ERUDITE

29

Cuando vuelvo a pestañear, sigo estando en la misma habitación vacía, con mi instructora.

- Lo siento, Paxton, debe de haber un problema con el suero- chasquea la lengua molesta y saca una probeta de su bolsillo. La echa sobre un vaso, y me lo tiende - toma, este es un nuevo suero de la Simulación, esperemos que funcione.

Me quedo helada encima de la silla. Es el suero de Jeanine, el de la Simulación con los cien gramos de Hictalamina.

No quiero tomar ese suero.
No sé que va a pasar conmigo después de eso.

Busco una alternativa posible.

Tengo que tomarme un suero para entrar en la Simulación.

El único suero que quiero utilizar es el de siempre, el mismo que me tomé en la Prueba de Aptitud.

El inconveniente es que no tiene efecto en mi si me lo bebo.

Pero esa no es la única forma que hay para que el suero entre en mis venas.

- Espera, ¿ tienes una pistola de inyección ? - le pregunto devolviéndole el recipiente con el suero que ayer Prior y yo investigamos - A lo mejor así funciona el suero original.

- Vale, claro, ¿ quieres que te lo inyecte ? - se ofrece acercándose a mi cuello, y yo asiento más tranquila.

- Gracias.

Noto el pinchazo, la aguja entrando en mi piel, y saliendo. Pasan unos segundos, pero de nuevo, nada cambia.

- Vaya, debes de ser alérgica a alguno de los elementos del suero - comenta frunciendo el ceño, y me hace una seña para que la acompañe fuera de la sala- Ve a buscar a Alexander, dile lo que ha pasado.

Asiento confundida y entro sin llamar en la sala cinco.

- Alexander, Milicent me ha dicho que... - me detengo al ver su cara llena de sudor y su mirada angustiada - ¿ Qué pasa ?

Me acerco a paso lento, asustada, y él se aparta para dejarme ver a Caleb.

- Dios mío - me llevo la mano a la boca y le miro con los ojos desorbitados - ¡¿ qué ha pasado ?!

- ¡ Le inyecté un nuevo suero de la Simulación y empezó a darle ataques de epilepsia, no sé por qué ! - grita histérico llevándose las manos a la cabeza.

- ¡ Ve a pedir ayuda, corre ! - le chillo mientras que presiono a Prior contra la silla intentando que deje de moverse, sin éxito.

Sabía que no era buena idea tomarse ese suero experimental.

Me pongo a pensar a toda velocidad.

A ver, la epilepsia es una enfermedad cerebral crónica generada por la descarga anormal y exagerada de impulsos eléctricos de algunas neuronas del sistema nervioso central.

Pasa un minuto entero, que se me hace eterno, y nadie viene.

- Mierda- maldigo agobiada, mirando a mi alrededor.

Si sigue pasando el tiempo, los daños cerebrales en Caleb serán muchos.

Las crisis epilépticas pueden ser súbitas e inesperadas y pueden durar desde segundos a minutos.

Dependiendo del tipo de epilepsia puede cursar con convulsiones, pérdidas de consciencia, espasmos musculares, desorientación, taquicardia y pérdida del control de esfínteres.

- ¿ Qué puede parar la epilepsia ? - me pregunto a mi misma en voz alta, cada vez más asustada.

Me esfuerzo en recordar el libro sobre enfermedades humanas que leí en la primera etapa del entrenamiento.

Hay que esperar a que pase el ataque.

Voy diciendo todos los pasos que voy llevando a cabo en voz alta, para no dejar que mis nervios me ganen.

- Coloco al afectado boca abajo pero con la cabeza de lado para evitar que se muerda la lengua o se ahogue.
Le aflojo la ropa de alrededor del cuello- desabotono su camisa con las manos temblorosas- y me aseguro que tiene las vías aéreas libres.
Le coloco algo blando a modo de almohadilla para proteger la cabeza- miro a mi alrededor en busca de algo que me sirva, pero a falta de ello, me quito la chaqueta y hago una bola para utilizarla de almohada-conservar la calma y no intentar sujetarle aunque convulsione para no ocasionarle fracturas o luxaciones.

Justo en ese mismo instante, Caleb deja de moverse.

Suspiro aliviada, y me acerco para tomarle el pulso en la muñeca.

No consigo encontrarlo.

Extrañada, paso a buscarlo en el lateral del cuello.

- ¿ Caleb ? - pregunto asustada.

No, no,no, por favor, no...

- ¿¡ Qué ha pasado ?! - grita Milicent entrando de golpe en la sala, haciendo que la puerta choque contra la pared con un ruido seco.

Justo en ese instante, Caleb se incorpora a la vez que toma una gran bocanada de aire.

Me llevo una mano al pecho sobresaltada y me lanzo a abrazarle aliviada.

- Estás bien, estás bien - le tranquilizo, aunque lo digo más para mí misma.

- No lo entiendo, ¿ entré en la Simulación ? Lo último que recuerdo es beberme el nuevo suero - pregunta confundido.

Me giro furiosa hacia la puerta.

Detrás de Milicent están Alexander y ella. Jeanine.

Con la mandíbula tensa, doy grandes pasos y alzo mi puño dispuesta a pegarle un buen puñetazo.

Pero cuando llego hasta ella, me doy cuenta de que sería un error, por mucho que ahora la odie.

Ella es la líder de la Facción.
Lo controla todo.

En sus manos está la vida de mi padre, la mía, la del propio Caleb.

No seas estúpida, Elisa.

Tratar de hacerle daño solo empeoraría las cosas.

A veces, lo más inteligente es huir del problema.
Dejarlo sin respuesta.