ?

- Resumiendo, me encontré a los dos instructores en ropa interior.

Caleb, Nathan y Luke se me quedan mirando con la boca abierta.

- ¿ Y cómo es que no estás llorando, ni triste ni nada ? - se sorprende Nathan.

- Ah - hago un gesto quitándole importancia -por mi Alexander se puede ir con todo lo que se mueva.

Tras un momento de silencio, Luke estalla en carcajadas.

- Elisa, me encantas.

- ¿ Y a quién no ? - bromeo guiñándole el ojo, haciéndoles reír aún más.

Caleb pone esa expresión de "te lo dije" y yo le fulmino con la mirada antes de que abra la boca.

- Ni se te ocurra decírmelo - le amenazo y él alza las manos en son de paz.

- Mira, ahí llega la nueva novia de tu príncipe - señala, y yo me giro para verles.

Alexander, al notar que les estoy mirando, besa a Milicent delante de mi.

- Lo ha hecho para fastidiarte- observa Nathan, y yo asiento rodando los ojos y echándoles otro vistazo.

Él está mirando en mi dirección con esa sonrisa que ahora tanto odio.

- Disculpadme - sonrío falsamente a mis amigos y me levanto de la mesa caminando hacia él.

- ¿ Quieres algo, Elisa ? - pregunta para cabrearme.

Como respuesta, sonrío y le doy un buen puñetazo en la mejilla delante de todo el comedor.

Creo que le he cogido el gusto a esto.

- ¿ Pero qué mierda haces ? - grita Milicent analizando la piel roja de Alexander.

- ¡ A veces - le grito divertida caminando hacia atrás, para salir del comedor - lo más inteligente es huir de las ex-novias !

ERUDITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora